El Gobierno ha acabado la segunda semana del año sin convocar a los agentes sociales a la mesa de negociación para subir el SMI y los sindicatos no disimulan su nerviosismo. Lo que se presentaba como un trámite rápido que podía estar finalizado antes de que acabara 2022, sigue en mantillas a mediados de enero y sin que el Ejecutivo dé signos de reactivarlo. La mesa sólo se ha reunido una vez en diciembre y sin cifra gubernamental que discutir, lo que achacaban a que Yolanda Díaz no había conseguido consensuarla con Nadia Calviño. Pues bien, aunque desde Trabajo se ha deslizado que ya hay quórum, las centrales se temen que lo hay para plantear una cifra a su juicio insuficiente e, incluso, para asimilar esta negociación a la de la subida salarial en convenio.
"No permitiremos que se mezcle la negociación del SMI con la de los salarios en convenio", ha advertido Unai Sordo, secretario general de CCOO, este jueves. El que CEOE irrumpiera por sorpresa con una propuesta de alza del SMI del 4% les hace sospechar este extremo, que creen que puede alentar Calviño, que ha vuelto a insistir en promover un pacto de rentas al que CCOO no ve sentido. Sordo ve inviable un pacto de rentas cuando el Gobierno ha aprobado de manera unilateral una serie de medidas, en alusión a los paquetes de ayudas y los impuestos a banca y energéticas. Todo eso ya se ha tramitado sin negociarlo con los agentes sociales y sólo se mostrarían dispuestos a valorar un pacto de este tipo si se incluyeran nuevos impuestos, ha planteado.
CCOO y UGT se oponen frontalmente a incluir en una negociación con CEOE y el Gobierno la subida salarial en convenio, un asunto bilateral y exclusivo de los agentes sociales. Y sobre la posibilidad que tiene el Ejecutivo encima de la mesa de realizar una subida ahora menor de lo que pretenden los sindicatos y activar una segunda en junio, como prevé el Estatuto de los Trabajadores y recomienda los expertos que asesoran a Gobierno en la subida del SMI, las mismas fuentes son tajantes: "Sólo aceptaremos una subida menor ahora, de cara a una segunda subida del SMI este año, si el Gobierno se compromete por escrito".
Díaz negocia con Calviño subir el SMI a 1.066 euros y revisarlo antes de las elecciones, según ha publicado Vozpópuli este jueves. Se trata de una cifra que se sitúa en la parte alta de la horquilla que proponen los expertos que le asesoran, del 6,6%, cercana a la inflación subyacente, ya en el 7%, pero quiere que haya negociación entre los agentes sociales. La entrada de la patronal también posibilita rebajar las pretensiones de los sindicatos, con una segunda subida este verano en mente.
La ruptura de CEOE con Yolanda Díaz por modificar la reforma laboral en una enmienda pactada con Bildu ha durado poco. Con unas centrales sindicales pidiendo subidas del SMI a 1.100 euros, o incluso más allá, según ha planteado UGT este lunes, la patronal ha entendido que debe entrar en la negociación si quiere intentar rebajar la cifra final y así ha remitido una propuesta de alza a 1.040 euros. Este planteamiento ha sido muy bien recibido por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. CEOE ha decidido así entrar en la contienda y proponer una subida del 4%, incluso superior a lo que venía planteando para el alza salarial en convenio, antes de que fracasara el diálogo en mayo.
El Gobierno ha retrasado la mesa del SMI a enero porque a finales de año no tenía una posición única. Fuentes del Ministerio de Trabajo aseguran que ya la hay, pero señalan que quieren que se negocie, por lo que no aclaran si van a poner encima de la mesa de entrada una cifra. Celebran la propuesta de CEOE de una subida del 4%, que sugieren que puede ser una manera de rebajar las elevadas aspiraciones de los sindicatos. Se va a negociar la horquilla entre los 1.040 y los 1.082 euros que proponen los expertos que asesoran al Ejecutivo en el SMI, con la presión sindical de los 1.100 euros encima de la mesa. Las fuentes citadas aseguran que van a convocar la mesa "cuanto antes".
La entrada de CEOE en la negociación coincide con el cierre de una posición común en el Gobierno. Díaz se ha mostrado partidaria de ir a la parte elevada de la horquilla de los 1.082 euros que plantean los expertos, pero no había acuerdo con la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, antes de Navidad.
Cabe recordar que el informe de los expertos que presentó Díaz el 19 de diciembre recoge una propuesta del Ministerio de Asuntos Económicos de subida a 1.030 euros, incluso menor a la horquilla más baja de los expertos, de 1.042 euros, y a la oferta de CEOE, de 1.040.
Los sindicatos usarán toda su fuerza negociadora para que la subida sea a al menos 1.080 euros. Así le vienen advirtiendo al Gobierno y así se lo han recordado a Pedro Sánchez este miércoles Pepe Álvarez y Mariano Hoya, secretarios generales de UGT y UGT FICA, respectivamente, en las Jornadas Sindicales de UGT.
"Es atípico que no haya subido, exijo al Gobierno que de manera inmediata proceda a la subida. No hay excusas de ningún tipo", ha planteado Álvarez este lunes, y ha "dejado la puerta abierta si la inflación sigue disparada y es necesario hacer una nueva subida a mitad de año". En este sentido, ha recordado el resto de argumentos de los expertos que asesoran al Gobierno. No sólo tiene que estar "en la banda alta de los expertos" -1.082 euros- sino "incluso por encima 1.100, ya que el informe no calcula el sueldo medio de 2023, y además se hace con una rebaja del IRPF, lo que deja fuera del pago de impuestos el SMI", ha insistido.
Los motivos para una segunda subida
El Gobierno tiene encima de la mesa activar una segunda subida del SMI en el verano, como ya contempló Díaz el pasado julio para 2022, cuando lo pedía UGT ante la espiral inflacionaria y como piden los expertos que se revise en 2023. Los expertos pertrechan al Gobierno de varias razones en un informe que se ofrece como argumentario sobre las bondades y la oportunidad de que haya una subida adicional del SMI este año. Advierten de que sus cálculos se han realizado teniendo en cuenta el salario medio de 2022, pero no el de 2023, y que la rebaja del IRPF a rentas bajas que entra en vigor en enero traslada parte del coste de la subida del SMI a Hacienda.
"Dado el contexto de alta inflación existente en la actualidad y el impacto asimétrico que una inflación como la actual -que incide de forma especial en los alimentos y la energía- tiene sobre el poder adquisitivo de los estratos de renta más bajos, entre los que se encuentran los hogares perceptores del SMI (el 70% de los hogares con al menos un perceptor del SMI se localizan en los cuatro primeros deciles de distribución de la renta por hogares), la Comisión considera oportuno proceder a revisar, como así permite el Estatuto de los Trabajadores (artículo 27), la evolución del SMI tras seis meses de su actualización, con la finalidad de evaluar su suficiencia en un contexto inflacionista", recomiendan los expertos.
NormaDin
La superioridad moral del comegambas.