Economía

La extensa "tradición" de Junts y PP: las veces que han votado juntos

La ronda de contactos de Feijóo puede propiciar un deshielo en las relaciones del PP con los nacionalistas conservadores que pactaron con Aznar y Rajoy

  • Carles Puigdemont y Mariano Rajoy, en el Palacio de la Moncloa.

Impuestos, medidas de apoyo a la empresa, reforma laboral, vivienda y okupas son algunos de los temas en los que PP y Junts tienen importantes puntos de encuentro y han votado juntos en los últimos tiempos. Ni el procés y la fuga de Puigdemont ni el divorcio de Junts y del PDeCAT han conseguido diluir una agenda económica parecida. Una agenda económica que les une desde hace décadas y que comparten con el PNV, pero no con ERC y Bildu.

A la espera de ver si finalmente se reúne esta semana con Junts, la ronda de contactos previos a la sesión de investidura previsiblemente fallida que Alberto Núñez Feijóo quiere inaugurar este lunes y en la que va a estar el PNV puede servir al Partido Popular para propiciar el deshielo en sus relaciones con nacionalistas conservadores con los que venía pactando hasta 2017 y que sustentaron gobiernos de José María Aznar y Mariano Rajoy. A nadie se le escapa que una agenda económica compartida no puede competir con una amnistía, pero lo importante para algunos observadores es reconstruir puentes.

"Vamos a hablar con todos los grupos parlamentarios, sin incluir a Bildu. Junts es un grupo parlamentario que, al igual que ERC, más allá de las acciones que cuatro personas, cinco, diez, las que fueran, llevaran a cabo, representan a un partido cuya tradición y legalidad no está en duda. Por lo tanto vamos a hablar con todos menos con aquellos que no han condenado el terrorismo", ha asegurado el vicesecretario de Asuntos Institucionales del Partido Popular, Esteban González Pons, en Onda Cero.

Estas declaraciones causaron malestar interno en el PP pero sólo las ha criticado en público Alejandro Fernández, presidente de los populares catalanes. De momento, desde el partido se plantea que reunirse no quiere decir negociar ni pactar y que pretenden presentar su programa a todos los grupos menos a Bildu.

En el terreno de los impuestos, el programa del PP promete una rebaja del IRPF para rentas de menos de 40.000 euros, acabar con el impuesto a grandes fortunas y revisar los de banca y energéticas, junto con medidas contra las barreras administrativas y a favor de la empresa y la inversión. Unas propuestas en las que puede coincidir con Junts o con el PDeCAT, del que se divorció en 2020.

El consejero de Economía y Hacienda de la Generalitat entre 2021 y 2022 Jaume Giró, de Junts, encabezaba el alma liberal del Govern de coalición con ERC y planeaba rebajas fiscales.

El ala proempresa, en los márgenes

Con todo, el ala pragmática y proempresa de la política catalana sigue de momento en los márgenes. El propio Giró sopesó presentarse pero finalmente declinó concurrir a las primarias de Junts para ser el candidato en las elecciones generales del 23 de julio dos días después de anunciar que daba el paso.

No está claro el papel que está jugando el ex diputado Josep Sánchez Llibre, mano derecha del líder de UCD Josep Antoni Duran Lleida, con quien participó en el pacto del Majestic entre PP y CiU que capitanearon José María Aznar y Jordi Pujol en 1996.

El ahora presidente de la patronal catalana, Foment del Treball, y vicepresidente de CEOE habría pasado de coquetear con Núñez Feijóo en junio, que le propuso ser ministro de Economía, según Ara, a mediar ahora con Puigdemont para que invista a Pedro Sánchez, según algunas fuentes empresariales.

Los 'trofeos' del pacto del Majestic

Con todo, más allá de la agenda económica blanda, en el pacto del Majestic, CiU le arrancó a Aznar un nuevo sistema de financiación autonómica y la finalización de traspasos, la cesión del 30% del IRPF a las autonomías, capacidad normativa sobre los impuestos cedidos y el traspaso del Inem y de las políticas activas de empleo a la Generalitat.

A todo esto se sumó la supresión de los gobernadores civiles, el desarrollo del modelo policial catalán, el traspaso de competencias en materia de tráfico a Cataluña, la transferencia de la gestión de puertos, costas y suelo a las autonomías, que fueron incluidas en la toma de decisiones sobre la Unión Europea y en las delegaciones españolas ante los entes comunitarios, y la supresión del servicio militar obligatorio.

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