Roman Abramovich ha decidido poner en venta la propiedad del Chelsea, actual campeón de Europa y el mundo, comprometiéndose a no reclamar al club lo que este le debe. Lo ha comunicado él mismo a través de una nota de prensa difundida por el equipo de fútbol que compró en 2003 por más de 100 millones de euros.
La presión sobre el multimillonario ruso ha ido en aumento desde que el diputado del partido laborista Chris Bryant pidiera en la Cámara de los Comunes que se le requisaran los bienes en el país como consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
"Siempre he tomado las decisiones con el interés del Chelsea en mi corazón. En la actual situación, he tomado la decisión de vender el club, dado que creo que es lo mejor para él, sus aficionados, sus empleados, patrocinadores y socios", ha afirmado el empresario. "Esta ha sido una decisión increíblemente difícil de tomar, y me duele separarme del club de esta manera".
El pasado sábado, Abramovich cedió la gestión del Chelsea a la fundación tras casi 20 años en el cargo, lamentando la «horrible y devastadora» situación en Ucrania, pero evitando mencionar a Rusia. En el comunicado de este miércoles, ha vuelto a omitir el nombre de su país.
"La venta del club no será acelerada sino que seguirá el debido proceso. No pediré que se devuelva ningún préstamo. Esto nunca ha sido por negocios ni por dinero para mí, sino por pura pasión por el juego y por el club", ha incidido. La deuda del Chelsea con él superaría los 1.800 millones de euros, prácticamente lo mismo que vale el propio club, según una estimación de la consultora KPMG. La fortuna de Abramovich rondaría los 11.500 millones de euros, según la revista Forbes.
Asistir a las "víctimas" en Ucrania
"Además, he dado instrucciones a mi equipo para que establezca una fundación benéfica a la que se donarán todas las ganancias netas de la venta. La fundación será en beneficio de todas las víctimas de la guerra en Ucrania. Esto incluye proporcionar fondos críticos para las necesidades urgentes e inmediatas de las víctimas, así como apoyar el trabajo de recuperación a largo plazo", ha asegurado Abramovich.
Al empresario ruso se le ha vinculado directamente con el presidente Vladímir Putin, con quien compartió afiliación e incluso gestión política -fue nombrado gobernador de la provincia de Chukotka por el mandatario- durante la primera década del siglo XX. A lo largo de esa misma década, Abramovich vendió su petrolera Sibneft por 11.000 millones a Gazprom, controlada por el Gobierno ruso que encabezaba el propio Putin.
Tras la ofensiva rusa en Ucrania, varios medios aseguraron que se le prohibiría la entrada en el Reino Unido, lo que no ha sido confirmado por las autoridades del país. El propio empresario ha asegurado que "espera" poder asistir al estadio Stamford Bridge una "última vez" para "despedirse de sus fans en persona".
"Otras tres personas y yo recibimos una oferta el martes para comprar"El multimillonario suizo Hansjörg Wyss, sobre el Chelsea
Por lo pronto, ya se especula sobre una "guerra de ofertas" por su propiedad sobre el Chelsea. "Otras tres personas y yo recibimos una oferta el martes para comprar", ha asegurado el multimillonario suizo de 86 años Hansjörg Wyss al periódico Blick. Además de expropietario de la fabricante de implantes Synthes, Wyss ha sido filántropo de causas progresistas en EEUU.
Junto a otro filántropo estadounidense y propietario de Los Angeles Dodgers del béisbol americano, Todd Boehly, han sido tentados para formar un consorcio que podría hacerse ahora con el Chelsea, si bien Wyss ha asegurado que el empresario ruso ha pedido "mucho" porque el club "le debe 2.000 millones y no tiene dinero". El propio Abramovich se ha comprometido ya este miércoles a no reclamarle nada a la institución.