11 días de huelga en Madrid, seis en Barcelona y el bloqueo de ambas ciudades que se vivió el pasado verano. El taxi vive en los últimos años una intensa actividad reivindicativa en la calle para que se regule la actividad de las licencias de vehículos de transporte con conductor (VTC), aquellas que usan aplicaciones como Uber y Cabify. Una tensión que ha fracturado la tensión entre el sector, las administraciones, los usuarios y los representantes de las VTCs.
"¿Cuándo nos sentamos todas las partes implicadas, sectores, administraciones, sindicatos y usuarios, para acometer la tarea de regular eficazmente la movilidad urbana?", se pregunta Emilio Domínguez del Valle, el abogado y representante de la Federación Española del Taxi (FEDETAXI), en una artículo publicado este viernes en este medio.
FEDETAXI es la principal federación del taxi en España, aglutina al 60% del sector y 40.000 licencias. Es decir, Domínguez del Valle es una voz autorizada para explicar el por qué de estas huelgas. "Lo que se cuestiona es cuál debe ser su mejor y más eficiente regulación, dentro de un marco de libertad de mercado, que es cosa bien distinta", detalla.
El abogado se pregunta "¿cuál es la tensión que impide que este conflicto se cierre con mesura y raciocinio?". Y su respuesta es "la pasión por la iniquidad". Domínguez del Valle explica que son demasiados años de incertidumbre legal que han posibilitado un gigante episodio de la España del 'pelotazo', protagonizado por cortesanos del poder y algunos ex taxistas avezados. Una explicación moderada entre tanto ruido.
Esta explicación detallada del representante de la principal federación del taxi contrasta con lo vivido en los últimos días en las calles de Madrid y Barcelona. El sector del taxi ha girado con los últimos años hacia la radicalización y ha perdido ciertos de los principios con los que se arrancaba en esta protesta.
Formaciones como Élite Taxi y Caracol Taxi han sabido conquistar a los taxistas más disgustados con la operativa de Uber y Cabify. Y la gran actividad de estos colectivos en la calle y sus contactos con las administraciones han hecho ganar muchos adeptos entre los taxistas.
Mercados "rígidamente regulados"
El representante del sector hace referencia en su comunicado a la tecnología, un eterno tema de discursión entre el taxi y las VTC. "Mercados rígidamente regulados, que difícilmente la digieren (la tecnología) sin la ayuda de los poderes públicos, para planificar tránsitos ordenados a nuevas realidades de consumo que son inexorables. Este asunto de taxis y VTC no va de tecnología, ni de intermediarios tecnológicos entre proveedores y usuarios. Tan tecnológico es Uber como MyTaxi", detalla.
Por su puesto, desde Fedetaxi tienen un recuerdo para la clase política al que se señala en este conflicto. "La política del peloteo entre administraciones y partidos políticos, la mala regulación de los sectores en beneficio de la ciudadanía, y la judicialización eterna de los problemas sociales y mercados económicos arroja a miles de personas a la desesperanza en la justicia material del Estado", explica.
Emilio Domínguez del Valle considera que este escenario es el que lleva a la protesta, la frustración y, en casos, a la melancolía. "Luego no nos extrañemos del auge de los populismos", matiza.
