El Banco de España, siguiendo las indicaciones del Banco Central Europeo (BCE), ha dado más flexibilidad a la banca para que financien a las empresas y autónomos a los que les haya afectado la crisis del coronavirus. No obstante, esta medida, que ha sido aplaudida por el sector, también irá acompañada de más control sobre las operaciones que estén relacionadas con la crisis sanitaria.
Y es que el supervisor que preside Pablo Hernández de Cos ha pedido a las entidades de crédito que comuniquen a la Central de Información de Riesgos (CIRBE) todos los movimientos que se hagan en este sentido, "de acuerdo con las especificaciones que se comunicarán a las entidades".
Es decir, que las entidades tendrán que identificar y comunicar todas las operaciones al supervisor, incluyendo las que queden fuera de los avales públicos. Es importante porque la "flexibilidad" sólo se aplica a aquellas líneas de financiación que estén garantizadas por el Instituto de Crédito Oficial (ICO). Lo que está pendiente de decisión y comunicación a las entidades es el campo concreto de la CIRBE que se utilizará para “marcar” o identificar estas operaciones
Hay que tener en cuenta que el Gobierno decidió también que el ICO sea el encargado de analizar si los préstamos que superen los 50 millones de euros son aptos para entrar dentro de la línea de garantías del Estado creadas por la crisis del coronavirus.
Según se recoge en el Boletín Oficial del Estado (BOE), las entidades financieras sólo podrán dar el visto bueno a aquellos créditos que estén por debajo de la cuantía anteriormente mencionada, por lo que las líneas que necesiten las grandes empresas pasarán forzosamente por el Ministerio de Economia, máximo responsable en este área. Y por ende, según esta nueva circular del BdE, también tendrán que ir al CIRBE.
Uso responsable de la flexibilidad
Al mismo tiempo, el Banco de España ha pedido a las entidades financieras que hagan un uso responsable de la flexibilidad prevista en la normativa contable, por ejemplo, para catalogar los riesgos de crédito, mientras dure esta situación excepcional causada por la enfermedad.
"La situación de emergencia de salud pública creada por la propagación de la Covid-19, y las necesarias medidas de contención adoptadas están provocando una perturbación de gran intensidad para la economía española, que afecta a las empresas y a los hogares", explica la entidad.
Por ello "es necesario que las entidades financieras continúen prestando apoyo financiero a las empresas y hogares afectados negativamente por esta situación transitoria y excepcional" para "facilitar su posterior recuperación una vez se supere la crisis sanitaria".
En este contexto, el Banco de España recuerda a las entidades financieras la importancia de definir y aplicar responsablemente sus políticas contables con flexibilidad, pero sin "menoscabo de la adecuada identificación del deterioro de las operaciones y de una estimación razonable de su cobertura por riesgo de crédito".
El uso de la flexibilidad existente en el marco contable implica, entre otras consideraciones, evitar la utilización automática de aquellos indicadores e hipótesis que, "si bien pueden resultar razonables en situaciones normales, pueden no serlo en circunstancias excepcionales" no previstas en dicho marco.
