La banca se anticipa a posibles problemas de reputación y riesgos de litigios ante la primera subida del precio del dinero en más de una década. Las entidades preparan un plan de acción a nivel sectorial para proteger su imagen ante el malestar que pueda generar entre la clientela el encarecimiento del crédito a familias y empresas, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
En un contexto de alta inflación y de incertidumbre económica, los bancos quieren dejar claro que la situación económica ha cambiado y que la subida del precio del crédito es una consecuencia directa de la nueva política monetaria del BCE y no obedece a un cambio comercial.
No está definida una acción concreta todavía, pero en el sector se da por sentado que las entidades harán una labor pedagógica para explicar que se deja atrás una era atípica de tipos negativos. Fuentes de la patronal bancaria AEB no hicieron comentarios al respecto.
Desde 2016, la política del BCE hundió el euribor por debajo del 0% y sólo el anuncio del aumento del precio del dinero a partir de julio, con un incremento de los tipos del 0,25%, ha provocado un repunte del principal índice al que están referencias la mayoría de las hipotecas, que cerró junio en su mayor nivel desde el verano de 2012. Con la subida del euribor, los bancos han movido también al alza el precio de las hipotecas a tipo fijo, que suponen el 75% de los nuevos créditos para comprar casas. De hecho, el tipo medio de las nuevas hipotecas ha subido al 1,66%, máximos desde octubre de 2020.
El dinero tiene que valer algo"Ana Botín, presidenta de Banco Santander
"Nos hemos olvidado de que pedir un crédito cuesta dinero", señalan fuentes próximas a los grandes bancos. "El dinero tiene que valer algo", aseguró hace unos días sin ambages Ana Botín, presidenta de Banco Santander y de la patronal bancaria europea, en un acto público en la sede madrileña del Banco de España ante el jefe de supervisión del BCE, Andrea Enria.
Lo que parece claro, según fuentes bancarias, es que los responsables de las entidades empezarán a instalar en el debate público que el encarecimiento de los créditos no es responsabilidad de los bancos. De hecho, esta puede ser una de las cuestiones que centren a finales de julio las presentaciones de resultados del sector. Bankinter abrirá, como suele ser habitual, la temporada de resultado el 21 de julio, mientras que Santander, Sabadell, BBVA y CaixaBank concentrarán en los últimos días del mes la comunicación al mercado de las cuentas de la primera mitad del año.
Imagen deteriorada de la banca
El sector aún arrastra problemas de reputación sobre todo por la ola de desahucios en la crisis de 2012. En el seno de los bancos se admite que se movieron con lentitud para trasladar su visión en el debate público, que recogió las principales proclamas de movimientos populistas. También han visto cómo se ha lastrado su imagen por la comercialización de participaciones preferentes y las cláusulas suelo, que abrieron un frente judicial sin precedentes y obligaron a las entidades a devolver millones de euros a los clientes.
Tanto la patronal AEB como los bancos intentaron dar un impulso a su imagen con la pandemia. Desde un principio, se volcaron en garantizar servicios básicos en las oficinas, como la retira de dinero en efectivo, y en mantener el grifo del crédito, fundamentalmente a las pymes, ante los problemas de liquidez. Pero, como reconocen los responsables bancarios en privado, este 'plan' no surtió efecto. "A la banca sólo se le mide por cosas malas", se resignaba hace unos días en privado un alto directivo de un banco.