El fin de la moratoria concursal anticipa un crecimiento de los concursos de acreedores y que afloren empresas 'zombis'. La nueva ley no entrará en vigor hasta agosto y, mientras tanto, se buscan soluciones 'in extremis' que eviten el desconcierto y una avalancha de quiebras en los juzgados. En este sentido, Podemos y PSOE llegaron el pasado miércoles a un acuerdo transaccional en torno a dos enmiendas presentadas por Unidas Podemos y cuya finalidad es facilitar la supervivencia de proyectos empresariales que siguen siendo viables, a pesar de estar atravesando una fase de insolvencia, mediante el rescate por parte de los propios trabajadores, constituidos en sociedad laboral o cooperativa.
Esta propuesta lleva el 'sello' de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, que lleva meses trabajando en impulsar esta modalidad con el encargo de estudios e informes para analizar sus posibilidades, según informan a Vozpópuli fuentes conocedoras.
El Ministerio trabaja con la posibilidad de que apoyar esta vía con un fondo. El Consejo de Ministros aprobó en marzo la constitución del Fondo Red para la solicitud de los nuevos ERTE creados en la reforma laboral. Precisamente, el Ministerio de Trabajo acaba de publicar en audiencia pública el Real Decreto por el que se desarrolla el Mecanismo RED de Flexibilidad y Estabilización del Empleo para la creación del Fondo.
Asimismo, el PERTE de la Economía Social y la Economía de los Cuidados también incluye una partida presupuestaria para promover la recuperación de las empresas por la vía laboral.
Silvia Beltrán, abogada y socia de Red Jurídica, reconoce que la recuperación de empresas a través de cooperativas y sociedades laborales en España era posible pero es, aún, "residual", principalmente porque los trabajadores desconocen que existe esta posibilidad. "La nueva ley concursal va a facilitar y permitir que los trabajadores puedan capitalizar el paro y eso promoverá la recuperación de empresas por esta vía", destaca.
Como ejemplos, Beltrán menciona Italia o Argentina, países donde esta vía se ha explorado más, sensibilizando también a los trabajadores con este concepto.
Sobre las empresas susceptibles de esta recuperación, Beltrán menciona aquellas de entre 9 y 50 trabajadores, con una facturación de hasta 2,5 millones de euros y que forman parte, preferentemente, de los sectores del comercio, construcción, industria y energía, hostelería y actividad profesional. "En el caso de las grandes empresas, éstas son adquiridas por la competencia o liquidadas y en el caso de las microempresas son mayoritariamente liquidadas antes de que se detecte la posibilidad de ayudarlas, intervenir o reconducir su actividad", explican.
Los concursos marcan la cota más alta desde 2014
El Banco de España (BdE) alertó hace unos días de que los concursos de empresas han crecido durante la pandemia incluso con la moratoria concursal. En un informe publicado el pasado martes sobre la evolución de la solvencia empresarial, el supervisor advierte que estos repuntes han sido especialmente intensos en algunas ramas jurídicas, como los empresarios individuales, y sectores, como la hostelería, con cifras cinco y dos veces más elevadas que las de 2019, respectivamente.
Los concursos de acreedores de empresas alcanzaron en mayo, en los prolegómenos del fin de la moratoria concursal, el nivel más alto de toda la pandemia y desde noviembre de 2014, tal y como informó Vozpópuli. Según las estadísticas mercantiles del Colegio de Registradores, el pasado mes se declararon 521 concursos, un 33% más que en abril. A la pandemia se han sumado este año la guerra en Ucrania, elevando los costes energéticos y acentuando los problemas de suministro, con un impacto negativo en los márgenes empresariales.
En 2021, se registraron 4.714 declaraciones concursales, frente a las 3.632 de 2019 (cuando los concursos ya estaban aumentando); es decir, un 30% más. En el primer mes de este año también se registraron un 25% más de concursos que en el mismo mes de 2019, pero la cifra fue algo inferior a la de 2020, también antes de la pandemia. En febrero y marzo los concursos siguieron creciendo hasta los 387 y 499, respectivamente. En abril, se produjo un descenso intermensual e interanual, con 391 declaraciones concursales (frente a las 470 del mismo mes de 2021). Sin embargo, el mes de mayo ha marcado un nuevo máximo.
Los beneficios empresariales cayeron en tasa intertrimestral 6.615 millones de euros, según la Contabilidad Nacional del primer trimestre del Instituto Nacional de Estadística (INE). La última encuesta sobre la actividad empresarial (EBAE) del Banco de España destaca que la facturación muestra una "notable heterogeneidad" por sectores. Mientras las ramas de servicios (hostelería, transporte y ocio) proyectan un comportamiento muy favorable en el segundo y tercer trimestre del año por la eliminación de las restricciones, la facturación se estaría reduciendo en la agricultura, la construcción y las actividades administrativas.