La patronal aseguradora Unespa ha diseñado una página web llamada 'Ahorrar da mucha vida' para ayudar a los ciudadanos a escoger los productos que son más adecuados para ahorrar para la jubilación, sobre todo en función de cuándo quieren pagar a Hacienda, y poder complementar la pensión pública cuando se jubilen.
Para ello, hacen varias preguntas al usuario para poder clasificarlo en función del riesgo que quiere asumir en su inversión, diferenciando entre conservadores, dinámicos, "sin prisas" y "sin ataduras", de menor a mayor tolerancia al riesgo.
La clave está en los impuestos y cuándo quiere tributar el ahorrador. Para aquellos que siendo conservadores prefieren pasar por la caja de Hacienda cuando realicen las aportaciones al plan, Unespa recomienda los Planes de Previsión Asegurados (PPA), que permiten ahorrar fiscalmente al hacer contribuciones pero no dejan disponer del dinero hasta la jubilación.
En estos productos se puede reducir las aportaciones en la base imponible del IRPF con un límite máximo de aportaciones por valor de 8.000 euros al año.
Para los inversores más dinámicos, además de los PPA, Unespa sugiere los Planes de Pensiones Individuales, mientras que para el ahorrador sin prisa propone también la reinversión de activos rentas vitalicias.
"Me interesa esta opción si tengo 65 años o más y voy a vender o ya he vendido (siempre que no hayan transcurrido más de 6 meses desde la venta) una segunda vivienda (es decir, un inmueble que no sea la vivienda habitual), unas acciones, fondos de inversión, tierras, una oficina de farmacia, una licencia de taxi, o cualquier otro bien o derecho que dé lugar a una ganancia patrimonial", explican en la web.
En ese escenario, si se reinvierte todo o parte del importe de la venta en una renta vitalicia asegurada, hasta un importe máximo de 240.000 euros por persona, la ganancia patrimonial queda exenta de pagar impuestos, detallan.
Para los que no quieren pagar al cobrar el dinero
En el caso de que el inversor prefiera ahorrarse los impuestos cuando cobre el dinero del producto, Unespa apuesta por los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS), con los que la rentabilidad no tributa si se mantienen más de cinco años hasta recibirlos como renta vitalicia, y que pueden ser garantizados o Unit Linked (no tienen garantía, el ahorrador asume todo el riesgo).
Apuestan también por los Seguros Individuales de Ahorro a Largo Plazo (SIALP), en los que la rentabilidad tampoco tributa si transcurren cinco años y no hace falta rescatar el dinero como renta vitalicia sino que se pueden percibir como capital, pero las aportaciones no pueden superar los 5.000 euros al año.
El tercer producto para los conservadores son las rentas temporales y vitalicias con "herencia" total o parcial, que tributan como rentas del ahorro al tipo fijo del 19% si son inferiores a 6.000 euros o al 21% si están entre esa cantidad y 50.000.
"La fiscalidad es especialmente beneficiosa si contrato la renta vitalicia a partir de los 70 años. Asumiendo que cobre una renta vitalicia mensual de 1.000 euros, sólo integraría como renta del ahorro el 8% de esa cantidad, es decir, 80 euros, que al tipo del 19% darían lugar a una tributación de 15,2 euros. Es decir, que de los 1.000 euros brutos que percibiría, me quedarían 984,8 euros (sólo pagaría 15,2 euros)", explican.
Los que tributan como cualquier forma de ahorro
Por último, hay algunos productos que la patronal de seguros recomienda para cuando el ahorrador quiere tributar como cualquier renta del ahorro.
Para los conservadores recomiendan seguros que garantizan un capital -que se pueden cobrar (el ahorro acumulado más la rentabilidad) en un solo pago en una fecha determinada que no tiene por qué coincidir con el momento de la jubilación y permite disponer del dinero a corto plazo- y seguros con participación en beneficios -que ofrecen una rentabilidad fija mínima y una rentabilidad variable-.
Si el inversor es dinámico añaden en este apartado los citados Unit Linked y para los que no tienen ataduras los tres anteriores.