Bankia, Popular, Santander, Caixabank… El apetito inversor de los fondos por las gestoras del ladrillo de los bancos no se detiene. Anida, la inmobiliaria de BBVA, puede ser su siguiente compra. Varios fondos se han interesado en las últimas semanas por esta unidad de negocio. Incluso, el banco presidido por Francisco González ya cuenta con alguna proposición, según confirman fuentes del mercado. La entidad no quiso hacer comentarios al respecto.
Como ha sucedido en el resto de operaciones materializadas hasta la fecha, BBVA sólo pone a la venta su plataforma de gestión inmobiliaria, manteniendo, de esta manera, los activos en su balance. Sin embargo, alguna propuesta de estos fondos pretende la entrada de carteras de fallidos lo que, sin duda, elevaría el precio de la operación. Tampoco se descarta, entre alguno de los posibles compradores, que la entidad mantenga parte del control de la inmobiliaria, como negociaron Caixabank o Santander.
“BBVA no tiene prisa por vender y eso ya es un hándicap para el comprador. Con están necesitados ni de capital ni de liquidez, como ha sucedido con otros bancos. Por eso, se está hablando de precios más altos que pueden alargar el proceso”, sostienen un par de interesados. Apollo pagó 664 millones al Santander por el 75% de Altamira, mientras que Popular recibió 810 millones de Värde Partners y Kennedy Wilson por el 100% de Aliseda. Hasta la fecha, BBVA y Sabadell han sido las dos únicas entidades de la gran banca que aún mantienen en propiedad sus inmobiliarias.
El banco azul sólo está dispuesto a realizar una operación si con ella logra plusvalías, según se desprenden de las negociaciones. Unas plusvalías que ayudarían a reducir el impacto negativo que está generando el ladrillo, trimestre tras trimestre, en las cuentas de España. Anida cerró 2013 con unas pérdidas de 1.254 millones de euros, lo que supuso una mejora frente a los 4.044 millones que perdió en 2012, que dejaron una factura negativa para el negocio en España de 671 millones.
La actividad inmobiliaria en España del BBVA siguió reduciendo su exposición neta a este sector en 2013, tras vender 14.390 inmuebles (un 43,2% más), además de las 6.993 operaciones realizadas en nombre de terceros. Dentro de estas ventas se encuadra la colocación de 1.000 inmuebles al fondo de inversión estadounidense Baupost Group, por unos 100 millones de euros. Una operación que el banco pretende continuar replicando en el futuro con independencia de si ha logrado traspasar su inmobiliaria.
En paralelo a esta operación, BMN y Cajamar también negocian las ventas de sus respectivas gestoras del ladrillo, según informó este viernes Expansión. Los candidatos a comprar estas dos plataformas se pueden clasificar en dos grupos: 1. Los que ya tienen una gestora del ladrillo en España y buscan ganar cuota:_Apollo (dueño de_Altamira); Värde Partners y Kennedy Wilson (Aliseda); TPG_(Servihabitat); Centerbridge (Aktua);_y Cerberus (Bankia Habitat). 2. Los que se quedaron a las puertas de una compra de este tipo en el año 2013:_Lone Star, Fortress, WL_Ross y Starwood, entre otros. Algunos de estos fondos negocian ya con BBVA. Apollo podría ser uno de los más interesados en adquirir Anida, tras la compra del 75% de Altamira. “Quiere crear una gran estructura de gestión inmobiliaria en España”, explican desde el mercado. Apollo, también dueño de EVO Banco, cuenta con 1.000 millones para esta segunda inversión.
La banca comenzó a desprenderse de sus plataformas inmobiliarias a finales de 2012. Todo empezó con la venta Aktua, la antigua filial inmobiliaria de Banesto, a Centerbridge por 100 millones de euros. Esta transacción supuso el pistoletazo de salida de las grandes operaciones entre la banca española y estas empresas de capital riesgo extranjero. Nueve meses después del desembarco de Centerbridge, y tras largas negociaciones multilaterales entre las distitnas partes, han comenzado a sucederse las grandes operaciones de los fondos de inversión.
Bankia cerró en septiembre la cesión por diez años de su negocio de gestión y comercialización de los activos inmobiliarios al fondo estadounidense Cerberus. El precio de la operación supera los 90 millones de euros y en ella se externalizan 450 empleos. Bankia Habitat gestiona 48.600 millones de los que 12.000 corresponden a la entidad y 36.600 a la carga traspasada a la Sareb.
También en septiembre pasado, Caixabank vendió el 51% de su inmobiliaria a una sociedad de nueva creación participada por el fondo Texas Pacific Group (TPG). La operación se cerró en 158 millones de euros, que representan el 51% de los 310 millones en los que se valora esta filial. La sociedad, con 250 empleados, gestiona 22.000 millones de euros en activos inmobiliarios.
A principios de noviembre, Apollo se quedó con la inmobiliaria del Santander y con sus más de 500 empleados. Altamira gestiona 7.846 millones en activos. Una semana después, Popular anunció que había llegado a un principio de acuerdo con las firmas estadounidenses Värde Partners y Kennedy Wilson para la venta de la gestión de su negocio inmobiliario por 800 millones de euros. El valor de los activos con los que operará la nueva sociedad es de 6.500 millones de euros. Aliseda tiene en nómina a unos 285 empleados.
En total, los bancos han hecho una caja de, al menos, 2.000 millones de euros con estos jugosos negocios.