La aerolínea irlandesa Ryanair ha anunciado este miércoles un cambio en su política de recompra de acciones para asegurar que la mayoría de sus títulos estará en manos de comunitarios en caso de que el Reino Unido abandone la Unión Europea (UE) sin acuerdo.
En un comunicado remitido este miércoles a la Bolsa de Londres, Ryanair explicó que la medida forma parte de sus planes de contingencia para hacer frente a un 'brexit' duro o sin acuerdo".
La compañía líder en Europa del sector de bajo coste ya confirmó el pasado mayo que su junta directiva había autorizado el comienzo de un proceso de recompra de acciones valorado en 700 millones de euros, en una maniobra encaminada a reducir el volumen de títulos en circulación para favorecer una subida del precio de las participaciones.
Ryanair previó entonces que la recompra se dividiría entre 500 millones de euros en Acciones de Depósito Americanas (ADS, en inglés) y 200 millones de euros en títulos ordinarios, aunque ya advirtió de que podría revisar estos términos.
En este sentido, la aerolínea ha indicado que dará ahora prioridad a la recompra de "bloques de acciones" de titulares radicados en la Unión Europea, mientras que la cantidad de 700 millones de euros se mantiene sin cambios.
"Cualquier recompra de esos bloques a titulares de acciones del Reino Unido limitará, en caso de que haya un 'brexit duro' o sin acuerdo, el número proporcional de acciones que tienen accionistas no comunitarios", señaló Rynair en la nota.
Más medidas de Ryanair
Esta medida se suma a otras adoptadas por la aerolínea el pasado marzo, cuando determinó que, en un escenario de ruptura desordenada, todas las acciones de personas no comunitarias, incluidas las británicas, serán consideradas "restringidas", lo que les impedirá "asistir, hablar o votar" en "cualquier reunión general" de la compañía mientras sus títulos tengan esa categoría.
Asimismo, "para evitar dudas", informó de que los ciudadanos británicos tampoco podrán comprar "acciones ordinarias" a partir del "día del 'brexit duro'", una fecha que podría ser el próximo 31 de octubre, después de las prórrogas concedidas por Bruselas para cerrar este divorcio.
La normativa comunitaria establece que más del 50 % de sus acciones deben estar en manos de titulares de la UE, como condición para poder operar en todo el continente bajo la política de "cielos abiertos".