La sorpresiva entrada de STC Group en el capital de Telefónica generó mucho malestar e inquietud en el Gobierno, por el hecho de que Telefónica es considerada una empresa estratégica. Participada mayoritariamente por la familia real saudí, el pasado mes de septiembre se hizo con un 5% de las acciones en derivados y un 4,99% de forma directa. Esto permite al Gobierno de Arabia solicitar un sillón en el consejo. Algo que, de momento, no parece vaya a suceder.
Fuentes consultadas por este diario relacionadas con directivos de STC Group aseguran que la intención es no reclamar de momento sitio en el consejo de Telefónica. Con el Gobierno ya aterrizado en el operador dirigido por José María Álvarez-Pallete a través de la SEPI, desde la saudí consideran que lo mejor ahora es dar estabilidad a la compañía. Son conscientes de que pedir una silla sería toda una provocación para Moncloa; un avispero que no quieren remover. Por este motivo no tienen prisa en convertir el 4,99% de los derivados. Alargarán al máximo los tiempos, tal y como publicó este diario. Desde STC han declinado realizar comentarios a preguntas de este medio.
El Ejecutivo aseguró tras la entrada de los saudíes que el objetivo sería igualar fuerzas adquiriendo otro 10% de las acciones, algo que ya ha hecho y que le da acceso al consejo de administración del operador
"En STC están tranquilos, muy tranquilos. Eso sí, les ha sorprendido mucho el revuelo que se montó tras su llegada a Telefónica. Lo único que quieren es hacer negocios, no pretenden desestabilizar ni influir en nada en la compañía. Es gente tranquila que quiere negocios tranquilos", explican a Vozpópuli estas mismas fuentes, que subrayan que STC Group no tiene ahora mismo "intención de reclamar sitio en el consejo".
En sus últimos resultados publicados, el consejero delegado de STC, Olayan bin Mohammed Al Wataid, desgranó la estrategia de la corporación haciendo hincapié en la intención de "expandirse en tamaño y alcance" a través de sus filiales, y de adquirir "muchas empresas especializadas" en consultoría digital, soluciones innovadoras, Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) o Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), resaltando la adquisición del 9,9% de Telefónica.
La compra del 10% se articuló a través de la SEPI, a través de la cual el Gobierno ha desembolsado casi 2.300 millones de euros para alcanzar el porcentaje anunciado (STC Group pagó aproximadamente 2.100 millones de euros por el mismo porcentaje)
Caixabank vende su participación en el operador
Por otra parte, CaixaBank ha decidido salir definitivamente del operador español, y lo hacía precisamente en la jornada de ayer, en una acción que se enmarca dentro de su plan de reorganización accionarial.
Así, el banco ha vendido el 2,53% que tenía en la compañía. Este movimiento se encuadra dentro de la intención de Criteria, el brazo inversor de Isidro Fainé, de duplicar su peso en el accionariado de Telefónica, para pasar del 5% al 10%.
Este movimiento colocaría al Gobierno y al banco español en una posición de ventaja en el caso de que STC Group en el futuro, quisiese hacer uso del 9,99% del accionariado con el que cuenta en el gigante azul.
El Gobierno alcanza el 10% en Telefónica
El Ejecutivo aseguró después de la entrada de los saudíes en Telefónica que el objetivo sería igualar fuerzas adquiriendo otro 10% de las acciones, algo que ha hecho, y que le da acceso también al consejo de administración del operador. La silla será ocupada por Carlos Ocaña Orbis.
La compra de este paquete accionarial se ha ejecutado a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el brazo económico con el que el Gobierno ha desembolsado casi 2.300 millones de euros para alcanzar el porcentaje anunciado (STC Group pagó aproximadamente 2.100 millones de euros por el mismo paquete accionarial).
En concreto, la SEPI adquirió 567.016.155 acciones de Telefónica a un precio medio de 4,0295 euros por acción. Sumadas a las 541 acciones que mantenía previamente en cartera, el total asciende a 567.016.696 acciones. "Con ello se culmina la ejecución de la operación de compra ordenada por el Consejo de Ministros", explicó hace unos días la SEPI en un comunicado remitido a la CNMV.
"Telefónica es una de las principales compañías del país, líder en el sector de las telecomunicaciones y clave en otros ámbitos estratégicos. La empresa es determinante por sus capacidades industriales y áreas de conocimiento, ya que desarrolla actividades relevantes para la economía y el tejido productivo, incluyendo las relacionadas con la seguridad y la defensa", matizó la SEPI.
En esa línea, la participación de este organismo en el capital de Telefónica tiene "vocación de permanencia" y busca aportar una "mayor estabilidad accionarial" a la compañía para la consecución de sus objetivos, al tiempo que contribuye a la "protección de sus capacidades estratégicas", concluyó.
