El sector servicios de España ha mostrado un ritmo de crecimiento sólido en febrero en comparación con la recesión que ha experimentado el sector industrial, según refleja el índice PMI publicado este martes por la consultora Markit.
El Índice de Actividad Comercial se situó en 54,5 puntos, dos décimas por debajo de la puntuación de enero, pero por encima del umbral de 50 puntos que marca la diferencia entre crecimiento y recesión.
La expansión se debe al aumento de nuevos pedidos y a su capacidad de captar nuevos clientes, aunque Markit resalta que esa demanda procedió principalmente del interior de Europa, dado el debilitamiento de la demanda externa.
"A pesar de haber puesto fin a un periodo de seis meses de contracción, los nuevos pedidos procedentes de clientes del extranjero sólo aumentaron marginalmente en febrero", recalcan.
La contratación de personal también aumentó, lo que unido a la subida del Salario Mínimo Interprofesional provocó una subida de los costes operativos de las empresas de servicios españolas que repercutieron en precios.
Suben precios para repercutir el alza de costes
"Como la presión en los márgenes de beneficios está aumentando, las empresas del sector servicios optaron por subir sus tarifas en febrero", explican.
A pesar del buen comportamiento del PMI del sector servicios, el mal resultado del PMI manufacturero lastró el PMI compuesto, que se situó en los 50 puntos "indicando una expansión de la economía del sector privado español por sexagésimo quinto mes consecutivo".
"Las tendencias divergentes entre el sector manufacturero y el sector servicios son evidentes, ya que el sector manufacturero registró un resultado débil en febrero comparado con una sólida expansión continua en el sector servicios. Esto parece reflejar que ambos sectores se encuentran relativamente expuestos a la debilidad de la demanda internacional, aunque las empresas de servicios generalmente se muestran más protegidas que sus homólogos de fabricación", explica Paul Smith, director de Economía de Markit.