Ni siquiera la regla principal pactada -no revelar lo hablado en las reuniones- ha animado a Pedro Sánchez a significarse en la reunión del Club Bilderberg. Hablamos de un 'lobby' que cita una vez al año a personas muy influyentes y que se diferencia de otros 'think tanks' por el absoluto secretismo que rodea a sus encuentros.
Líderes políticos, empresarios, banqueros, economistas o académicos acuden cada primavera a la llamada del Club, cuyos promotores van rotando la ciudad anfitriona. Este año le ha tocado a Madrid. Concretamente, el Hotel Mirasierra de la capital. La cita echó a andar este jueves y se prolongará hasta el domingo.
Por los salones del hotel pasarán cientos de invitados, todos procedentes de la UE y de Estados Unidos. Y España tendrá una nutrida representación. Es el 'detalle' que la organización tiene que con el país que facilita el desarrollo del foro, que exige un alto nivel de seguridad por el nivel de los participantes. Por eso llama tanto la atención que el presidente del Gobierno haya decidido limitar al máximo su presencia en la cita.
La cercanía de las elecciones europeas llevó en un primer momento a Pedro Sánchez a considerar el rechazo de la invitación. La explicación es evidente: el líder socialista quería restringir su contacto con un 'lobby' demasiado 'capitalista', cuya imagen siempre ha estado vinculada a los ciudadanos 'VIP' que mueven los hilos del poder en Occidente. Este jueves a primera ahora, poco antes de la inauguración, Moncloa aún no había confirmado la asistencia del presidente del Gobierno. Finalmente lo hizo al mediodía, pero anunció que Pedro Sánchez únicamente asistirá a la cena, que se celebrará en la noche del sábado.
Sánchez delega en Albares y Cuerpo
El presidente del Gobierno no participará en ninguna de las conferencias. Ha delegado la tarea en el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y en el de Economía, Carlos Cuerpo. Ni siquiera la presencia de otros líderes políticos ha servido para que Moncloa amplíe la participación del presidente. Por el hotel madrileño pasarán el presidente finlandés, Alexander Stubb; José Manuel Durao Barroso, expresidente de la Comisión Europea y ex primer ministro de Portugal; la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas; el exprimer ministro italiano Mario Monti; o el primer ministro saliente de Países Bajos, Mark Rutte.
La representación española también será de nivel. Estarán presentes el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos; la presidenta de Banco Santander, Ana Botín; el presidente del Grupo Planeta, José Creuheras; la presidenta de Coca-Cola Europacific Partners, Sol Daurella; o el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales.
Entre los participantes extranjeros figuran Musafa Suleyman (Microsoft IA), Murray Auchincloss (BP), Daniel Ek (Spotify); Albert Bourla (Pfizer), Mark J. Carney, Lorenzo Bini Smaghi (Societé Générale), Charlene de Carvalho (Heineken), Colm Kelleher (UBS), Kasia Kieli (Warner Bros), Michael O'Leary (Raynair) o Patrick Pouyanné (TotalEnergies), informa Efe.
De las 70 ediciones celebradas, el Club ha establecido tres veces la base en España. La primera vez tuvo lugar en el Balneario Isla de La Toja, en 1989. Once años más tarde, volvieron a citarse en Hotel Dolce de Sitges (Barcelona). La última cita es la que se desarrolla estos días en Madrid y tendrá como temas principales de debate el cambio climático, los conflictos bélicos de Palestina y Ucrania, o los desafíos económicos que afrontan Europa y Estados Unidos.
En todos las conferencias y en todos los 'corrillos' regirá la conocida como la denominada 'Regla de Chatham House', según la cual los participantes pueden usar la información la información recibida, pero no nunca revelar la identidad de quién la proporciona.