La decisión del Gobierno de parar el proceso del Segundo Dividendo Digital, que tenía como fecha límite el 30 de junio de 2020, da un importante respiro a los operadores españoles con red propia, que en estos momentos están realizando un gran esfuerzo durante la crisis de la Covid-19, tanto tecnológico como financiero y humano, para que el teletrabajo y la conectividad funcione a la perfección pese al significativo aumento del tráfico, informaron a Europa Press los principales analistas del sector.
Esta decisión adoptada por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital supone en estos momentos menos inversión y más liquidez para las empresas del sector de las telecomunicaciones, que además podrán seguir manteniendo valores defensivos en la Bolsa.
De este modo, el sector también puede tener más margen de maniobra con gasto de capital. Se estima que los operadores con red propia tendrían que invertir cerca de 1.000 millones en mayo cuando se produjese la subasta del espectro para el 5G, un esfuerzo financiero complicado de afrontar en estos momentos.
Telefónica, preparada para el 5G
No obstante, compañías como Telefónica ya están preparadas para la llegada del 5G. De hecho, su amplia red de fibra hasta el hogar tejida se convierte en una palanca fundamental para el gran reto de la nueva tecnología móvil que espera ya al sector.
La promesa de una mayor velocidad, una menor latencia y la conexión no solo de personas con objetos, sino también de objetos entre sí, que ofrece esta nueva tecnología alcanzará su auténtica dimensión con el despliegue del denominado '5G Stand Alone', una tecnología para la que la fibra resulta imprescindible y para la que, por lo tanto, Telefónica se encuentra preparada con el objetivo de sacar el máximo partido al 5G gracias a las inversiones ya ejecutadas.