El crecimiento del tráfico en la red inalámbrica de Telefónica, el operador con la mayor infraestructura de red tanto fija como inalámbrica en España, crece un 30% cada año.
Los 'culpables' de este incremento, sostenido en ese 30% desde hace años, está en redes sociales como TikTok o Instagram, en las que el peso del video es muy grande, pero sobre todo en las plataformas de películas y series en streaming como Netflix, Youtube (propiedad de Google), Amazon Prime Video y HBO.
El hecho de que cada vez se utilice más el teléfono para consumir los contenidos servidos por estas plataformas está detrás del aumento de la presión en las redes de Telefónica, algo trasladable al resto de las compañías incumbentes -aquellas que tienen red propia-, como lo son Orange, Vodafone y MásMóvil.
El aumento de la calidad de los sistemas de visionado es otro de los motivos (4K, 8K, etcétera). El hecho de que a mayor calidad de imagen las descargas ocupen más tamaño y las reproducciones en streaming (sin descarga) consuman más datos es otro de los motivos.
La ampliación de la red implica unos costes que debe sufragar el operador. Desde la época de César Alierta al frente de Telefónica se han sucedido quejas por el uso que hacen las empresas como Google, Netflix o Amazon de las redes de telecomunicaciones sin tener que pagar un solo euro a los operadores
Este incremento del tráfico ha sido detectado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), quien lo publicó en uno de sus últimos informes. "El tráfico de banda ancha móvil registró 1,2 millones de Terabytes en el primer trimestre de 2022, lo que supone un 30,1% más que en el mismo periodo del año anterior", explicaba hace unos días la CNMC.
El doble de consumo en dos años
Atendiendo a los datos de la CNMC -ver el gráfico que se encuentra sobre estas líneas- el consumo de datos móviles se ha duplicado en los dos últimos años, pasando de 0,60 millones de Terabytes en el primer trimestre de 2020 a los más de 1,20 millones de Terabytes registrados en el mismo periodo de este año si hablamos del global de los grandes operadores.
Resulta significativo que el tráfico sobre redes 3G apenas decrece, perdiendo tan solo un 0,3 millones de Terabytes en los dos últimos años. Si en 2020 era responsable de 0,13 millones de Terabytes del tráfico, hoy está en los 0,10 millones de Terabytes al año.
Si hablamos de la tecnología 5G, actualmente en despliegue, y de la fibra óptica, el mantenimiento de ambas infraestructuras le cuesta a los operadores 50.000 millones de euros cada año
La histórica demanda de Telefónica
Telefónica se ve obligada de forma recurrente a ampliar las capacidades de su red para asumir la demanda de tráfico, que se vio especialmente incrementada durante la pandemia del coronavirus. El hecho de que el teletrabajo, la formación o estudio a distancia y las videollamadas se establecieran como métodos preferenciales para que universidades, negocios y comunicación entre familiares se mantuvieran de forma más o menos formal, está detrás del aumento del tráfico.
La ampliación de la capacidad de red implica unos costes que debe sufragar el operador de telecomunicaciones. Desde la época de César Alierta al frente de Telefónica se han sucedido quejas por el uso que hacen las empresas Over The Top (OTT), como las antes mencionadas, de las redes de telecomunicaciones sin tener que pagar un solo euro a los operadores por ello.
Telefónica, y con ella todos los operadores de telecomunicaciones, piden que ese tipo de empresas abonen los costes de las infraestructuras. Justifican esta petición en el hecho de que están haciendo negocio al usar sus antenas y fibra óptica, pero sin participar de su desarrollo o mantenimiento. El sector de las grandes tecnológicas responde a las compañías de telecomunicaciones que estos costes ya están siendo pagados por sus clientes.
Lo que es una realidad, si hablamos por ejemplo de la tecnología 5G y la fibra óptica, es que el mantenimiento de ambas infraestructuras le cuesta a los operadores 50.000 millones de euros al año.