La propagación del coronavirus ha supuesto un duro golpe para el sector de la automoción que, en su compromiso con las autoridades sanitarias, ha paralizado en bloque su actividad de producción y comercialización de vehículos en todo el territorio nacional. Una decisión que ha supuesto parar en seco uno de los sectores que mayor aportación realiza al PIB español (10%) y que representa el 9% del empleo y la reactivación comercial no tiene un calendario claro de aperturas aún, aunque todo apunta al próximo lunes día 11.
Las previsiones que se manejaban hasta ahora han quedado desfasadas por las circunstancias excepcionales que estamos afrontando, al prolongarse el estado de alarma. Todo ello, va a condicionar la evolución no sólo del automóvil, sino también de la economía, del empleo y de la confianza de los consumidores a lo largo del año y posiblemente en años posteriores. Esta situación ha motivado que la patronal de los fabricantes Anfac y la patronal de concesionarios Faconauto hayan empeorado sus previsiones de mercado para cierre de año.
Un mercado que, según las estimaciones consensuadas entre ambas, va a caer entre un 40% y un 45% en este 2020, con unos volúmenes cercanos a las 700.000 unidades, una cifra que se remonta a hace casi treinta años, a 1993, cuando se matricularon poco más de 740.000 unidades. Este escenario ya tiene en cuenta un periodo de estado de alarma y confinamiento de dos meses, con una desescalada progresiva desde el mes de mayo, y una caída del PIB de entre el 5% y el 6%.
Los dos primeros trimestres posteriores a la finalización del estado de alarma serán duros en cuanto a las ventas de vehículos, por el incremento exponencial de la incertidumbre económica entre los consumidores, con tendencia a ir mejorando lentamente a partir del verano, siempre con cifras de comercializaciones muy por debajo de las registradas en 2019. “Es imprescindible tomar en cuenta la situación de especial debilidad en la que se encuentra el sector de la automoción, uno de los pilares de la economía española y el único sector industrial que lleva parado en seco más de un mes”, explicó José López-Tafall, director general de Anfac.
Por eso es urgente y necesario “poner en marcha cuanto antes medidas de estímulo coyunturales a la demanda de vehículos, que acerquen las nuevas tecnologías, más eficientes y seguras, a los ciudadanos y evitar así que opten por vehículos de más de 15 años, con un impacto muy negativo tanto en términos medioambientales como de seguridad vial”. López-Tafall explicó que “la experiencia demuestra que las ayudas a la automoción tienen un retorno muy positivo, tanto en términos económicos, porque por cada euro aportado se recaudan 1,7 euros en ingresos fiscales”.
“Es necesario recuperar de manera rápida un mercado interno fuerte que proteja el empleo y fortalezca la competitividad de las fábricas de automóviles en España, también dependientes de nuestra demanda interna. Uno de cada cuatro vehículos que se producen en el país se quedan en nuestro mercado nacional”, apuntó López-Tafall. “No podemos permitirnos estas previsiones, porque somos un pilar básico de la economía y del tejido empresarial. No olvidemos que, en todas las comunidades autónomas y provincias, la actividad de los concesionarios tiene un peso determinante en su economía y en generación de empleo”.
Reclaman desde Anfac por ello trabajar de manera urgente en reactivar la demanda interna, y para ello contar con un plan firme y generoso que impacte sobre las economías familiares y de los autónomos, que son las que más están sufriendo las consecuencias de esta crisis, para que no renuncien a sus necesidades de movilidad. “Sin clientes en nuestros concesionarios, la maquinaria de la automoción no se pone en marcha. Ahí es donde empieza todo el proceso”, señalan desde la patronal.
11 millones de euros en EPI
Precisamente, la inminente apertura de los concesionarios, aunque con limitaciones, ha llevado a la patronal de los mismos, Faconauto, a recomendar que los concesionarios oficiales abran el 11 de mayo, aplicando los protocolos sanitarios más exigentes para salvaguardar la seguridad de clientes y empleados, a pesar de que podrían hacerlo ya desde el próximo lunes día 4. De esta manera, la distribución oficial apuesta por una apertura ordenada, en la que se primará la seguridad de sus empleados y clientes.
Los concesionarios oficiales abrirán así sus puertas siendo espacios cien por cien seguros y libres de covid-19, ya que aplicarán los protocolos sanitarios más estrictos, en línea con el Protocolo de Protección y Prevención elaborado por Faconauto, Anfac y Sernauto junto a los dos principales sindicatos, UGT y CC.OO. Para cumplir con dicho protocolo, los concesionarios han invertido 11 millones de euros con los que se han aprovisionado de los equipos de protección individual (EPIS) y de los procedimientos adecuados para desinfectar sus instalaciones.
Faconauto recuerda el compromiso de los concesionarios desde la declaración del estado de alarma al haber mantenido un servicio de urgencia, que estará operativo hasta el día 11 de mayo, que ha dado soporte a los clientes y sectores clave durante la crisis del coronavirus, y que desde el pasado 14 de marzo han atendido más de 150.000 urgencias.