La Tasa Google que el Gobierno prevé poner en marcha a partir del año que viene afectará también a pymes y empresas, tal y como aseguran fuentes del sector. Las grandes plataformas tecnológicas encarecerán sus productos para amortiguar el impuesto. Este medio ha contactado, entre otras compañías, con Google y Amazon, quienes han preferido mantenerse en silencio.
Las empresas llamadas GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple) tendrán que abonar un 3% de sus ingresos al ofrecer determinados servicios, como la venta de publicidad online. Todas las corporaciones que tengan una facturación global de 750 millones de euros y 3 millones de euros en España estarán obligadas a pagar este impuesto cuando ofrezcan servicios como los antes comentados.
Una tasa que no parece vaya a ser coordinada en su aplicación por la Unión Europea. Países como Suecia, Dinamarca o Irlanda se oponen al impuesto mientras Alemania o Francia piden retrasarla a 2020 ó 2021 si no hay consenso dentro de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
Esto puede suponer la pérdida de competitividad para las empresas españolas que quieran anunciarse en Internet
"Amazon y Google, así como cualquier empresa de grandes dimensiones afectada por el impuesto, lo repercutirá en los productos que comercialice para el cliente final, sea autónomo, pyme o gran compañía. Cualquier empresa que quiera poner publicidad para dar a conocer su negocio pagará más por ella aquí que en otros países de Europa si la Tasa Google finalmente entra en vigor en España. Las compañías de nuestro país perderán competitividad frente a las de otros países. En muchos casos tendrán que dejar de publicitarse en Internet", explican fuentes consultadas por este medio.
Subidas de precio
Algo en la línea de lo que piensa Enrique Dans, profesor de Sistemas de Información en el Instituto de Empresa. "El impuesto es demencial. El Gobierno ha decidido cobrar a quien gane dinero porque le da la gana. No hay una armonización fiscal a nivel global, no es una decisión europea, sino que se hace de forma unilateral. La idea era que fuera algo consensuado, pero no lo es. España quiere cobrar a Google porque le sale de las narices. Lo más natural es que estas empresas repercutan el impuesto al cliente. No tiene sentido y por eso las compañías tratarán de equilibrar cuentas como sea, y esto pasa por subir el precio de los productos", concluye.
Desde Facua también alzan la voz contra la tasa. "Cualquier fórmula de tipo impositivo que se establezca para las empresas repercutirá en subidas de precio para el cliente final. No estamos en contra de los impuestos, pero pensamos que hay que velar porque luego no acabe pagándolos el ciudadano. Las grandes plataformas tecnológicas harán lo que sea necesario para que la cuenta de resultados se mantenga intacta, pero cuando estos actores apuestan por derivar el coste de la tasa al cliente se arriesgan a que no se contraten sus productos", explica Rubén Sánchez, portavoz de Facua.