Oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) empiezan ya a echar el cierre tras quedarse sin trabajadores. Son las primeras consecuencias del cese de los 1.135 empleados interinos del antiguo INEM que se vieron forzados a salir del organismo el pasado 30 de junio (un 13% de los casi 8.600 trabajadores con los que contaba) tras el pulso mantenido entre los ministerios de Trabajo, Política Territorial y Hacienda sobre su renovación.
La primera oficina del SEPE en hacer público que se ha visto obligada a interrumpir su servicio a los ciudadanos ha sido la de Orellana la Vieja, en Badajoz. "Se le comunica que la Oficina de Prestaciones de Orellana la Vieja permanecerá cerrada a partir de los primeros días de agosto y durante varios meses, debido a que todos los puestos de trabajo de dicha oficina quedan vacantes", señalaba la Dirección Provincial de Badajoz en una carta enviada al alcalde de Orellana la Vieja, Cayetano Ramos.
"Dicho cierre permanecerá en tanto los procesos selectivos de la Administración del Estado no asignen nuevo personal a dicha oficina", añadía la misiva, publicada por el propio Ayuntamiento de este municipio pacense en las redes sociales. Una carta en la que se insta a los parados y prestatarios del organismo a realizar las gestiones que puedan a través de la web del SEPE o en las oficinas de otras localidades de la provincia.
La de Orellana la Vieja es la primera oficina del antiguo INEM que se ve obligada a echar el cierre por el cese del personal interino, pero los sindicatos y la propia dirección general del SEPE reconocen que no será la única.
Según fuentes sindicales, durante una reciente conversación informal con los sindicatos, la subdirectora general de recursos y organización del SEPE, Aurora Diz, admitió que cerca de 120 oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal podrían verse forzadas a cerrar ante la inminente salida, de aquí al 30 de diciembre, de los otros 1.000 trabajadores interinos que quedan en el organismo y que fueron contratados durante 2020 para ayudar a tramitar las millones de prestaciones y Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que colapsaron el SEPE al inicio de la pandemia.
Esas 120 oficinas supondrían el 16% del total de 740 que hay repartidas por todo el territorio español. En una carta a la Ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, enviada a principios de julio, CCOO, UGT y CSIF elevaban a 158 el número de oficinas que se verían obligadas a cerrar o que no podrían prestar su servicio como consecuencia del cese de los trabajadores interinos del organismo.
Una situación que "inevitablemente provocará retrasos" en el reconocimiento de las prestaciones a los nuevos parados, según denuncia Pilar Seoane, secretaria general de la sección sindical de CCOO ante el Ministerio de Trabajo y directora de la oficina del SEPE en Boiro (La Coruña).
"Hay oficinas en muchas provincias de España donde el 100% de los trabajadores son personal interino, donde no hay ni un solo funcionario de carrera. En Baleares, por ejemplo se contrató a cientos de interinos covid, y probablemente se van a tener que cerrar oficinas allí también", añade Seoane.
Vamos a llegar a enero con la menor plantilla de la historia del SEPE, mientras que la carga de trabajo es cuatro veces superior a la que teníamos en diciembre de 2019", asegura Seoane
Fuentes del Ministerio de Trabajo y Economía Social aseguran a Vozpópuli que "el Servicio Público de Empleo Estatal seguirá atendiendo las necesidades de las personas con la plantilla de empleados públicos", y recuerdan que, hasta el 30 de septiembre, se contará con 1.000 funcionarios interinos cuya labor estaba orientada a apoyar la gestión de los ERTE.
"La atención en las oficinas no es imprescindible para el reconocimiento de prestaciones o para acceder a los servicios del SEPE ya que a través del sistema de presolicitud online, de la atención telefónica y de la carta de servicios de la página web del Servicio Público de Empleo Estatal las personas usuarias pueden resolver sus dudas o realizar sus trámites", indican las mismas fuentes, que añaden que desde el Ministerio de Trabajo "se está trabajando para dar una solución estructural a las necesidades del organismo".
Por el momento, el Director General del SEPE, Gerardo Gutiérrez, ha encargado a todas las direcciones provinciales del organismo un estudio para conocer exactamente "el impacto de la pérdida de efectivos" e intentar precisar el número de oficinas que se van a ver sin personal suficiente para poder seguir abiertas.
Voluntarios para tramitar prestaciones en oficinas afectadas
La problemática se extiende a diferentes zonas del territorio español y a otras oficinas que han visto mermada su operatividad tras el cese de los interinos. La dirección provincial de Sevilla lanzaba un SOS a sus trabajadores y funcionarios pidiendo "voluntarios" para dos de sus oficinas más afectadas por la salida de los interinos.
"Tanto la oficina de Morón de la Frontera como la de Puebla del Río, se van a quedar con tan solo cinco personas. Son oficinas que generalmente tramitan entre 1.200 y 1.400 expedientes al mes, por lo que la carga de trabajo aumentaría muy por encima de la media", señalaba la Dirección Provincial de Sevilla en un e-mail enviado a todos sus trabajadores en la provincia. "Por dicho motivo, se solicitan voluntarios para realizar apoyo a estas oficinas", añadía el mensaje, enviado el 1 de julio.
Ese día ya habían sido cesados los 500 primeros interinos-covid y otros 635 que llevaban más de tres años en el SEPE (estos últimos solo cesarán durante el mes de julio y serán recontratados hasta que se celebre el concurso-oposición correspondiente para ocupar sus plazas).
Tras una negociación a contra reloj a finales de junio entre los ministerios de Trabajo, Hacienda y Política Territorial y Función Pública, el Gobierno acordó cesar de forma escalonada y progresiva a los 1.500 interinos del SEPE que fueron contratados durante 2020 para atender el alto volumen de tramitaciones de prestaciones y ERTE provocados por la pandemia.
Otros 1.000 interinos a la calle antes de fin de año
El 1 de enero de 2022 no quedará ninguno de los 1.500 interinos del SEPE que fueron contratados como refuerzo durante la pandemia. De ellos, 500 fueron cesados el 30 de junio, otros 500 concluirán su relación con el SEPE el 30 de septiembre y los 500 restantes renovarán solo hasta el 31 de diciembre.
"Es una barbaridad. Vamos a llegar a enero con la menor plantilla de la historia del SEPE mientras que la carga de trabajo es cuatro veces superior a la que teníamos en diciembre de 2019", asegura Pilar Seoane, secretaria general de la sección sindical de CCOO.
Los únicos interinos del SEPE que podrían continuar más allá de fin de año son los 635 contratados temporalmente antes de 2018 y que están adscritos a la oferta del Plan de Estabilización de Empleo Temporal (PEET) que el Gobierno publicó en el BOE el pasado mes de mayo. Aunque fueron cesados el 1 de julio, ya están empezando a ser recontratados en sus puestos, donde se mantendrán hasta que se celebre la oposición correspondiente.
Según denunciaron en junio los sindicatos, el cierre de oficinas provocado por el cese de los interinos "colocará al organismo en claves de colapso y de fracaso ante los requerimientos de la ciudadanía". "Las demoras sobre los tiempos de reconocimiento de derechos económicos de la población desempleada serán inevitables, además del impacto demoledor sobre la calidad del servicio de este organismo si este decremento desmesurado de plantilla se consolida", señalaron CCOO, UGT y CSIF.