La jornada del Falcon no es fija discontinua. Este avión militar ha servido al presidente del Gobierno para asistir a mítines del PSOE o a conciertos como el Festival Internacional de Benicássim (FIB). Ahora ha hecho buen uso de él la ministra de Igualdad, Irene Montero, para acudir junto a su equipo de asesoras a Nueva York, pese a contaminar más que un vuelo comercial y pertenecer a Defensa, un Ministerio al que Podemos quiere bajar el presupuesto ("lo que se gasta en el Ejército no se destina a asuntos sociales"). Pese a la profusa utilización de esta herramienta, el Gobierno se ha negado hasta en 11 ocasiones a responder las preguntas formuladas por los ciudadanos a través del Portal de Transparencia, como ha podido comprobar Vozpópuli.
Transparencia ha afeado en todas estas ocasiones al Ministerio de Presidencia su afán por ocultar información sobre el gasto económico que ha conllevado para las arcas públicas el uso del Falcon, o el número de viajes realizado por cada ministro con este transporte. El primer argumento del Ministerio que ahora lidera Félix Bolaños a las peticiones de información sobre el uso del Falcon es que "la información sobre los viajes y actividades del Presidente figura en la página web oficial de la Moncloa, en el apartado Agenda".
Obviamente, y como hace ver uno de los solicitantes de información, en el apartado Agenda de la web de Moncloa "no se ofrece ninguna información de lo solicitado, esto es, el coste global aproximado y sin desglosar del viaje, incluida la estancia y acompañantes".
La siguiente excusa del Gobierno tiene rostro legal. Según Presidencia, la concreción de los desplazamientos en Falcon es "materia clasificada". "Tanto los informes sobre movimientos de aeronaves militares como los planes de protección de autoridades y pasajeros sometidas a la misma, y en concreto, los informes y datos estadísticos sobre movimientos de fuerzas, buques o aeronaves militares", señala Moncloa, estarían protegidos en virtud del "Acuerdo del Consejo de Ministros de 28 de noviembre de 1986, en relación con la Ley 9/1968 de 5 de abril, reguladora de los Secretos Oficiales". Este acuerdo de la época de Felipe González estableció que "los informes y datos estadísticos sobre movimiento de fuerzas, buques o aeronaves militares" sean considerados "secretos".
El Ejecutivo también se agarra a una sentencia de la Sala de lo Contencioso Administrativo sección 7ª de la Audiencia Nacional de fecha 23 de octubre de 2017 donde se señala que "la información proporcionada no podrá referirse a trayectos o acompañantes cuando se trate de viajes que hayan sido clasificados como materia clasificada". En su intento por salvaguardar esta información, aducen a su vez que el propio Consejo de la Transparencia y Buen Gobierno en su resolución del 15 de febrero de 2016 indicó que la información "no incluirá datos de vuelos cuya información haya sido clasificada antes de ser proporcionada al Ejército del Aire por venir referida a la Presidencia del Gobierno".
Transparencia insiste en que se publique la información
A pesar de estos esfuerzos argumentativos del Gobierno de Sánchez, el Consejo de Transparencia da la razón en 11 ocasiones a la ciudadanía e insta al Ejecutivo a que aporte toda la información solicitada. El organismo es muy claro al respecto: "Los gastos de viajes de los miembros del Gobierno constituyen información de carácter económico y se nutren de partidas presupuestarias establecidas en los presupuestos generales del Estado; es pues dinero público y su manejo y destino debe ser conocido por la ciudadanía. Este es uno de los principios que justifican la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno".
La primera vez que Pedro Sánchez acudió a tales malabarismos legales para no ofrecer la información solicitada fue en 2018, cuando trató de material clasificado el coste de utilizar el Falcon (incluyendo los gastos del uso del aeropuerto) para una visita institucional al Ayuntamiento de Castellón y posterior desplazamiento al Festival Internacional de Benicasim (FIB).
Posteriormente, tampoco accedió a informar de cuántos viajes había realizado el presidente en el helicóptero Super Puma y en el Falcon. Vozpópuli informó en diciembre de 2021 que en solo un mes, Sánchez se había montado 54 veces en estos vehículos para ir a actos del PSOE.
Helicóptero oficial Super Puma
Otro de los transportes oficiales que ha tenido poco descanso es el helicóptero oficial Super Puma. El Gobierno de Sánchez se ha negado a informar de cuántos vuelos se ha realizado con este medio pero no ha dudado en ofrecer el número de los mismos de otros presidentes en una respuesta parlamentaria:
- En el período de José María Aznar, se efectuaron un total de 453 vuelos.
- En la Presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, la cifra asciende a 575 vuelos efectuados.
- Durante la etapa de Mariano Rajoy Brey como presidente, en cambio, no se utilizó este servicio, dado su pánico a los helicópteros tras el accidente que tuvo junto a Esperanza Aguirre en 2005. Sí lo utilizó, pero de forma esporádica, la anterior vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santa María.
Yorick
Que vayan con el Falcon adonde quieran, que para eso está. Pero que no pongan esas caras en las fotos.