Sacyr logró un beneficio neto de 38 millones de euros entre enero y marzo de 2019, el 10% más que un año antes, un aumento que la compañía atribuye a su apuesta por la rentabilidad, la disciplina financiera, su consolidación en mercados estratégicos y en los negocios con mercado perfil concesional.
La cifra de negocio repuntó el 10% y se situó en 972 millones de euros, mientras que el resultado bruto de explotación (ebitda) avanzó el 28% y se situó en 143 millones, de los que el 77% provino de activos concesionales de bajo riesgo de demanda, ha destacado el grupo constructor y de servicios.
El negocio de concesiones elevó sus ventas el 51% (218 millones), apoyado en el crecimiento operativo de los activos, el inicio de explotación del aeropuerto de Tepual (Chile) y la positiva evolución de los tráficos. El ebitda creció el 27% (75 millones).
En este área, la actividad de construcción se duplicó (108 millones) debido, principalmente, a la ejecución de proyectos en Colombia, Chile y México.
Ingeniería e infraestructuras aportó unos ingresos de 456 millones, el 14% más, y un ebitda de 41 millones, el 40% más.
Por su parte, el negocio de servicios facturó el 5% más (266 millones) y generó un resultado bruto de explotación de 24 millones (+24%) gracias a la aportación de todas las áreas (medioambiente, multiservicios y agua).
Por contra, la división industrial ingresó 110 millones, el 17% menos, y recortó su ebitda el 27 %, hasta los 7 millones, por la finalización de grandes proyectos.
Deuda financiera
Al cierre del trimestre, la compañía, que en febrero vendió su participación en Itínere por 202 millones, presentaba una deuda financiera neta de 4.177 millones de euros, frente a los 4.045 millones que soportaba a 31 de diciembre de 2018.
Sacyr, que en el primer trimestre invirtió 90 millones en concesiones, cuenta con una cartera de pedidos valorada en 42.912 millones de euros, de los que el 72 % corresponden a negocio internacional.