Banco Santander, BBVA, Banco Sabadell, Caixabank, Bankia y Liberbank se han hundido este lunes a mínimos históricos en Bolsa. Las únicas entidades cotizadas que aún no han ahondado en sus mayores pérdidas en el parqué español son Bankinter y Unicaja, que todavía tienen espacio para seguir cayendo. En total, los grandes bancos del Ibex han perdido más de 11.000 millones de capitalización bursátil, esto es más que el valor de Bankia, Sabadell y Bankinter juntos, que se valoran en 10.900 millones de euros en total.
Las dudas de los inversores sobre cómo afecta el brote del coronavirus a sus posiciones y la caída del precio del petróleo está llevando a una venta generalizada de acciones. Este lunes ha sido un castigo severo. El Ibex 35, tras perder un 12% de su valor en dos semanas, sufre otro desplome que no se veía desde el Brexit, con un retroceso de más del 8%.
Dentro del sector financiero, la caída más grande la ha sufrido Banco Sabadell, con un retroceso del 15,80%, lo que supone valorar a la empresa en 3.200 millones de euros, hasta los 0,58 euros por título. No obstante, por volumen, la mayor caída la ha recogido Banco Santander, que ha perdido 5.600 millones de euros en esta sesión. El banco que preside Ana Botín cotiza a cierre de mercado a 2,62 euros por título.
BBVA, que ha cedido un 12,95%, ha perdido también 3.400 millones de euros, lo que supone dar un precio a sus acciones de 3,51 euros. Caixabank, por su parte, ha cerrado este lunes negro con un retroceso del 7,8%. Esto supone un descuento en su valoración de mil millones de euros, hasta los 2,01 euros por título. En el caso de Bankia, el descuento ha sido del 8,64%, lo que supone valorar a la entidad en los 1,2 euros por acción. Bankinter ha cerrado en los 4,43 euros por título (-10,10%).
Caída del petróleo
Este lunes, el barril de Brent, la referencia del petróleo europea, ha llegado a desplomarse un 30%. En sus mínimos intradía su cotización se ha derrumbado hasta los 31 dólares, sus cotas mas bajas desde el año 2012. Este castigo llega después de que en la cumbre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) Rusia se negase a aceptar el pacto para ampliar los recortes de producción en otros 1,5 millones de barriles diarios.
Una decisión que no ha gustado al resto de productores y ha desatado este desplome. Arabia Saudí, líder de facto de la OPEP, ha abandonado sus compromisos previos al anunciar que rebajará sus precios de venta y aumentará su producción para evitar seguir perdiendo cuota de mercado frente a países como Rusia y EEUU.