La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) rebaja su previsión de crecimiento del PIB al 4,2%, una décima por debajo de lo que estimó en abril (4,3%) y eleva 1,3 puntos la inflación esperada hasta el 7,8% (frente al 6,5% estimado en mayo, hace sólo dos meses). Así consta en el Informe sobre la Ejecución Presupuestaria, Deuda Pública y Regla de Gasto 2022 de las AAPP, presentado este viernes y en el que actualiza sus previsiones macroeconómicas y fiscales.
El crecimiento económico no se revisa prácticamente, seguirá ligeramente por encima del 4% este año gracias a la buena marcha del sector servicios y el turismo, y también al comportamiento favorable del empleo. Sin embargo, "la inflación está teniendo un impacto fuerte sobre la situación de los hogares y la confianza se está desplomando tanto en España como en Europa", han alertado.
En este sentido, se intensifican los riesgos a la baja de cara al otoño y 2023, por lo que "es bastante probable que en el informe de octubre de los Presupuestos haya una nueva revisión", ha avanzado la presidenta de la AIReF, Cristina Herrero. Las estimaciones de crecimiento para 2023 se realizarán en septiembre, en el aval del cuadro macroeconómico que acompañará a los Presupuestos.
Entre los riesgos destacan la amenaza de un corte del suministro del gas ruso y una posible recesión en la Unión Europea; la evolución del consumo privado por la merma del poder adquisitivo y la confianza de los consumidores; y las dudas sobre el impacto del plan de recuperación, que de momento se mantiene en 1,8 puntos porcentuales pero "existen indicios de que podrían producirse menos inversiones", según la AIReF.
Otro riesgo central es la escalada de la inflación, que sigue sorprendiendo al alza. Finalmente, la AIReF también destaca el fin de la moratoria concursal el pasado 30 de junio como un riesgo que podría producir un aumento de las quiebras empresariales e impagos de los créditos ICO.
Respecto al escenario fiscal, el déficit se incrementa en tres décimas su estimación hasta el 4,5% del PIB, todavía inferior al 5% que prevé el Gobierno, reduciéndose en cerca de dos puntos y medio respecto a 2021. Por su parte, la deuda estará en el entorno del 114% del PIB en 2022 gracias al crecimiento económico.
Pide una estrategia fiscal
Sin embargo, Herrero ha destacado que esta dinámica se agota a medio plazo y a partir de 2025 se entrará en un escenario descendente si no se reduce el déficit primario. En este sentido, recomienda una estrategia fiscal a medio plazo, pues "se ha perdido interés en unos objetivos anuales" y "existen márgenes fiscales ficticios" por el efecto positivo de la inflación a corto plazo en las cuentas públicas y la distorsión temporal de la asignación de recursos entre subsectores.
Ahora que la Administración central y las comunidades autónomas "tienen que elaborar los Presupuestos para 2023, deberían enmarcar esta planificación presupuestaria para el próximo año dentro de una estrategia fiscal más amplia, que nos permita identificar que ingresos y gastos tienen un carácter más coyuntural o estructural", ha señalado la presidenta de la AIReF.
Herrero ha explicado que el objetivo de este informe es alertar de si existe riesgo de incumplimiento de los objetivos fiscales fijados para el año en curso, pero como el informe se plantea en un contexto excepcional con suspensión de reglas fiscales, el alcance del informe en este año es actualizar las previsiones macroeconómicas para 2022 emitidas en el Programa de Estabilidad de mayo.
Sin embargo, "falta información del presupuesto en términos de Contabilidad Nacional, también falta información de la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y también tenemos información incompleta de los riesgos fiscales. Esto es algo que viene siendo habitual", ha denunciado la presidenta. Además, "hay limitaciones derivadas de la gran incertidumbre, las perturbaciones hacen cada vez más difícil predecir el desarrollo de éstas", ha añadido.
