Al final llegó. Esta era la sensación generalizada este jueves entre los ejecutivos bancarios con la primera subida de los tipos de interés en más de una década en Europa. Será una realidad a partir de julio, cuando el BCE prevé aumentar el precio del dinero en 25 puntos básicos. Esta subida se reflejará en un encarecimiento de las hipotecas y el resto de créditos, pero la banca española tranquiliza a las familias, que ya están afrontando una escalada incesante de la inflación. "Es una situación asumible para la mayoría. Aún vemos que hay mucho ahorro", señala un ejecutivo bancario de uno de los grandes bancos del Ibex.

Sin ir más lejos, las familias atesoran 982.200 millones de euros en depósitos, niveles nunca vistos, según los últimos datos actualizados del Banco de España. El mensaje de tranquilidad también tiene efecto en el seno de las propias entidades, que descartan que el camino hacia la normalización de la política monetaria suponga un aumento, al menos en el corto plazo, de la tasa de morosidad. "Sólo añadirá más presión a una minoría que está más endeudada", indican fuentes bancarias.

Los equipo financieros de las entidades acogieron este jueves con "alivio" la decisión de subir los tipos en Europa, con la 'esperanza' de que vuelvan a aumentar en septiembre. El incremento del precio del dinero generará unos ingresos extra para las cuentas de las entidades, que en su mayoría tienen una exposición muy elevada al Euribor, el índice al que vinculan casi la totalidad de las hipotecas a tipo variable.

Con el inicio de la subida de tipos, ahora lo tendremos más fácil dentro de los equipos financieros de los bancos"

"Ahora lo tendremos más fácil", reconocía este jueves un director financiero de uno de los principales bancos españoles. De hecho, recuerda que los sistemas internos de los equipos financieros ni siquiera estaban preparados en 2015 cuando los tipos se adentraron en tipos negativos. La agencia de calificación S&P estima que un incremento de los tipos en 200 puntos básicos elevaría un 18% de media el margen de interés de la banca europea sobre los niveles de 2021.

El dinero tiene que valer algo

"El dinero tiene que valer algo", aseguró este jueves sin ambages Ana Botín, presidenta de Banco Santander y de la patronal bancaria europea, en un mesa redonda en el Banco de España junto a Margarita Delgado, subgobernadora, y a Andrea Enria, jefe de supervisión del BCE, de visita oficial en Madrid. La banquera describió la sensación generalizada que lleva tiempo reclamando la banca, que se queja de que tener que operar con tipos negativos es un contrasentido para el negocio. "Es sano para el sistema que los tipos vuelvan a positivo", remató Botín antes los supervisores.

El jefe de supervisión del BCE no quiso interpelar a Botín, pero desveló que el supervisor único ha realizado un análisis sobre el impacto que tendría la subida de tipos en la calidad de los activos de los bancos y los deterioros de los préstamos por posibles impagos. Y, según el jefe de supervisión del banco central, la mejora en los ingresos típicos del negocio bancario compensará un posible incremento de la dudosidad. Enria también descartó que la nueva hoja de ruta del BCE dañe el consumo, que es crucial para el buen funcionamiento de la economía. "Para los consumidores endeudados sigue siendo un escenario cómodo", apuntó.

Pese al cambio de rumbo iniciado este jueves, los supervisores no quieren que los bancos se relajen por los ingresos extra y piden a las cúpulas que se mantengan prudentes en la concesión de crédito, sobre todo por la incertidumbre generalizada que pesa sobre la economía a raíz de la invasión rusa de Ucrania. Prefieren que sean cautos ahora y así evitar una crisis financiera como la de 2012.

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