Este lunes es el último día para presentar una propuesta a la reforma del mercado eléctrico en Bruselas. Y la iniciativa de España se ha encontrado con siete rivales. Alemania, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Luxemburgo, Letonia y Países Bajos han enviado una carta a la Comisión Europea con propuestas para la reforma de mercado interior, en la que defienden el mercado interior europeo y no la intervención.
Estos estados miembros piden en su carta la consolidación del mercado interior, las señales de precio, la importancia de favorecer un clima inversor y al mismo tiempo la necesidad de una mayor seguridad de suministro y protección al consumidor. Su carta apunta que la reforma de mercado que va a realizar la Comisión Europea no debe poner en peligro los esfuerzos de descarbonización y el buen funcionamiento del mercado de la electricidad.
La carta que lidera Alemania rechaza la imposición de los CfDs con precio regulado a generación existente como nuclear e hidroeléctrica, que es uno de los puntos 'estrella' de la medida española. También se opone a que las medidas de intervención sean un elemento permanente del diseño de mercado. Alemania y Holanda quieren que los principios que guíen el nuevo diseño se centren en preservar los beneficios de la integración del mercado europeo de la electricidad.
"Proteger y mejorar" las inversiones
Uno de los párrafos de esta carta habla de "proteger y mejorar" los incentivos a las inversiones asociadas a la transición energética. Los siete países ven necesario un marco que aporte confianza al inversor, que sea predecible y robusto, y que aborde tanto las necesidades de renovables como las necesidades de capacidad firme.
Además, los siete países miembros son escépticos respecto a incluir de manera permanente, como parte del nuevo diseño de mercado, medidas que limiten los ingresos por no proporcionar confianza al inversor. Otra de las exigencias a Bruselas es que potencien los mercados de corto plazo y optimizar el funcionamiento de los de largo plazo.
La reforma del mercado tiene que apoyar una mayor liquidez en los mercados a plazo, para lo que será necesario analizar las barreras existentes, según su misiva. Adicionalmente, esperan que se promuevan los instrumentos financieros complementarios como los contratos a largo plazo de compraventa de electricidad (PPAs). Otro de los argumentos que critican las empresas españolas sobre la propuesta de Teresa Ribera.
Alemania quiere "señales de mercado"
También insisten en mantener las señales de mercado y asegurar la existencia de igualdad de condiciones. En este sentido, consideran que los CfDs deben ser voluntarios, no retroactivos, dirigidos a nuevas inversiones renovables, con precios fijados en subastas y no en base a precios regulados.
En otro orden de medidas, proponen mejorar la protección a los consumidores y fomentar su participación activa para beneficiarse de la transición energética.
Por último, Alemania, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Luxemburgo, Letonia y Países Bajos solicitan incrementar la resiliencia ante crisis externas y proporcionar señales de precio para el desarrollo de la flexibilidad.
Biochar
Viene una lucha encarnizada de los países sin sol para impedir que la península ibérica se lleve la industria, gracias a la competitividad de la energía fotovoltaica. En Iberia cabe un TW (1000 GW) de fotovoltaica, ocupando sólo un 2% de terrenos de secano, nadie tiene recursos así en Europa, y en África no hay seguridad. Ojalá las eléctricas patrias y foráneas que oligopolizan el mercado tengan visión de futuro y no se empecinen en rebañar el último euro a precios inflados hasta que esto pete.
Variopinto
Gobiernos de la socialdemocracia europea oponiéndose a lo que no lo es...