Poco menos de un mes después de su suspensión, La Liga de Javier Tebas ha confirmado oficialmente lo que muchos en el sector ya sabían: el agujero al que se expone si no termina la actual temporada ronda los 1.000 millones. Una cifra que rebasa cualquiera de los presupuestos totales con los que cerraron los clubes la última temporada, incluso los de los dos que más facturaban hasta ahora en el mundo, el Fútbol Club Barcelona y el Real Madrid.
La mitad de ese agujero tiene que ver con la reclamación que harán las televisiones, como Telefónica. No por nada el socio de La Liga encargado de comercializar sus derechos televisivos, Jaume Roures (70), ha instalado la idea de que el torneo se juegue, si hace falta, en verano, para completarse ya que, "si no acabamos esta temporada, la próxima no va a comenzar". Su empresa, Mediapro, ha tenido que aplicar un ERTE a 1.200 empleados y rebajas salariales del 50% a la cúpula directiva.
El planteamiento de Roures ha alimentado un nuevo maremágnum, al menos, mediático, entre los dirigentes de La Liga, la Federación de Luis Rubiales, y el sindicato de futbolistas, que parecen no ponerse de acuerdo sobre si, ya tras la impopular idea de jugar a altas temperaturas, hacerlo cada 72 o incluso 48 horas. El último coletazo fue la propuesta de los hoteleros de Canarias de jugar una suerte de final 20 en las Islas dadas sus idílicas condiciones climáticas en cualquiera de las fechas.
Al margen de cómo evolucionen salidas como la vía canaria -sujeta per se a la progresión de la pandemia y de por sí "compleja" por el volumen de partidos, según distintas fuentes consultadas de la industria-, lo cierto es que la cuestión de los formatos ha generado ya división en el mundo del fútbol, pero mayor es la que provoca el pago de la factura de los 1.000 millones si la Covid-19 hace imposible terminar la temporada sin romper el calendario.
Tensiones entre futbolistas
La Liga propuso al sindicato de futbolistas que los clubes -con cuentas de resultados en general exiguas- y jugadores acuerden ya ir casi a pachas (los futbolistas pagarían en conjunto algo menos de la mitad de las pérdidas, lo cual tendría cierto sentido si se considera que el 60% de la facturación de La Liga se dirige a Personal y el deportivo se lleva alrededor del 90%).
Sin embargo, las diferencias entre los propios jugadores han sido suficientemente grandes para que la posibilidad de un acuerdo global estallara por los aires. "Cada club negociará con sus jugadores por su cuenta, no todos los futbolistas están igualmente dispuestos y capacitados para pagar una misma proporción. Muchos jugadores profesionales, sobre todo de Segunda, viven sin mucho margen; hay mucha diferencia en lo que cobran entre ellos", apuntan fuentes cercanas a las negociaciones entre los propios futbolistas.
Pruebas de esas diferencias han venido incluso de los dos clubes más ricos. Mientras Lionel Messi aceptó un 70% de baja salarial para el Barça lo que dure el Estado de Alarma sin dejar de lanzar dardos demoledores al presidente Josep María Bartomeu (57) -que no ha evitado el ERTE de 500 empleados azotado por la mayor deuda neta y a corto de La Liga y afronta su último año en la presidencia con la peor crisis institucional de su gestión tras recibir acusaciones de corrupción-, Toni Kross sale y dice que lo mejor es que los jugadores decidan cómo donar su dinero por su cuenta.
Los jugadores del Madrid perderán ya hasta dos meses y medio de paga de esta temporada, por encima de las rebajas anunciadas hasta ahora por Barça y Atlético
24 horas después de las declaraciones del alemán, su club, el Real Madrid de Florentino Pérez (73) anunció el "acuerdo" para una rebaja salarial "voluntaria" de entre el 10 y el 20% anual a la plantilla deportiva que ha evitado de momento un ERTE para los 400 empleados no deportivos de Concha Espina. Los jugadores perderían hasta dos meses y medio de paga, por encima de las rebajas ya aplicadas por Barça y Atlético de Madrid. Kross salió igualmente a aclarar que sus palabras habían sido mal traducidas.
La Liga, en cualquier caso, se ha mostrado ya favorable a la generalización de ERTE ante la manifiesta "distancia" de posturas en favor de un acuerdo global con los jugadores. Simultáneamente, ha dejado clara la seria posibilidad de tener que jugar en verano para cuadrar las cuentas con Roures, lo que también ha abierto una nueva grieta con Florentino.
Jugar en verano, tal y como ha reconocido el propio Tebas, obligaría por ejemplo al Madrid y a la FCC del mexicano Carlos Slim (que a sus 80 años ha caído esta semana del top five de hombres más ricos del mundo al puesto 12) a revisar seriamente su calendario de obras de remodelación del Santiago Bernabéu. El parón del fútbol por la pandemia fue ya, hasta el decreto del Gobierno frenando la construcción, una buena ocasión para intensificarlas.
Paralelamente, Slim, con un 4,3% en Prisa (El País, Ser, As, 5D), es acreedor del Atlético de Madrid por la financiación del Wanda Metropolitano. La deuda era de 182 millones a través de la entidad de crédito Inbursa a cierre del último ejercicio, según las cuentas del Atlético a las que ha podido acceder este medio (no son ahora accesibles en la web de Transparencia del club colchonero, con un fondo de maniobra todavía negativo de 147 millones de euros a cierre de la temporada 2018-2019).
La Liga en tiempo récord...o dos alternativas
De fondo, como vienen advirtiendo fuentes del mundo de la inversión, colean dos extremos alternativos a que la actual temporada de La Liga se pueda terminar en un tiempo récord.
Uno, que el actual escenario sirva de puente al pinchazo de la burbuja de la industria y de los traspasos de futbolistas, con eventuales rebajas salariales a los jugadores, que podrían o no recuperarse posteriormente, dentro de un nuevo modelo de gestión que apunte a clubes con mejores cuentas de resultados. Las críticas de Roures a la deuda del Barça, por ejemplo, dejan traslucir ese escenario.
El otro, que se termine de abrir el camino hacia el por Tebas criticado escenario de una Superliga internacional de poderosos de la mano de Florentino y fondos de inversión -que tienen de su lado el velado apoyo de la FIFA- y un ya alicaído Bartomeu (o su sucesor en este 2020 o 2021), con hueco para el Atlético de Madrid de Cerezo, Gil Marín y el petrolero israelí, Idan Ofer (64), que relance la industria y capacidad adquisitiva de los grandes y, por decantación, los salarios de las estrellas.