El pasado jueves un titular inundó la prensa económica: “Unos 30.000 pensionistas españoles muertos siguen cobrando su pensión”. La información salió del Informe de fiscalización de 2014 elaborado por el Tribunal de Cuentas y provocó incluso un desmentido oficial por parte del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, que negó por activa y por pasiva la cifra y aseguró que el riesgo de falta de detección del fallecimiento de un beneficiario de pensión es "prácticamente nulo o inexistente".
¿Por qué esta polémica? ¿De dónde salen entonces las cifras? Según ha podido saber Vozpópuli, el organismo fiscalizador cometió un grave error al contrastar un registro depurado de la Seguridad Social con otro sin depurar del Registro Civil, que contenía DNI duplicados e incluso triplicados y muchos datos sin contrastar que, al comparar con el registro depurado, arrojan una cifra muy poco realista de falsos pensionistas fallecidos.
El intercambio de datos
Vamos a explicar el proceso para que quede más claro. El Instituto Nacional de Estadística (INE) recibe cada mes toda la información sobre boletines, registros y certificados de defunción que se producen en España. Después envía los datos recopilados al Registro Civil, que compara la información que recibe con la que ya tiene y hace su propio fichero de fallecidos. Una vez elaborado, ese fichero se distribuye a otros organismos, como la Seguridad Social.
La Seguridad Social depura los datos comparándolos con los que recibe diariamente del Ministerio de Justicia. Además, también le llega información de las direcciones provinciales del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y de la obligación para los residentes en el extranjero de presentar anualmente una fe de vida. Con el cruce de todos estos datos, le salen las identidades reales de los fallecidos que deben dejar de percibir la pensión. Y en ese ejercicio de depuración elimina muchos nombres que por errores humanos figuran como fallecidos a pesar de que siguen vivos.
El Tribunal ha cruzado el histórico de fallecimientos desde 1987 con la nómina de las pensiones
¿Qué ha hecho el Tribunal de Cuentas? Cruzar el histórico de fallecimientos registrados desde 1987 hasta agosto de 2015 del Registro Civil (fichero sin depurar) con la nómina de pensiones de diciembre de 2014 y octubre de 2015 (fichero depurado). Y ¿por qué hay tantos errores en los datos del Registro Civil? Las fuentes explican que en ese fichero hay datos de hace 30 años y que muchos hacen referencia a personas nacidas mucho antes, cuando ni siquiera existía el Documento Nacional de Identidad.
Y aunque el DNI empezó a funcionar en los años cincuenta, tuvieron que pasar unos cuantos años para que hubiera registros informáticos y un control estricto de este tipo de documentos. La falta de información primero y la falta del control sobre la información años después ha podido generar muchas duplicidades y errores en ese registro.
Por ejemplo, el DNI de un fallecido recogido por el INE podía generar en el registro tres nombres diferentes, pero en realidad solo una de esas tres personas había fallecido. ¿Cómo puede haber tres personas con el mismo DNI? Cuando el sistema no estaba informatizado era mucho más difícil controlar la adjudicación de cada número de DNI. Se han podido dar casos en los que se ha facilitado un mismo número a un ciudadano nacido en Madrid y a otro nacido en Murcia. O también podían surgir fallos al anotar las identificaciones de forma manual.
Hoy en día es casi imposible que se duplique un DNI, pero no siempre fue así
Según las fuentes, hoy en día es impensable que haya dos personas con un mismo número de identidad y a partir del DNI se puede obtener muchísima información de una persona. Pero esto no siempre fue así y hay que tener cuidado cuando se analizan datos antiguos que pueden contener infinidad de errores y dar lugar a informaciones falsas. Parece que esto es lo que le ha podido pasar al Tribunal de Cuentas. “Ha cruzado ficheros que no debería cruzar”, señalan.
Así, fuentes del Ministerio de Empleo han asegurado a este periódico que la cifra que publica el Tribunal de Cuentas es “rotundamente falsa”. Además, lamentan que el Tribunal no haya tenido muy en cuenta las alegaciones que envió el Ministerio cuando aún se estaba elaborando el informe, en las que ya dejaban claro que la cifra no era real.
Sí reconocen que puede haber pequeños errores, pero casos contados y excepcionales. Por ejemplo, una persona que fallece y que nadie se entera de la muerte hasta que pasan unos cuantos días. O personas que mueren en los últimos días de mes, coincidiendo con el abono de la pensión. En cualquier caso, estos errores son pocos y se subsanan rápidamente.
El 95% de las defunciones en 2014 se comunicaron diariamente
En el desmentido oficial, el Ministerio aseguró que el 95% del total de defunciones producidas en España en 2014 (395.830) fueron comunicadas por el Ministerio de Justicia al Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) a través del intercambio electrónico diario con un desfase inferior a seis días entre la fecha de la defunción y la fecha de la comunicación. El 5% restante se detecta a través del INE y otros procedimientos.
“Este procedimiento garantiza el máximo rigor en el abono de las pensiones. El riesgo de falta de detección del fallecimiento de un beneficiario de pensión es prácticamente nulo o inexistente”, asegura. Además, recuerda que cuando se produce un abono indebido por cualquier causa, la Seguridad Social puede reclamar su devolución, lo que garantiza en todo momento la protección de los recursos públicos.