El pasado 28 de agosto, la activista Greta Thunberg llegaba a Nueva York tras cruzar el Atlántico en un velero ecológico durante 14 días para acudir a la Asamablea de Acción Cimática de la ONU organizada por el secretario general, António Guterres, el próximo 23 de septiembre.
Esta niña de 16 años ha dejado de estudiar para concienciar al planeta del grave problema que supone el cambio climático. Thunberg fue recibida en Coney Island con 17 veleros que representaban los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Todo muy visual y con un encuadre perfecto para fotógrafos y cámaras de televisión para abrir todos los medios al día siguiente y acaparar las portadas de los digitales del mundo y los telediarios.
Tres días antes, la principal banquera de España, Ana Botín, publicaba en su cuenta personal de Twitter una carta en la que ponía de manifiesto que "el cambio climático es uno de los problemas más acuciantes de nuestro tiempo" y que el Santander, como banco más grande de la zona euro, está "tomando medidas importantes" para ayudar a combatirlo.
Climate change is amongst the most pressing issues of our time. As the Euro Zone's largest bank, @bancosantander is taking important steps to do our bit to help fight it. https://t.co/43zywDeJzg
— Ana Botín (@AnaBotin) August 25, 2019
La banca se ha puesto la etiqueta 'verde', pero lo cierto es que aún queda mucho por hacer. De hecho, las mayores entidades de crédito del mundo han proporcionado 1,9 billones de dólares a empresas de combustibles fósiles desde que se firmó el acuerdo de París a finales de 2015, según el informe 'Banking on Climate Change – Fossil Fuel Finance Report Card 2019' creado por BankTrack y en el que también salen retratados los españoles Santander y BBVA con 27.000 millones de dólares entre ambos.
La banca estadounidense, JPMorgan, Wells Fargo, Citi y Bank of America, son los principales distribuidores de crédito para estas compañías del sector del carbón, el petróleo y el gas. El volumen de financiación de JPMorgan se dispara. Es un 29% más alto que el segundo banco, Wells Fargo. El petróleo sigue siendo un negocio fundamental para la banca, es evidente. Es muy complicado luchar contra el oro negro y sería una hipocresía negarlo. Como también lo es decir que los bancos sólo están comprometidos con el medio ambiente por una merca cuestión de convicción.
Otra cuestión es poder cambiar la forma en la que se hace ese negocio, de una manera más sostenible y eficiente. Verónica López, consultora de AFI, reconoció en un encuentro con Vozpópuli que "la labor de la banca de inversión, los fondos, las entidades financieras, es clave para demostrar que las inversiones en la descarbonización son rentables". Como ejemplo, las numerosas emisiones de bonos verdes que se han llevado a cabo en los últimos años y eso que hasta 2014 no se produjo la primera en España.
La banca española no tiene presencia suficiente en el exterior como para dejar la huella ecológica a cero
BBVA ya ha participado como bookrunner en 13 operaciones de este tipo y ha comprometido 100.000 millones de euros hasta 2025 en financiación verde. Banco Sabadell ha participado en la colocación de operaciones de bonos verdes de Iberdrola y Gas Naturla como una entidad colocadora en la Comunidad de Madrid. Santander también está trabajando en este ámbito.
A excepción de Santander y BBVA, la banca española no tiene presencia suficiente en el exterior como para dejar la huella ecológica a cero. Pero también es cierto que en el ámbito nacional hay en marcha muchos programas de concienciación y financiación verde que será de gran ayuda.
Acciones de la banca
En la última década, el banco de la llama roja ha repetido ocho veces entre las tres principales entidades de crédito con más financiación a energías renovables. El Santander ha puesto en marcha préstamos sindicados, bonos verdes y multitud de productos sostenibles y ha comprometido 120.000 millones de euros para 2025. Además, el banco ya gestiona más de 1.000 millones de euros en fondos con criterios sostenibles.
BBVA, bajo la dirección de Carlos Torres, ha cambiado la filosofía digital por la medioambiental. El banco anunció este verano que para 2020 todas las soluciones tendrán su producto sostenible homólogo. Por el momento, la entidad ya ha sacado la 'hipoteca verde', préstamos para coches ecológicos y una gama de fondos sostenibles.
Las finanzas sostenibles forman parte del Plan Estratégico de CaixaBank de cara al 2019-2021. El banco quiere ser "referente en gestión responsable y compromiso con la sociedad". El pasado año, participó en el mercado de préstamos verde por un importe de 1.448 millones de dólares. La entidad también tiene su propia línea de fondos con criterios ecológicos, que invierte en energía renovables, la alimentación ecológica, el reciclaje o el tratamiento.
Bankia, en su compromiso con el medioambiente, ha creado una nueva dirección de Negocio y Finanzas Sostenibles para promover la financiación de inversiones bajo criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). La entidad que dirige José Ignacio Goirigolzarri cuenta con préstamos verdes para financiar promociones inmobiliarias con certificado de sostenibilidad. Además, cuenta con una gama de 'hipotecas verdes' en colaboración con el Banco Europeo de Inversiones (BEI).
El Banco Sabadell, aparte de los bonos verdes, cuenta con una línea de renting de vehículos sostenibles, pero por el momento aún no ha sacado al mercado ningún producto hipotecarios verdes. Mediante su filial Sinia Renivables, ha iniciado un nuevo ciclo inversor de 150 millones de euros en capital para este tipo de activos.
Bankinter, es la entidad que menos aspectos verdes trata, por el momento. No ha realizado emisiones de bonos verdes y tampoco tiene productos hipotecarios renovables. No obstante, sí cuenta con fondos de inversión responsables y una línea de crédito para coches de baja emisión.