El traspaso de Fernando Alonso (41) a Aston Martin tiene un trasfondo económico. La escudería con sede en Silverstone es la única en la parrilla, tras la negativa de Alpine, que aúna la capacidad y el interés en afrontar las pretensiones del asturiano. Y ello, en los términos de confianza e inversión para permitirle volver a soñar con un título, pero también los estrictamente salariales, cifrados en cerca de 20 millones de euros por temporada.
De hecho, según las cuentas del equipo cotejadas por este diario, la nueva escudería de Fernando pidió en diciembre de 2021 un préstamo de unos 240 millones de euros a devolver en cinco años para intentar ganar, dentro de ese plazo, el Mundial. Por dimensionar la cifra, el reglamento de la F1 establece un límite presupuestario por equipo que está ahora situado en un máximo de unos 145 millones por temporada.
La fabricante de coches de lujo regresó hace un año y medio a la Fórmula 1 como una de las vías para relanzar su imagen en el mundo tras acumular ejercicios en rojo -en 2020 llegó a perder a nivel global cerca de 500 millones-. Su mayor accionista desde 2020, un consorcio liderado por el canadiense Lawrence Stroll, se ha involucrado en la apuesta hasta el punto de que uno de los dos pilotos es el hijo del propio Lawrence, Lance Stroll (23). Su compañero será, hasta el fin de la actual temporada, el cuatro veces campeón del mundo Sebastian Vettel, el cuarto mejor pago del paddock.
Aston Martin pretende encarrilar su situación económica con una ampliación de capital protagonizada por el PIF. El fondo soberano de Arabia Saudí inyectará unos 200 millones de euros en la compañía de la que pasaría a ser el segundo mayor accionista con un 16,7%
Por delante del alemán solo están Lewis Hamilton, Max Verstappen y el propio Alonso, a quien Aston Martin ha seducido con la propuesta económica y la certeza de que será el líder absoluto de un proyecto con más futuro que presente -es ahora el penúltimo equipo del Mundial- y recursos para conseguirlo.
La fabricante de origen británico pretende encarrilar su situación económica con una ampliación de capital protagonizada por el fondo soberano de Arabia Saudí (PIF) que se terminará de consumar en el tercer trimestre de este 2022. Los saudíes inyectarán unos 200 millones de euros en la compañía de la que pasarían a ser el segundo mayor accionista -solo por detrás del consorcio de Stroll- con un 16,7%.
Arabia Saudí apuntala al nuevo equipo de Alonso
La entrada del PIF no es la primera irrupción de Arabia Saudí en Aston Martin. De hecho, los saudíes tienen ya una vinculación estrecha con la propia escudería de Fórmula 1 a través de la petrolera y gasista Aramco, controlada por el Estado saudí y protagonista en 2019 de la mayor salida a bolsa en el mundo de la historia.
A principios de año, Aston Martin y Aramco alcanzaron un acuerdo "a largo plazo" por el que la mayor petrolera del planeta se hacía con el patrocinio del equipo de Fórmula 1, competición en la que también se promocionará hasta 2030 a cambio de unos 450 millones de euros para los responsables del Gran Circo -con la Liberty Media del americano John Malone y socia de Telefónica en Reino Unido a la cabeza-.
El nuevo equipo de Alonso viene de perder unos 60 millones de euros en la temporada 2021, pero también de endeudarse por unos 200 millones para asumir sus planes de expansión de la mano de capital saudí
El acuerdo de Aramco con Aston Martin incluye el desarrollo de combustibles sostenibles -que la F1 pretende implementar esta década-, además de nuevos lubricantes y elementos no metálicos en los coches. En suma, la petrolera saudí tiene la opción de hacerse con un 10% de la propiedad de Aston Martin en la F1, según consta en las cuentas de la escudería.
El futuro equipo de Alonso viene de perder unos 60 millones de euros en la temporada 2021, pero también de endeudarse por unos 240 millones para asumir sus planes de expansión. Entre ellos se incluye el fichaje del asturiano y la contratación de Dan Fallows y Eric Blandin, con expertise como jefes de aerodinámica de Red Bull y Mercedes, las escuderías que han dominado la Fórmula 1 en los últimos doce años.