La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) propone que los Gobiernos fijen un ancla de deuda y comprometan una senda de gasto de cuatro años al inicio de la legislatura. Así lo plantea en un documento técnico sobre la reforma de la gobernanza fiscal que ha presentado a la Comisión Europea y al Gobierno de Pedro Sánchez en pleno debate en Bruselas sobre este asunto, en el que propone un cambio profundo de las reglas fiscales para que los Ejecutivos se comprometan de forma directa con la senda de control de las cuentas y no sean meros comparsas de lo que establece Bruselas. En este escenario, el objetivo ideal sería que los partidos informen en sus programas electorales del gasto que piensan acometer, como ya ocurre en Holanda, según han trasladado fuentes de la Autoridad Fiscal preguntadas por esta posibilidad. Incluido el gasto en pensiones.
El organismo encargado de velar por el cumplimiento de las reglas fiscales en España presenta una propuesta que plantea un ancla de deuda específica para cada país y que la senda de gasto anual deba ser aprobada por el Parlamento nacional y las autoridades comunitarias. Los Presupuestos de cada año se deberán ajustar a dicha senda de legislatura para fomentar una convergencia firme hacia sendas de deuda más prudentes.
Este nuevo marco fiscal contemplaría una cláusula de escape para poder revisar la senda comprometida en circunstancias excepcionales.
La propuesta de la AIReF incluye un papel más importante de las autoridades de control como ella misma o IFIs en la supervisión fiscal en situaciones de bajo riesgo, manteniendo el papel central de la Comisión.
Desaparece aquí el papel clave del déficit. Este saldo estructural seguirá siendo una variable operativa en su propuesta, una herramienta de análisis que se mantiene, pero no sobre la que se planifica y evalúa la política fiscal, han explicado. Este marco se armonizará con una senda neta de medidas adicionales de ingresos.
El marco fiscal actual no ha bastado para diseñar políticas fiscales nacionales estables y predecibles y el consenso para reformarlo es unánime, entiende la AIReF, que afirma que la deuda pública en la economía española ha alcanzado niveles no vistos anteriormente en tiempos de paz. En este contexto, cree fundamental diseñar una estrategia de política fiscal a medio y largo plazo que genere márgenes de maniobra para hacer frente a futuros retos y perturbaciones económicas.
A juicio de la Autoridad Fiscal, hasta ahora, el marco fiscal vigente tras las modificaciones que se introdujeron en la gran recesión, pese al enorme entramado de reglas y procedimientos que contiene, no ha bastado para diseñar políticas fiscales nacionales estables y predecibles.
En general, constata que las políticas fiscales nacionales han tenido un carácter procíclico y no han impedido el incremento progresivo de las ratrios de deuda pública hasta valores que aumentan la vulnerabilidad de las economías ante eventuales cambios de percepción de los mercados que pueden poner en riesgo la estabilidad.
Más control sobre el gasto en pensiones
En este escenario, en el que gobiernos como el español están proponiendo excluir del control de gasto inversiones en medio ambiente, en ámbitos digitales o en infraestructuras, desde la AIReF no comparten esta visión y abogan por que la regla de gasto sea clara e incluya todas estas políticas, con la excepción del gasto cíclico en desempleo. En este sentido, consideran que el gasto en pensiones debe estar incluido, lo que en principio no ocurre en la Ley de Estabilidad Presupuestaria española y sí en el marco europeo.
Este asunto ha originado una polémica entre el Gobierno y el PP. Alberto Núñez Feijóo ha sostenido que la UE no permite que el gasto en pensiones vaya por encima de la regla de gasto, mientras que el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, insiste en que en la ley española no está incluido. En cualquier caso, fuentes de la AIReF han señalado que su propuesta es compatible con los objetivos de la Ley de Estabilidad.
La AIReF aboga por que el ancla de deuda sea lo más clara posible y que los ciudadanos puedan percibir si se cumple o no sin ser necesario un conocimiento presupuestario y varios cálculos como ocurre ahora con algunos de sus parámetros.
Esta propuesta ha sido bien acogida por la Comisión Europea, han trasladado fuentes de la Autoridad FIscal. Ha habido reuniones con el Tesoro español, pero no conocen su opinión.