La última reunión del consejo de administración de Sareb, que ha tenido lugar esta semana, mantuvo entre los puntos informativos la conocida como operación Alpha, la venta de activos -préstamos fallidos- con un valor bruto de unos 20.000 millones de euros (en un principio se valoró por hasta 30.000 millones). Se trata de la mayor operación estudiada por el organismo semipúblico desde su creación, en 2012, para la que ha contratado a Goldman Sachs.
Grandes fondos internacionales de inversión, como Cerberus y Blackstone, están a la espera de que Sareb decida desprenderse de esa cartera para poner sobre la mesa ofertas de varios miles de millones de euros. Pero la sociedad en la que participa el Frob, con cerca del 46% del capital, se está tomando su tiempo.
En esa última reunión del consejo de Sareb, explican fuentes cercanas a la sociedad presidida por Jaime Echegoyen, Goldman Sachs dio cuenta del avance en el informe que está elaborando sobre la operación Alpha, que analizará el organismo español a la hora de decidir si efectúa o no la venta. Cuando el banco de inversión estadounidense finalice su informe, el consejo de administración de Sareb tomará una decisión al respecto. "Goldman Sachs sigue trabajando en el informe, sin prisas pero sin pausas", aseguran.
El 80% de los activos que asumió Sareb son préstamos fallidos
"Para Sareb", explican las fuentes consultadas, "la operación dará pérdidas sí o sí, son activos sobrevalorados, sobrepagados, y siempre se venderán con descuento". Desde Sareb se es consciente de que el momento "es propicio para una venta de este tipo dado el apetito mostrado por los grandes fondos de inversión", pero la operación Alpha podría llegar a suponer que la compañía semipública se tuviera que anotar tales pérdidas que se pondría en peligro su viabilidad.
Por estas razones previsiblemente Goldman Sachs apuntará alternativas para llevar a cabo la venta. Entre otras se contempla que Sareb se mantenga como accionista de la cartera vendida, y que el fondo que se haga con la misma se encargue también de formalizar la plataforma a través de la cual se venderían o gestionarían los activos, el servicing. Las fuentes consultadas ponen como ejemplo el diseño de venta de activos inmobiliarios de Popular a Santander y Blackstone.
Los activos de la operación Alpha básicamente corresponden a la cartera de préstamos fallidos cuya gestión cedió la Sareb a Haya Real Estate, del fondo Cerberus, en el año 2014. Ese contrato de gestión finaliza en diciembre de 2019, y Sareb podría organizar un nuevo concurso y renovar su adjudicación.
Podemos ha propuesto "blindar el carácter de banca pública de la Sareb"
Para Cerberus resulta clave que Haya Real Estate renueve como gestor de esos activos de cara a la salida a Bolsa de la plataforma, que el fondo ha retrasado para finales de este año o principios de 2019; además, Cerberus podría engordar la cartera gestionada por Haya si lograra hacerse con la operación Alpha, y sacar a Bolsa una empresa mayor.
Fuentes cercanas a fondos de inversión y bancos españoles consideran que Sareb ha dejado en suspenso las grandes operaciones de venta por el cambio de Gobierno, entre ellos Alpha. "La operación Alpha se hará o no se hará, pero en la toma de decisión lo que influirá serán las conclusiones del informe de Goldman Sachs y lo que vote el consejo de administración", desmienten fuentes cercanas a Sareb.
Auditoría y propiedad pública
Aunque de puertas afuera la Sareb trata de mostrar total tranquilidad ante el cambio de Gobierno, fuentes cercanas al organismo, así como otras vinculadas a la banca y a fondos de inversión, coinciden en señalar que, ahora mismo, existe inquietud ante la posibilidad de que una decisión política precipitada enturbie el trabajo realizado hasta ahora.
PSOE ha propuesto llevar a cabo una auditoría sobre el organismo presidido por Jaime Echegoyen
Lo que más preocupa en el seno de la sociedad presidida por Javier Echegoyen es el desconocimiento que tanto PSOE como Podemos han mostrado tener, o parecen tener, sobre lo que es Sareb con las propuestas que han lanzado en las últimas semanas.
El partido liderado por Pedro Sánchez ha propuesto realizar una auditoría sobre Sareb. Lo que, comentan las fuentes consultadas, no tiene mucho sentido cuando sobre el organismo están puestos todos los focos posibles. La particular composición accionarial de Sareb y el interés público asociado a su actividad suponen que esté sujeta a la supervisión y análisis del Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Banco Central Europeo, además de a los Ministerios de Hacienda y Economía, y a sus accionistas, el Frob y bancos españoles –a 31 de diciembre de 2017: Santander, con el 16,62%; Caixabank, 12,24%; Banco de Sabadell, 6,61%; Banco Popular, 5,60%; Kutxabank, 2,53%-.
Podemos, en su lista de 20 medidas que trasladó al Gobierno de Pedro Sánchez para poner en marcha esta legislatura, ha incluido la de "blindar el carácter de banca pública de la Sareb o de las cajas previamente nacionalizadas". Dicha medida "sorprende porque Sareb tiene ya un componente público, sus accionistas son los que son y el Frob tiene el 45,9%", comentan. Además, la mayor parte de los activos con los que cuenta Sareb son préstamos fallidos, "no se puede decir alegremente que todos los activos de Sareb tienen que ir a un fondo de vivienda social, son préstamos, no viviendas".
La cartera de la que se hizo cargo Sareb está compuesta en un 80% por préstamos, y en un 20% por inmuebles, por la que se pagaron 50.781 millones de euros.