Atrás quedaron los días de buscar en los directorios, Google es las nuevas páginas amarillas, el nuevo boca a boca, la aparente solución a todo. Escribe lo que necesitas y obtendrás millones de resultados. El fenómeno ha afectado hasta los sectores más tradicionales, como el de los despachos de abogados. Solamente el término “abogado” arroja más de 70 millones de opciones, incluyendo startups que integran la llamada industria del legal tech.
“Ya no hay aquella relación inquebrantable de confianza y de fidelidad que había entre cliente y abogado. Si el cliente recibe una mejor oferta, se va y si la tiene a un clic aún más”, explica Martin Andersen, CEO y cofundador de Easyoffer, un marketplace de abogados y asesores.
Como esta startup española hay otras tantas vinculadas al sector, desde las que ponen en contacto a abogados y clientes, hasta las que facilitan documentos legales o permiten realizar reclamaciones legales a través de una página web; incluso hay plataformas de crowdfunding dedicadas exclusivamente a las ayudas legales. Todas tienen en común el hecho de agilizar -gracias a la tecnología- las disputas judiciales.
Este mes, la startup reclamador.es resultó seleccionada como una de las 100 finalistas para el South Summit 2017, el evento que reúne anualmente a emprendedores e inversores. La plataforma, que ha atendido unos 140.000 clientes desde 2012, busca defender los derechos de los usuarios.
Para Pablo Rabanal, CEO de la compañía, proyectos como reclamador.es nacen porque "el sector legal aún no ha emprendido la transformación digital de manera integral". De ahí que considere necesario "ofrecer servicios legales al consumidor a golpe de clic, con un un enfoque a éxito", sin necesidad de cobrar por adelantado.
¿Qué se puede hacer?
Resolver divorcios y herencias; eso es lo que abunda. Le siguen en la lista los accidentes de tráfico, explica el CEO de Easyoffer. En el caso de reclamador.es, aerolíneas y banca son los ámbitos donde más reclamaciones recibe. Aunque comenzó su andadura con las reclamaciones aéreas, se adentró en las reclamaciones bancarias en 2014 y recientemente desarrolló su oferta de reclamaciones por accidentes y en el ámbito laboral.
Además de encontrar asesoría, también se puede acceder a modelos de documentos legales para personalizar gracias a diferentes startups. Una de ellas es Wonder Legal, un proyecto francés que en su primer año en España ha registrado unos 12.000 usuarios, según explica su CEO y fundador Jeremie Eskenazi. A través de esta plataforma, es posible redactar en tiempo real todo tipo de documento legal. Actualmente Wonder Legal ofrece unas 100 plantillas personalizables para los usuarios en España y cuenta además con versiones para otros ocho países, incluyendo Estados Unidos y Reino Unido.
La plataforma Rocket Lawyer, con presencia en unos cinco países, ofrece un híbrido: tanto documentos legales personalizados, como guías gratuitas con información legal y un apartado de asesoramiento legal de abogados en tiempo real, en formato de pregunta y respuesta. "Principalmente acuden a nosotros pequeños empresarios y particulares con problemas de diferentes tipos: contratos, creación y gestión de empresas y problemas de familia", dicen desde la compañía.
Pero no todo es solucionar problemas. También están los que se casan. Plataformas como Bodayaa permiten a las parejas presentar la documentación requerida para contraer matrimonio, así como escoger la fecha para asistir al notario.
El sector, que desde principios de la década tiene presencia en ecosistemas más maduros como el estadounidense o el británico, aún intenta darse a conocer en España. Pero el crecimiento es evidente. En el caso de reclamador.es pasó de una facturación simbólica de 250 en su primer año a 110.000 euros en el segundo y 471.000 en 2014. Este año, la previsión es de 3,5 millones de euros, según explican desde la compañía.
¿Qué pasará con los bufetes?
Los modelos de negocio y el consumo están dando un giro de 180 grados hacia la inmediatez, la comodidad y la flexibilidad. Aún así, las startups dedicadas al legal tech consultadas por este diario aseguran que el sector tradicional, el de los bufetes de abogados, no se ve necesariamente afectado por este nuevo giro.
“Las empresas más grandes tienen un abogado fijo. Nosotros en Easyoffer atendemos a pymes, startups y particulares, que vienen a resolver herencias, divorcios, accidentes de tráfico, concursos de acreedores, contratos laborales”, asegura Andersen.
Eskenazi coincide. "No estamos en guerra con los abogados. Todos necesitamos abogados. Los documentos, aunque sean un gran mercado para nosotros, son solo una pequeña parte del trabajo que realizan los abogados. Nosotros no podemos ofrecer asesoría legal. Ni podemos acompañarte a un juicio", explica el CEO y fundador de Wonder Legal.
Para Juan Pablo Correa, de la plataforma de crowdfunding judicial Seed Justice, se trata de una nueva oportunidad para el mundo legal. “Creemos que los más beneficiados son los mismos abogados”, agrega, a la vez que insiste en que el mayor reto de las legal tech no es hacer algo útil en internet, sino “crear una comunidad”.
La propuesta de Seed Justice -que emula el modelo de la británica Crowd Justice y que cuenta con el apoyo del Ilustre Colegio de Abogados de Sabadell- busca impulsar causas judiciales a través de la recaudación de fondos para apoyar socialmente a los abogados encargados de casos con impacto social. “Queremos que los abogados nos expliquen sus casos. Queremos estar cobijados por el colectivo y colaborar con ellos”, dice Correa.
El primer caso, que se abrirá en octubre, será el de 'dieselgate', por el que se acusa a Volkswagen de haber instalado ilegalmente un software para alterar los resultados de los controles técnicos de emisiones contaminantes en unos 11 millones de coches. “Para este tipo de casos hay que tener un buen respaldo económico, porque requiere de mucho tiempo y de muchas pruebas y evaluaciones”, explican desde Seed Justice. Así, las startups continúan en la búsqueda de nuevos modelos de negocio. Y parece que no hay sector imposible.