La revista británica The Economist ha atizado a los sindicatos españoles en su último número. Les acusa de haberse dedicado durante la crisis a defender a capa y espada el status quo del país, perjudicando la creación de empleo. Según la publicación británica, las centrales sindicales españolas "defendieron un status quo que favorecía a los ocupados y obstaculizaba la creación de empleo".
Además, en su análisis de lo sindicatos, The Economist insiste en cómo percibe el grueso de la sociedad a estas organizaciones. Señala que en España, la gente ve a los sindicatos como "parte del problema". También incide en la pérdida de confianza y señala que se agravó tras la aprobación de la reforma laboral.
Este cambio legislativo "golpeó" la figura de los representantes de los trabajadores, según el semanario británico, quien no se olvida de los "escándalos de corrupción" que en las que están involucradas las principales centrales sindicales, como el caso de los ERE de Andalucía. Así, las cifras de la afiliación sindical registraron un descenso que roza el 6% entre 2010 y 2013, lo que supone la tercera mayor caída de toda Europa, por detrás de Grecia -donde cayó un 19%- y de Reino Unido -donde bajó un 7%-.