Las suscripciones netas en fondos de renta variable española han aumentado exponencialmente este año y gran parte de culpa la tiene la gestora del Banco Santander. En los cuatro primeros meses de 2018 las suscripciones en Bolsa española alcanzaron los 1.229 millones de euros, de los que 625 millones se los ha llevado el banco de Ana Botín.
Además, lo captado ya supera a lo obtenido en todo 2017 por el banco, que durante ese periodo ascendió a los 517 millones. Si esta cifra se compara con el mismo periodo del año anterior, el crecimiento es aún más notable, ya que se ha multiplicado por tres.
En abril del 2017, las suscripciones netas de esta entidad en renta variable española fueron de 266 millones de euros y para esa misma fecha todos los fondos habían captado lo mismo que ahora el Santander, es decir 625 millones de euros.
La segunda mitad de lo captado en lo que llevamos de año está muy repartido. Lo únicos que sacan cierta tajada de la Bolsa española son Kutxabank, con suscripciones de 132 millones de euros; Caixabank, de 79 millones; Ibercaja, de 76 millones y EDM Gestión, de 56 millones.
Apuesta por bolsa española
La entidad roja ha apostado muy fuerte por este tipo de activos y prueba de ello es la fuerte campaña de publicidad (y mediática) que han hecho al fondo smal caps España. Aunque pocos lo recuerden, este año todos los españoles se comieron las uvas con el Santander. El primer anuncio después de las doce campanadas trataba sobre las cualidades del fondo dirigido por Lola Solana.
A final del primer trimestre la cartera del small caps estaba valorada en unos 1.200 millones de euros y gestionaba algo más de 1.300 millones. Entre sus apuestas destacan compañías como Fluidra, Vidrala, CIE Automotive (candidata a entrar en el Ibex 35), MásMóvil, Befesa o Unicaja.
El fondo small caps del Banco Santander tiene una rentabilidad superior al 7% en lo que llevamos de año y a cinco años, esta se incrementa hasta el 17%. Su metodología se centra en invertir el 75% en valores de renta variable de capitalización media-baja (fundamentalmente entre 15 y 3.000 millones de euros) y al menos el 90% de ella deberá estar invertida en emisores españoles.