La sociedad resultante de la fusión recientemente anunciada por Orange y MásMóvil estará controlada parcialmente por el Estado francés con una participación en Orange de casi el 23% (segundo inversor de la corporación), pero también por fondos norteamericanos, que son quienes participan de forma mayoritaria en MásMóvil. Telefónica peleará con la marca resultante por continuar al frente del sector de las telecomunicaciones español.
MásMóvil está controlada por Lorca JVCo, sociedad participada en un 86% por los fondos Providence, KKR y Cinven. Providence es norteamericano y cuenta con un 36,79% de las acciones, mientras KKR, también con ADN estadounidense, posee el 33,33%. Por último, Cinven, con sede en Reino Unido, tiene el 29,87% de la participación en la sociedad. Son datos públicos extraídos de los informes de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre MásMóvil.
Esto supone que los dos fondos del país del dólar cuentan con el 70,12% del 86% participado por empresas de capital riesgo en Lorca JVCo. El restante 13,9% que completa el 100%de la sociedad está en manos de seis inversores privados.
Este reparto de participaciones supone que serán esos fondos, junto al Gobierno francés, quienes competirán de tú a tú con Telefónica una vez se resuelva la fusión entre Orange y MásMóvil. Al frente de la teleco resultante estará, presumiblemente, Meinrad Spenger. El austriaco ha sido pieza clave en el crecimiento de MásMóvil. La compañía ha pasado de ser un pequeño operador virtual a convertirse -una vez se cierre la operación- en la segunda empresa de telecomunicaciones por volumen de clientes.
Telefónica no está participada por el Gobierno español, aunque durante el coronavirus se aprobó un Real Decreto que defiende sus intereses como empresa estratégica de cara a una posible compra por parte de empresas extranjeras
El hecho de que Spenger vaya a estar al frente de la compañía fusionada deja claro quien, de forma más o menos tácita, tendrá más fuerza en el pescante que gobernará la nueva corporación. Meinrad se debe a los fondos, que son quienes adquirieron en su día MásMóvil, y los que el año pasado soportaron y permitieron económicamente la compra de Euskaltel por parte de los amarillos.
El accionariado del Grupo Orange
Orange España está participada mayoritariamente por el Grupo Orange, la empresa matriz de la compañía. El Grupo Orange, a su vez, está conformado accionarialmente de la siguiente manera: los inversores institucionales acaparan un 59,21% del total, mientras el 22,95% corresponde al Gobierno francés, que es su segundo accionista. El 7,38% está en manos de empleados del grupo y el restante 6,63% lo poseen inversores privados.
En el caso de MásMóvil, queda claro que son los fondos norteamericanos quienes tienen la voz cantante. Lo mismo sucede con Orange: el Gobierno francés es quien tiene la voz cantante. Telefónica no está participada por el Gobierno español, aunque cuenta con un Real Decreto (RD) que, de momento, le permite tener cierto control sobre lo que pueda suceder con la entrada de socios extranjeros en su accionariado.
Una ley para defender empresas como Telefónica
Durante la pandemia, el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó un RD con medidas especiales para afrontar la crisis del coronavirus. Como decimos, una de ellas pone cortapisas, y deja en el tejado del Ejecutivo la última palabra, cuando capital extranjero pretenda hacerse con compañías de interés prioritario para el país. De hecho, es algo que le da potestad, incluso, para bloquear la operación entre Orange y MásMóvil, tal y como avanzó ayer Vozpópuli.
El texto del Real Decreto refleja que se podrá ejecutar una suspensión de la liberalización de este tipo de operaciones cuando se trate de inversiones "directas sobre empresas cotizadas en España, o sobre empresas no cotizadas si el valor de la inversión supera los 500 millones de euros, realizadas por residentes de otros países de la Unión Europea y de la Asociación Europea de Libre Comercio".
El Gobierno trata con esta 'Ley Antiopas' defender los intereses de Telefónica, una empresa estratégica por ser el primer operador de telecomunicaciones español y, además, poseer la mayor infraestructura de red.
Durante la pandemia el fondo KKR realizó una OPA por Telecom Italia de 10.800 millones de euros. Pedro Sánchez no quiere que pase algo similar con Telefónica. La compañía española no atraviesa por un buen momento en bolsa. Desde hace más de un año se mueve entre los 3 y 4 euros. Ayer, Telefónica cerró la sesión en 3,98 euros.