La agencia de medición de riesgos Standard & Poor's (S&P) ha asegurado este miércoles que la reversión de parte de la reforma laboral "podría ser algo positivo" si contribuye a reducir la precariedad y el paro juvenil y de larga duración.
En un encuentro con medios para presentar sus perspectivas para 2020, el director de Ratings Soberanos de S&P, Marko Mrsnik, ha señalado que si la reversión de la reforma laboral de 2012 supone volver a la situación previa a esta norma -por ejemplo, devolviendo la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa- "sería algo negativo".
En cambio, "si se trata de aportar soluciones a los problemas estructurales del mercado de trabajo", como la alta temporalidad o el paro de larga duración, "sería algo positivo" porque aumentarían las perspectivas de consumo y se elevaría el potencial de crecimiento de la economía, que sitúa en el 1,5%.
En ese mismo sentido, la agencia ve "potencial" para subir el salario mínimo sin consecuencias negativas para el empleo, teniendo en cuenta las consecuencias sociales de la crisis, que "han mejorado muchísimo los beneficios del sector empresarial" y que el salario mínimo está "lejos" del 60% del sueldo medio.
La agencia prevé que la economía española crezca este año un 1,7% y un 1,6% en 2021 -por debajo de las estimaciones del Gobierno, que sitúa el repunte en un 1,8% en cada uno de los ejercicios-, una desaceleración "normal visto que el ciclo está madurando".
Mrsnik ha explicado que el crecimiento de la economía española se basará "prácticamente" en la demanda interna, tanto consumo como inversión, apoyado por la mejora del mercado de trabajo, especialmente si mejora la retribución del sector privado como en el público.
En ese sentido, ha apuntado que espera que la tasa de paro acabe este año en el 13,2% y en el 12,7% el próximo.
Cálculo del déficit público
La agencia calcula que el déficit público cerrará este año en torno al 2% del PIB, por encima del 1,7% comunicado por el Gobierno a Bruselas, tras un retraso en el proceso de consolidación fiscal que podría erosionar la credibilidad del país.
Asimismo, también augura "una lenta" reducción de la deuda pública, que podría ser más rápida si el Gobierno afrontara la reducción del déficit de la Seguridad Social, aunque descarta "tensiones en el mercado de deuda" y espera que el perfil de deuda siga mejorando y la vida media, creciendo.
S&P no prevé cambios en la calificación crediticia de España a corto plazo, pero señala que podría mejorar si continúa la consolidación presupuestaria o se reduce la deuda externa neta o empeorar si estos indicadores evolucionan en sentido contrario.
Entre los "puntos débiles" de la economía española, S&P cita la incertidumbre política, que Mrsnik acota como la capacidad del Gobierno de hacer reformas que refuercen el crecimiento a largo plazo, como mejorar el mercado laboral o reducir el déficit de la Seguridad Social.
En cambio, el retraso en la aprobación de los Presupuestos de 2020 "no es algo que influye actualmente" en la calificación, ni siquiera aunque se demore hasta final de verano como apuntaba esta semana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Mrsnik también ha señalado que espera un crecimiento de la economía de la zona euro del 1 % este año, debido a la debilidad de Alemania e Italia, y ha descartado una recesión, en parte gracias a la política del Banco Central Europeo, que no espera que cambie los tipos hasta 2022.