Basta con colocar el nombre de una película en un buscador para que las sugerencias "online", "ver en línea" y "gratis" aparezcan. Al acceder a la búsqueda, hasta la mitad de los primeros 10 resultados pueden llevar a páginas con contenido ilegal. Aunque esta semana los hackers y ciberataques han acaparado los titulares, es esta piratería silenciosa la que día a día afecta a la industria cinematográfica. Ante el ya conocido escenario, dos jóvenes en Cádiz decidieron montar 3ants y hacer uso de la tecnología para combatirla.
La idea nació en 2012 -como parte de un proyecto universitario-, pero no fue hasta finales de 2014 que crearon la empresa. Buscaban 20 minutos con Antonio Banderas y consiguieron una hora y media. Querían proteger una de sus películas en cartelera y al final consiguieron trabajar con su productora. Así, bajo el lema "recuperamos el valor de lo que es tuyo en Internet", 3ants rastrea -como una hormiga los contenidos piratas en la red.
"Hasta ese momento, quienes combatían la piratería eran bufetes de abogados, con todo el respeto que ellos merecen. Ellos ayudaban a poner las demandas, pero no se atacaba el problema", dice a Vozpópuli Manuel Moregal, seudónimo bajo el que trabaja uno de los fundadores de la startup. Por ello, se abocaron a crear una tecnología capaz de "verlo todo" en Internet, para así captar información, analizarla y eliminarla.
El equipo cuenta actualmente con más de 10 personas, pero el trabajo no es manual; el software que desarrollaron es el que se encarga de rastrear la red. Patrones, palabras claves y datos. Muchos datos. Así funciona. Y aunque las arañas ya existían, Moregal se dice confiado para asegurar que su sistema es diferente, "el mejor".
La piratería como cultura
"Si encuentras solución para el peor escenario posible, encuentras solución para todos los demás", insiste. De ahí que el primer objetivo de 3ants fuese la piratería de contenidos audiovisuales. La de vídeos, insiste el ingeniero, es la más complicada; no solo a nivel técnico, también a nivel cultural. "La gente entiende la piratería de series y películas como algo normal", subraya.
"La gente entiende la piratería de series y películas como algo normal", subraya"
En 2016 hubo 4.128 millones de accesos ilegales a contenidos, un 4,2% menos que en 2015, según datos publicados el pasado abril en el Observatorio de la Piratería y Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales 2016 presentado por la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos.
Los datos reflejan que el cine es el contenido más pirateado (32%); le siguen las series (27%), la música (26%), los libros (22%), los videojuegos (12%) y el fútbol (10%). Este último responde, en parte, a las transmisiones de vídeo en directo. Ahí reposa un reto aún mayor. "No existe ley en el mundo que contemple el la reproducción en streaming. Ante el take down (la solicitud que la startup realiza al servidor en el que se encuentra alojado el contenido), el que emite tiene 48 horas para quitar el contenido. Y eso no soluciona el problema", subraya.
A futuro, 3ants también se plantea atacar la piratería en otros contenidos digitales, como el ebook, la música o los videojuegos. Moregal, sin embargo, advierte que su target no es el espectador que busca contenidos ilegales. La intención es que el usuario que busca información en Internet consiga solo contenido de calidad: información de la taquilla, reseñas, entrevistas,...
"Los usuarios se quedan con los primeros resultados que arrojan los buscadores; cada resultado que lleve a la piratería perjudica"
"La mayoría de los usuarios se queda con los primeros 10 resultados que arrojan los buscadores; cada resultado que lleve a la piratería perjudica y lleva a que el contenido de valor no se vea”, explica Moregal. De ahí que ahora desde 3ants también se trabaje para proteger la marca. Con o sin película, captan y analizan toda la información vinculada a la empresa.
El proyecto, que nació con financiación propia, reside en Wayra (la aceleradora de Telefónica) desde enero de 2016 y cuenta ya con clientes internacionales como Sony y Warner.