Florentino Pérez quiere más...y no solo él, pero el tiempo apremia. Tanto los públicos defensores de la Superliga (Real Madrid, Barça y Juventus) como representantes de otros clubes consideran que el proyecto para la nueva Champions League auspiciado por el presidente del PSG y titular de la asociación de clubes europeos, el catarí Nasser Al-Khelaifi, es insuficiente por sí solo para superar la fractura del balompié continental. No obstante, los mensajes que llegan a este diario dejan entrever que el margen para otra solución armoniosa empieza a agotarse.
Sobre la mesa, lo que hay es una proyección de ingresos por el fútbol europeo a cargo de las comercializadoras audiovisuales Team (global) y Relevent (para EEUU): hasta 5.000 millones de euros anuales por todas las competiciones a partir de 2024 -cuando vence su ciclo televisivo actual-, con un torneo central de 36 equipos y una liguilla en lugar de grupos. Al-Khelaifi, que asimismo dirige la operadora televisiva de deportes beIN, ha reivindicado que el acuerdo con el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, se terminará de perfilar para un mayor beneficio del conjunto de los clubes respecto a los estándares actuales.
Hasta ahora, la UEFA ingresaba unos 3.250 millones anuales: tenía la última palabra sobre todo el reparto, y se quedaba con el 20% para gastos de organización y fondos de solidaridad para los no participantes, entre otros. 2.040 millones iban para los equipos de la Champions (los de la fase previa y los 32 de grupos y eliminatorias) y 510 millones, para los de la Europa League (la segunda competición), bajo criterios fijados por el ente encabezado por Ceferin.
Team y Relevent deberán conseguir a los operadores televisivos que asuman los nuevos números, algo que se descuenta que se debería consumar entre primavera y finales de 2022
En contraste, la Superliga rupturista que Florentino anunció el pasado 2021 partía de un crédito inicial del banco de inversiones JP Morgan para los 20 participantes cercano a los 4.000 millones -aún vivos-, y prometía también esa cifra de ingresos televisivos anuales. Se los repartirían casi en su totalidad con excepción de una cuota cercana al 10% de la partida audiovisual para "fines solidarios" con el resto del fútbol, y la devolución del préstamo inicial.
"No parece que la nueva propuesta televisiva (de Ceferin y Al-Khelaifi) vaya a ser suficiente, se ha conseguido subir los ingresos absolutos del formato actual con un aumento proporcional del número de partidos, pero que está por debajo de lo que la Superliga conseguía con muchos menos partidos", dice una de las fuentes consultadas, cercana a un grande del fútbol europeo.
Otra de las fuentes, del ala más rupturista, señala que el proyecto de UEFA es por ahora "ruido" de Al-Khelaifi. Reconoce que la cifra es llamativa teniendo en cuenta el elevado número de "partidos mediocres" que habría, y pone en duda que se logre finalmente. Team y Relevent serán los encargados de conseguir a los operadores televisivos que asuman dichas cifras, algo que fuentes del sector descuentan que debería consumarse entre primavera y finales de 2022 -dos años antes del evento- a tenor de las dinámicas del mercado audiovisual.
Florentino no entierra el hacha de guerra
Las fuentes consultadas inciden también en la necesidad de un cambio en la forma en que se explotan los patrocinios, algo que no está cerrado. Tampoco lo está el propio formato de la competición -lo que sí parece resuelto es que la fase de grupos se sustituirá por una liguilla con un mínimo de diez partidos por club frente a los seis actuales-. La promesa de Al-Khelaifi es que los equipos participantes recibirán una mayor cuota que actualmente, lo que permite vislumbrar un punto de encuentro con Florentino -quien ya ofreció al PSG entrar en la Superliga pero con unas "reglas de control financiero serias y reales" frente a la denunciada "laxitud" de UEFA con los cataríes.
Según las fuentes consultadas, el presidente del Real Madrid no enterrará el hacha de guerra hasta un primer pronunciamiento del Tribunal Europeo de Justicia sobre el juicio de competencias de mercado entre los clubes de la empresa de la Superliga y la UEFA como ente rector. Dicho pronunciamiento se espera para el verano de 2022.
Ceferin y Al-Khelaifi trabajan a contrarreloj para conseguir en primavera, de la mano del banco norteamericano Citi, un crédito puente para los equipos hasta la nueva Champions de entre 2.000 y 7.000 millones. El flamante pacto alcanzado con Team y Relevent podría acelerar la llegada de ese préstamo ya que se vehicularía precisamente con los derechos televisivos de los clubes como garantía, lo que casi les obligaría a todos a llegar a una suerte de acuerdo de mínimos. Hasta entonces, habrá margen para la negociación.