Telefónica presentará resultados este jueves y en ellos dará una cifra detallada del estado de la deuda, después de haber anunciado la compra de la filial alemana de KPN, E-Plus. Según fuentes de mercado, está previsto que la operadora dé alguna sorpresa razonablemente agradable. Las últimas cifras conocidas situaban el endeudamiento total en los 51.100 millones, pero todo apunta a que mañana se actualizará por debajo de los 50.000 millones. Una cifra que pretenderá lanzar un mensaje concreto: Telefónica podrá afrontar planes de expansión, volver a pagar dividendo, todo ello con un riguroso plan de desapalancamiento y la protección del rating precisa. Así lo han asegurado a la comunidad financiera.
Conviene recordar que el objetivo de deuda previsto para este ejercicio es de 47.000 millones, una cifra que no sólo se mantiene sino que desde la operadora aseguran que se cumplirá holgadamente.
Habrá que ver, aunque de momento, este martes la agencia de calificación Fitch afirmaba su calificación sobre la operadora, después de haber tenido conocimiento de la operación E-Plus.
KPN ha sido siempre el ojito de deseo de César Alierta y, a su vez, fue el sueño incumplido de Juan Villalonga. Sin embargo, el pasado 14 de junio; hace poco más de un mes, el CFO de la holandesa desmentía conversaciones con Telefónica, tal como recogía Santander en su reporting de mercados diario. No había tratos con la compañía, a pesar de que esos contactos han constituido un rumor recurrente, que molestaba cada vez que sonaba a Alierta, por el impacto que tenía en la cotización.
Muy poco después, el día 17 de junio, saltaba a la palestra el posible interés de AT&T por Telefónica, en una pregunta mega operación de 70 billions. Una locura, que colocaría el deal por tamaño en el top mundial de todos los tiempos y que dejaría a España sin operadora de bandera, aunque haría de oro a históricos accionistas como La Caixa o BBVA.
¿Tiene algo que ver la presunta aparición de un ‘colmillo hostil’ para que Telefónica haya dado este paso en cuestión de días? ¿Es una operación estratégica o defensiva?
Para empezar, no es nueva. Según comentan algunos gestores de fondos, “Álvarez Pallete nos comentó recientemente en un desayuno con inversores que antes del verano estaba hecha y si no se realizó fue porque la prima de riesgo estaba disparada y los mercados de capitales cerrados”.
KPN, muy valorada
Por otro lado, KPN también ha sido el ojito derecho de las casas de análisis, especialmente a raíz de la entrada en el capital de Carlos Slim. Santander la incluyó en su lista de 5 favoritos para Europa, con absoluto entusiasmo sobre la empresa. Desde finales de año hasta ahora, firmas como Macquarie, Deutsche Bank, Societe Generale, Jefferies Group, Sanford C. Bernstein, o Berenberg Bank, por citar algunas, han mejorado su recomendación sobre la holandesa.
Ahora que se han consumado los movimientos corporativos, ¿qué ha dicho el mercado de la operación? Ahí van unos botones de muestra:
Sanford Bernstein: “El acuerdo no afectaría materialmente el ratio de deuda neta/Ebitda de Telefónica en 2014 y la compañía aún podría vender su participación en China Unicom si quisiera reducir más deuda. Las sinergias potenciales del acuerdo son significativas”.
BBVA aseguraba que la compra de E-Plus “es perfectamente asumible por Telefónica, ya que cuenta con otras desinversiones potenciales, y no afectaría a la política de dividendo”.
Fidentiis: “Las sinergias podrían ser mayores de lo anunciado, particularmente si se tiene en cuenta la activación de los créditos fiscales”
Societe Generale: “La transacción cuenta con el respaldo de accionistas relevantes como América Móvil. Vemos esta operación como beneficiosa dada la posición de estos jugadores frente a los incumbentes en el mercado”.
¿Y cómo puede ser la reacción del mercado? JB Capital Markets apuntaba que “esperamos una reacción positiva. Asumiendo que la operación se apruebe sin grandes compensaciones por parte de las autoridades de competencia, creemos que tendrá un impacto positivo en el valor de al menos entre 0,3 y 0,5 euros por acción frente a nuestro actual precio de 11 euros.”
Un aumento de valor de medio euro equivale a unos 2.200 millones de incremento de capitalización, es decir, más de la mitad del coste. Son cábalas, pero lo cierto es que este martes Telefónica repuntó un 2,29%, hasta 10,29 euros. Lograba salir, así, de pérdidas anuales, al cerrar a 10,29 euros.
Todavía es pronto para lanzar las campanas al vuelo, ya que la contratación estuvo en la media de los últimos meses y fue inferior a la de BBVA o Santander. Por lo tanto, no hubo un aluvión de fondos comprando… de momento.
El favor del mercado, por tanto, parece unánime, aunque conviene recordar también que en mayo del pasado año, Citigroup contemplaba la posible compra de E-Plus, considerándola lógica pero con riesgo de que “Bruselas la rechace o imponga condiciones demasiado duras como la devolución de parte de los espectros”. Además, advertía que esta compra no podía realizarse en efectivo. Claro que de esto hace ya 14 meses y el mundo ha cambiado desde entonces.
Alierta deberá convencer al mercado de que es capaz de cuadrar el círculo: su compromiso principal el pasado año era el desapalancamiento y desde las oficinas de Las Tablas aseguran que sigue siéndolo. Pero en el ínterin, ha llegado un anuncio de vuelta al dividendo y una adquisición. La presión sobre el rating exigirá sin duda, nuevas desinversiones, aunque la venta de O2 Irlanda a Hutchinson o las ventas de Brasil pueden arrojar sorpresas agradables.