Corren tiempos difíciles en la cúpula de BBVA: Onur Genç está tomando mucho poder dentro del grupo, lo que ha provocado cierto revuelo en 'La Vela', según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli. Después de casi tres años en primera fila, el turco ha comenzado a tener más influencia y las mismas fuentes conocedoras hablan ya de una ligera inquietud no sólo en el banco sino también fuera de él.
La cercana relación del consejero delegado con el Gobierno otomano despierta cierto recelo en el Banco Central Europeo (BCE), organismo que, por otro lado, nunca ha visto con buenos ojos su nombramiento como primer espada de uno de los bancos más grandes de España y de la Unión Europea.
Y es que su llegada al máximo puesto ejecutivo de la entidad sorprendió a muchos, pues su nombre no estaba en ninguna de las quinielas por aquel entonces. De hecho, el que más sonaba para ese puesto era Ricardo Forcano, uno de los hombres más fieles a Carlos Torres, que se despidió, sorprendentemente, para dedicarse a proyectos académicos.
El nombramiento de Genç como número dos de la entidad se produjo en un momento en el que la filial turca del grupo atravesaba una situación muy delicada, causada por la crisis de la lira y la guerra abierta entre Erdogan y Estados Unidos. Por este motivo su llegada se vio con buenos ojos, por su estrecha relación con el país otomano.
Por aquel entonces, la franquicia turca aportaba el 18% de los ingresos al BBVA y más de un 10% de los beneficios. En los últimos resultados del Banco, Garantí aportó el 15% del beneficio. A pesar de que el negocio parece que va mejorando, organismos como el Banco de España no cesan en sus advertencias sobre el riesgo de invertir en estos mercados.
El supervisor lanzó el pasado mes de septiembre un informe de 17 páginas dedicado exclusivamente a esta economía en el que advierte de que "Turquía se enfrenta a una serie de retos, entre los que destacan la elevada inflación, las bajas reservas de divisas, la creciente dolarización de los depósitos, las elevadas necesidades de financiación exterior y el significativo endeudamiento en divisas de las empresas no financieras con los bancos turcos".
A pesar de ello, Genç sigue pensando que lo más sensato es que la banco invierta parte del excedente de capital generado con la venta de Estados Unidos a la compra en su totalidad del banco turco del que BBVA tiene actualmente el 49,85%.
Las dos BBVA
Este es uno de los grandes debates a los que se enfrenta la cúpula. Y es que lo que sucede es que presidente y consejero delegado tienen su propia visión del banco. Otro punto en el que chocan actualmente es en el peso de España en el Grupo.
Genç cree que la entidad, a nivel global, no necesita tener más exposición a España. Torres, en cambio, es partidario de seguir creciendo en España a través de una fusión. Cabe recordar el intento frustrado con Banco Sabadell por el no del consejero delegado. Genç, en declaraciones públicas siempre ha defendido que el negocio español debe crecer de manera orgánica -más lento que con una adquisición-.
Otra de las pruebas que evidencian esta ruptura y asalto al poder es el nombramiento de Javier Rodríguez Soler, hombre fiel de Torres, como responsable de Sostenibilidad, un puesto de segundo nivel y que dista mucho de lo que se esperaba, que en los mentideros financieros lo colocaban en la dirección financiera del grupo.
Y en medio de todo esto sigue estando la sombra del 'caso Villarejo' y la posible imputación de Carlos Torres en el caso. En este momento no se puede descartar que el presidente sea investigado por el juez Manuel García-Castellón. De ser así, el actual presidente tendría que poner su cargo a disposición del consejo. Aunque por ahora parece que su salida aún está muy lejos de producirse.
La llegada a BBVA y los problemas con el BCE
Curriculum en mano, se percibió a Onur Genç como una dupla rara para Torres. Ambos ex Mckinsey y con una formación muy parecida. Lo que se comentaba a su llegada es que el turco contaba -y cuenta- con un carácter lo suficientemente fuerte como para plantar cara al español en las decisiones importantes.
Entre todo el ruido mediático, el BCE finalmente autorizó su nombramiento a pesar de que su perfil no se ajustaba estrictamente a los requisitos del supervisor, ya que solo lleva seis años en banca y contaba con poca experiencia en el negocio minorista, de donde proceden la mayoría de los ingresos de BBVA.
El actual consejero delegado era un completo desconocido en España. Su carrera en BBVA se ha desarrollado en Estados Unidos y Turquía. Antes de 2017, donde estuvo en el país norteamericano, fue subdirector ejecutivo y responsable de banca minorista y privada en Garanti Bank, banco turco en el que la entidad azul cuenta con una participación cercana al 50%.
Paralelamente al ascenso de Genç, el regulador europeo pidió al banco que reasignase las funciones de su cúpula para que Carlos Torres tuviera menos poder como presidente del que tenía Francisco González, pues la elección del banquero salmantino como nuevo presidente ejecutivo de Torres no gustó en Fráncfort.
El BCE no es partidario de que los presidentes de las entidades ostenten plenos poderes, pero no le quedó más remedio que aceptarlo porque otras entidades como Santander también lo hacen.
Para reducir riesgos, el organismo comunitario defiende que al frente de las entidades se sitúe un presidente no ejecutivo, que defina la estrategia a largo plazo y controle el consejo, y un consejero delegado con amplios poderes que se encargue del día a día del banco e implemente la estrategia diseñada por el presidente.