El proceso de salida a Bolsa de Bankia fue un rocambolesco proceso ideado por Rodrigo Rato, y auspiciado por los consejeros de BFA y su filial, con el único fin de lograr mantenerse en el cargo. Así se detalla en el extenso informe de los dos peritos del Banco de España, al que ha tenido acceso Vozpópuli, que colaboran con el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu en la instrucción del caso Bankia. El maquillaje de las cuentas en el folleto de la salida a Bolsa fue el último paso del entramado.
Los autores del documento explican que se analizaron tres posibles estrategias para la recapitalización del grupo BFA-Bankia. Tras el primer decreto Guindos, que elevaba el ratio de capital principal hasta el 10% o realizar una una operación corporativa que rebajara el requerimiento al 8%, el grupo necesitaba 5.775 millones para soportar ese 10% de capital de máxima calidad, según los datos de 31 de diciembre de 2010.
Pese a que en el consejo de Administración de BFA, de 17 de febrero de 2011, se produjo la decisión del inicio de los trámites para la salida a Bolsa y en el del 24 de marzo el nombramiento de Lazard como asesor, no es hasta los consejos de BFA y Bankia de 28 de junio cuando consta que se analizan las alternativas existentes para alcanzar los requerimientos de solvencia. Paradójicamente, esa discusión se realiza el mismo día en el que los trabajos para la preparación de la Oferta Pública de Suscripción (OPS) están prácticamente finalizados, ya que el folleto informativo fue registrado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) con fecha de 29 de junio.
Se analizan tres estrategias posibles: salida a Bolsa, colocación del 20% del capital entre terceros inversores y entrada de capital público
En esos consejos, según detalla el documento pericial, se analizan tres estrategias posibles: salida a Bolsa, colocación del 20% del capital entre terceros inversores y entrada de capital público, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). "Se decide OPS por unanimidad, debido a los efectos en gobernanza de las otras dos opciones y la posibilidad de mayores descuentos del precio en la colocación a inversores", explica el documento.
"Se indica que el recurso al FROB se rechazó por su efecto, no explicitado, en la gobernanza. La segunda opción, el recurso a inversores, se rechazó también por su efecto en la gobernanza y por la posibilidad de mayores descuentos del precio. Ninguno de estos dos potenciales perjuicios aparece concretado en el acta", señalan los peritos.
Someramente, según los autores del informe, los directivos de Bankia también consideraron la posibilidad de realizar una operación corporativa con otra entidad. "Los contactos no pasaron de una fase preliminar", se explicita.
En el citado consejo del 28 de junio, la firma Lazard informó sobre los rangos de valoración, indicando que el precio máximo que se ofrece está en 0,45 euros (se entiende sobre valor contable). El banco de inversión al que perteneció Rato presentó una propuesta consistente en la emisión de 907 millones de acciones en una banda de precios de precios de 4,41 a 5,05 euros por título, por lo que se obtendrían de 4.000 a 4.580 millones. De esta manera, se garantizaría una participación de BFA en Bankia del 50,03%. Esta propuesta también se aprobó por unanimidad.
Sin embargo, pese al importante 'road show' realizado a nivel mundial (se presentó el proyecto a 1.700 inversores, un 71% europeos y un 23% norteamericanos), el precio de salida quedó fijado en 3,75 euros por acción, por debajo de la banda de precios, debido a la falta de demanda suficiente para cubrir el requisito mínimo del 40% en el tramo institucional que exigió la CNMV.
Los directivos de Bankia también consideraron la posibilidad de realizar una operación corporativa con otra entidad
El informe pone el enfásis en la dificultad que encontraron los bancos colocadores para captar órdenes de compra (sólo 33,7% del mínimo exigido) frente a la facilidad con que Bankia colocó el 86% del requisito, y el 71% del total de la oferta. El éxito de Bankia se debió al enorme volumen de acciones institucionales que colocó entre sociedades dependientes del propio grupo (20,2 millones de acciones) y el paquete adquirido por Mapfre (74,9 millones de acciones), que poseía un 15% del capital de BFA, y por tanto con influencia significativa en su gestión. Entre BFA-Bankia y la aseguradora cursaron órdenes de compra por valor de 76 millones y 281 millones, respectivamente, sumando el 28% de los títulos adquiridos en el tramo institucional.
"Sin estas ofertas (grupo y Mapfre), las acciones ofertadas se hubieran reducido a 284 millones de acciones, no alcanzando el mínimo requerido por la CNMV", enfatiza el informe. En el resto de entidades colocadoras incluía ofertas de Mutua Madrileña y la Cámara de Comercio cde Madrid, por 30 y 12 millones de euros, respectivamente. También de Ahorro Corporación por 10 millones y la aseguradora Caser por 6 millones, ambas entidades participadas por las antiguas cajas que dieron lugar a Bankia y en particular por Bankia en un 9% y un 5,6% respectivamente. "La conclusión es que la fijación del precio de la OPS no fue un modelo de concurrencia", explican los peritos.
Pero uno de los detalles más rocambolescos que expone el informe es cómo los consejeros de BFA conocieron y aprobaron el precio de 3,75 euros por títulos, el 19 de julio de 2011, un día después de que se hubiera comunicado a la CNMV mediante un hecho relevante. Los consejeros también aprobaron la emisión de 824 millones de acciones, captando 3.000 millones.
El éxito de Bankia se debió al enorme volumen de acciones institucionales que colocó entre sociedades dependientes del propio grupo
"Estas aprobaciones se produjeron como hechos consumados", continúa el informe, "porque no había margen de maniobra, pues según el calendario de la OPS, las órdenes de venta ya se habían formalizado, tanto en el tramo minorista como en el institucional". "Además, la revocación por parte de la entidad ya no era posible", aseguran los peritos, "ni en la teoría, según los supuestos de la Nota sobre las acciones, ni en la práctica, porque tras la gran campaña publicitaria realizada desde el 30 de junio, la cancelación provocaría un descrédito considerable, dañando la marca y la reputación de la entidad".
Los peritos destacan que no "hubiera un mínimo debate" de los consejeros sobre las consecuencias de la rebaja del precio de salida a 3,75 euros, cuando apenas tres semanas antes se había fijado en una banda de 4,41 a 5,05 euros.
La última maniobra de Rato para lograr que Bankia saliera a Bolsa tienen que ver con el descuento del precio de salida. La entidad remitió un informe a la Comisión Ejecutiva del Banco de España (11 de abril de 2011) en el que se analizó un rango de descuento del 20% al 40%, en el supuesto de colocación del 30% de Bankia entre inversores privados. En ese informe de la propia entidad señalaba que "descuentos por encima del 40% del valor teórico contable del banco cotizado pueden gestionar la propia solidez del proyecto".
Finalmente, el descuento final sobre el valor teórico contable alcanzó el 74%, rebajando el valor teórico contable de la participación de BFA en Bankia de 13.152 millones a 8.446 millones, dato fundamental en el posterior agujero que sufrió la entidad. De esta manera, BFA realizó una transferencia de valor contable a los nuevos accionistas de 4.706 millones y del 28,97% de todos los beneficios futuros.
Esta pérdida de valor perjudicó a los accionistas de BFA y sus acreedores, principalmente los tenedores de obligaciones subordinadas y participaciones preferentes, así como el propio FROB.