El exdirector de Supervisión del Banco de España Mariano Herrera ha admitido que el regulador cometió varios errores en las provisiones de Banco de Valencia en el momento de la creación del SIP.
El primero fue creer que las provisiones estaban incluidas en las dotaciones del grupo, y el segundo fue pensar que la participada tenía que hacer tan sólo una provisión adicional de 200 millones de euros, cuando finalmente fue de 632 millones.
El Banco de Valencia ha cogido especial protagonismo en el juicio del caso Bankia. La fiscal Carmen Launa está basando gran parte de sus interrogatorios en buscar una relación entre la caída de esta entidad y el error de haber creado BFA-Bankia y la posterior salida a Bolsa de la filial que hoy dirige José Ignacio Goirigolzarri.
En su declaración como testigo, que tuvo lugar este lunes en la sección cuarta de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Herrera ha explicado que el Banco de España era consciente de que a final de 2010 faltaban provisiones, pero que se trataba de una "cantidad asumible".
"Tenía unos 100 millones en plusvalías latentes, tenía el margen que iba a generar en ese ejercicio y había asegurado que realizaría una ampliación de capital para cubrir eso 200 millones de euros que le faltaban", ha recordado.
Según fue pasando el tiempo, el regulador comenzó a dudar de que el banco fuera a realizar dicha ampliación de capital y de que realmente el saneamiento fuera sólo de esa cantidad.
El técnico también reconoció que el Banco de España no comprobó si BFA-Bankia introdujo las provisiones del Banco de Valencia. "Nosotros entendemos que en el cálculo del ajuste a valor razonable estaba porque era una entidad que consolidaba", ha recriminado, a la vez que ha admitido que debería haber estado contabilizado en el total cuando se creó el SIP.
Niega presiones
Herrera, al igual que su 'jefe' Miguel Ángel Fernández Ordoñez, ha señalado a la cúpula directiva de Bankia como los únicos responsables de la salida a Bolsa de Bankia y de la creación del Sistema Institucional de Protección (SIP) y no lo contrario, como señaló Rodrigo Rato en su declaración. El técnico "entiende" que fueron "decisiones unilaterales" del equipo directivo, que posteriormente fueron aprobadas por el Banco de España.
Herrera ha subrayado que el regulador tampoco vio ningún indicio de problema en las provisiones que hizo el grupo para su creación. "El Banco de España exigía unas provisiones de 8.048 millones de euros y finalmente se dotaron algo más de 10.400 millones", ha explicado el técnico.
El exdirector de Supervisión ha quitado importancia al informe de PwC en el que admitía que el banco tendría que haber realizado unas provisiones de más 11.000 millones de euros, mayor de lo dotado y 3.000 millones por encima de lo exigido por el Banco de España.
Caída del Banco de Valencia
En noviembre de 2011, el Banco de España anunció la intervención del Banco de Valencia y una inyección de capital de 1.000 millones para reforzar sus niveles y la concesión de una línea de crédito adicional de 2.00 millones de euros para garantizar la liquidez.
Se convirtió en el primer banco en ser rescatado durante la crisis financiera. Su principal accionista era Bancaja, una de las entidades más grandes del SIP. El problema de la entidad vino del alto grado de exposición a préstamos relacionados con el ladrillo.