Economía

La guerra no ha terminado: la herencia de Isidoro Álvarez provocará nuevos choques entre socios

El acuerdo al que llegaron Dimas Gimeno y El Corte Inglés a finales de la semana pasada puso fin a la batalla judicial desatada tras su cese como presidente, pero no a los litigios que tienen pendientes Gimeno, su madre y su tío César contra las hermanas Álvarez Guil por su gestión de la herencia de Isidoro Álvarez. También colea el proceso penal contra el jefe del Área de Seguridad de los grandes almacenes…

  • Dimas Gimeno (izda), Marta y Cristina Álvarez Guil y Florencio Lasaga.

El acuerdo alcanzado por Dimas Gimeno y El Corte Inglés unas horas antes de la celebración de la Junta General Accionistas de la compañía, el pasado domingo, puso fin a la batalla legal que se desató tras la destitución del empresario como presidente de los grandes almacenes y posibilitó la celebración de una Asamblea de socios sin cruce de acusaciones y golpes bajos. Sin embargo, esta tregua temporal no ha aplacado el enfrentamiento que viven los descendientes de Isidoro Álvarez como consecuencia de la gestión de su herencia, dentro de Cartera de Valores IASA. Tampoco ha afectado al proceso penal que Gimeno puso en marcha para denunciar las supuestas irregularidades que se cometieron dentro del Área de Seguridad de la empresa que encabezó hasta el pasado junio. Ambos asuntos hacen que la paz entre los socios sea todavía una quimera.

El entorno de Dimas Gimeno sostenía este lunes que el acuerdo con El Corte Inglés fue posible gracias a la “generosidad” mostrada por ambas partes. El empresario considera que su cese fue irregular, pero también cree que alargar esta guerra podría ser perjudicial para la empresa, de ahí que aceptara su salida del Consejo de Administración a cambio de una indemnización pactada en 8,5 millones de euros.

La negociación estuvo dirigida por el bufete Sagardoy, en representación de El Corte Inglés; y por GTA Villamagna, de parte de Gimeno, el cual sustituyó a Cremades & Asociados durante la última parte del proceso. Precisamente, GTA Villamagna defiende los intereses de Maria Antonia Álvarez, César Álvarez y Dimas Gimeno en varios de los litigios iniciados contra las hermanas Marta y Cristina Álvarez Guil –hijas adoptivas de Isidoro Álvarez- como consecuencia de su administración de Cartera de Valores IASA, la sociedad que agrupa la herencia de quien fuera presidente de El Corte Inglés entre 1989 y 2014, según han explicado a Vozpópuli fuentes conocedoras de estos frentes judiciales.

En total, son cinco los pleitos que hasta el momento se han presentado para denunciar la gestión que se ha realizado de esta empresa. Dos de ellos –que se han acumulado en uno- tienen que ver con la reestructuración de Cartera de Valores IASA y con la reducción de capital de 120 millones de euros, en noviembre de 2016, que salió adelante con el voto favorable de las hermanas Álvarez Guil. Ambas causas fueron iniciadas, por un lado, por María Antonia Álvarez, y, por otro, por César Álvarez.

El tercer procedimiento –que es civil y no mercantil- está relacionado con la reclamación de 5 millones de euros de la herencia de Isidoro Álvarez que su hermana, María Antonia, considera que no ha recibido por una mala gestión de su testamento, mientras que las otras dos demandas tienen que ver con la condonación de deudas y el cambio de titularidad de determinados adeudos, en beneficio de Marta y Cristina Álvarez Guil, según consideran los denunciantes.

Socio significativo de El Corte Inglés

La situación, evidentemente, afecta a la estabilidad de El Corte Inglés, toda vez que Cartera de Valores IASA cuenta con el 22% de sus participaciones. Sus accionistas mayoritarias son las hijas adoptivas de Isidoro Álvarez, con el 69% de las participaciones en su poder. Dimas Gimeno, César Álvarez y María Antonia Álvarez se encuentran entre sus socios minoritarios.

Por otra parte, también está pendiente del veredicto de los tribunales la querella presentada a finales de junio por Dimas Gimeno contra uno de los responsables de los Servicios de Seguridad de la compañía, Juan Carlos Fernández Cernuda, por un presunto delito societario y otro de corrupción entre particulares.

Entre otras cosas, en la querella Gimeno acusa a Fernández Cernuda de facturar presuntamente "grandes cantidades" a El Corte Inglés por servicios relacionados con la seguridad a través de "sociedades interpuestas participadas por amigos y familiares", entre ellos su madre.

Fundación Ramón Areces

Otro de los asuntos que podría explotar en los próximos meses es el relacionado con el control de la Fundación Ramón Areces, que está presidida por Florencio Lasaga, pero en cuyo patronato están representados los primos que mantienen el conocido enfrentamiento familiar. Cualquier cambio en la presidencia de esta entidad será importante en el devenir de El Corte Inglés, dado que es su principal accionista, con el 37% del capital.

Mientras se resuelven estos asuntos, Jesús Nuño de la Rosa agotará sus primeros meses al frente de la compañía, con el anunciado propósito de devolver la estabilidad a la cúpula de la compañía y profesionalizar determinados aspectos de su gobierno corporativo. Del éxito de sus plan de negocio dependerá el futuro de este gigante empresarial español. 

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