Los supermercados llaman a la calma ante la huelga. A punto de dar comienzo el segundo paro de transportistas del año, después del de marzo, las tiendas de alimentación apuntan a que, por el momento, no están existiendo problemas en los lineales, tampoco de acaparamiento.
"No detectamos un comportamiento diferente por parte del consumidor en las tiendas. Normalidad en este sentido", cuentan fuentes del sector consultadas por Vozpópuli. En esta línea, y tras episodios de falta de producto en las tiendas durante estos años como el papel higiénico o el aceite de girasol, los supermercados aseguran que la convocatoria de la huelga no ha generado todavía ese efecto.
¿Puede generar la huelga falta de productos en los supermercados? "Si no se producen episodios violentos, no tiene por qué haber problemas de abastecimiento", insisten estas fuentes. Ya la semana pasada, la cadena alimentaria en su conjunto emitió un comunicado solicitando al Gobierno que garantizara la llegada de los productos desde las fábricas y almacenes a las tiendas, poniendo el foco en el dispositivo de seguridad.
Al igual que pasó en marzo, tanto fabricantes como distribuidores temen que un paro de este tipo ponga en peligro tanto el suministro de las plantas de producción como a los propios supermercados o grandes almacenes. En plenos preparativos de la campaña del Black Friday, las compañías se juegan también que los pedidos de los clientes lleguen en tiempo y forma a sus hogares, siendo destacados en estos días los pedidos online.
Según la patronal de la logística UNO, las empresas tienen previsto gestionar más de 100 millones de envíos en noviembre, a una media de 3,5 millones diarios, con picos de hasta 4,7 millones los días inmediatamente posteriores al Black Friday, la semana siguiente al Ciber Monday (tres días después) y la semana previa a la Navidad.
Los supermercados esperan al lunes
Tras reunirse este jueves con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y no conseguir un acuerdo, la Plataforma Nacional en Defensa del Sector del Transporte mantuvo su convocatoria de paro indefinido a partir de la madrugada del domingo. "Para valorar el impacto, tendremos que ver qué pasa el lunes por la mañana", apuntan fuentes del sector de la distribución, que esperarán entonces los primeros camiones de la semana.
La demanda de los transportistas es que el Ejecutivo "demuestre la voluntad" que les prometió durante la negociación del real decreto, que prohíbe la contratación de transporte por debajo de los costes de explotación del transportista efectivo. En esta línea, la Plataforma convocante del paro ha pedido un aumento de inspectores, para que los controles se hagan efectivos, y un plan formal de inspección que demuestre "que el cumplimiento de la ley se lleva a cabo por las autoridades competentes".
En el paro de marzo, y cuando solo llevaban cinco días de huelga -que acabaron alargándose hasta la veintena-, la estimación del coste económico se alzaba según las patronales hasta los 600 millones de euros en toda la cadena, que engloba supermercados, granjas, puertos o fábricas de alimentación y bebidas. De esta cifra, una parte relevante vino derivada de la búsqueda de rutas y empresas alternativas de transporte.
Con todo, las compañías de supermercados esperan a valorar el impacto de este nuevo paro a partir del lunes. "No sabemos ni cuánto seguimiento tendrá la huelga ni qué pasará con la distribución", insisten las fuentes consultadas, que recalcan: "Haremos lo posible por mantener la cadena".