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Paloma del Río: "Mi mayor decepción de dopaje fue el de Marta Domínguez"

Paloma del Río atiende a este medio de comunicación a las pocas horas de recoger el Premio Iris que ha premiado su trayectoria profesional. La veterana periodista de Radiotelevisión Española

  • Paloma del Río -

Paloma del Río atiende a este medio de comunicación a las pocas horas de recoger el Premio Iris que ha premiado su trayectoria profesional. La veterana periodista de Radiotelevisión Española cubrió este verano sus últimos Juegos Olímpicos y puso fin a una trayectoria en los grandes eventos que se ha extendido durante varias décadas.

En esta entrevista, hace un repaso a todos estos años y habla de temas controvertidos, como el dopaje, la política y la desesperación de los deportistas que se retiran, caen en el olvido y se ven obligados -algunas veces- a lidiar con la depresión y las dificultades económicas.

Pregunta: ¿Cuántas horas ha pasado encerrada en una cabina durante los últimos años?

Respuesta: Uy, pues teniendo en cuenta que desde 2010 nos restringieron los viajes a las competiciones y que en patinaje, gimnasia y voley obligan a pasarse fácilmente 30-40 horas a la semana encerrada en un locutorio durante las competiciones, calcula... Han sido cientos de horas.

P: Y, antes, miles de kilómetros...

R: En Europa, América, Asia... ahí el cambio de hora te perjudicaba mucho porque terminabas transmitiendo de madrugada muchas veces.

P: Odiará usted los aeropuertos...

R: Pues mira, recuerdo los Juegos Olímpicos de Invierno de 2012, en Salt Lake City (Estados Unidos), que se celebraron pocos meses después del 11-S. Nos hicieron un control tremendo en el aeropuerto y, en mi caso, duró más de la cuenta porque el detector de metales pitaba en mis pies; y yo no llevaba ningún implante ni nada. ¡No tengo ni idea de por qué pitaban! Y eso fue un engorro, claro.

P: De hoteles, ni hablamos...

R: Uf, recuerdo un campeonato de Europa de Gimnasia que hubo en Patras, Grecia. Ahí nos alojaron en una residencia universitaria tremenda. Estaba sucia, era incómoda... eso era un agujero repugnante...

P: Dicen que 'muere' la generación de oro del deporte español...

R: Mira, yo siempre he hecho deportes minoritarios y ahí se suelen encontrar los 'deportistas milagro' que a base de constancia consiguen resultados y eso genera expectación; sobre todo, en los Juegos Olímpicos. Yo siempre espero que aparezcan esos deportistas milagro porque, en bloque, es verdad que estamos entrando en una etapa en la que algunos de los mejores de los nuestros se han retirado o han comenzado a pensar en ello y en su próxima vida civil.

P: ¿Se hace populismo con el deporte en España?

R: Mucho, especialmente, durante los Juegos Olímpicos, cuando parece que todo son fotos, alegrías, agradecimiento y complacencia; pero luego llega la 'etapa valle' de 3 años, entre unos Juegos y otros, y los deportistas están solos y la mayoría no recibe atención. Usain Bolt decía que entrenaba cuatro años para una carrera de diez segundos. Es una buena frase para resumir cómo es la vida de muchos deportistas, que sólo reciben atención en unos días muy concretos, pese a que su esfuerzo es continuado.

Usain Bolt decía que entrenaba cuatro años para una carrera de diez segundos. Es una buena frase para resumir cómo es la vida de muchos deportistas

P: ¿Usted ha conocido muchas historias trágicas de deportistas que no han sabido asimilar la presión, la fama, el olvido tras la retirada...?

R: Sí, en mi trayectoria he conocido deportistas que cuando acaban los Juegos Olímpicos o cuando se retiran, se sienten desubicados porque nadie les ha preparado para ese momento. He visto chicos y chicas que fueron muy buenos y han terminado muy mal, en mundos como la drogadicción. Es complejo: sólo saben hacer ese deporte, se han mantenido con becas deportivas y, cuando se retiran, sienten que no están preparados para hacer otra cosa.

P: Se me viene a la cabeza ese gran talento que era Yago Lamela...

R: O Pedro Rollán, el portero de Waterpolo, que terminó suicidándose. Yo creo que ahora, cuando se otorgan las becas ADO, también se les exige resultados académicos para tratar de evitar esto. También han surgido instituciones como la Universidad Católica de Murcia, que les ayuda a hacer una carrera a distancia para que cuando se jubilen deportivamente tengan algo a lo que poder dedicarse.

P: Desde Seul 1988 hasta Tokio 2020... ¿Las marcas, la tecnología, la televisión de pago han transformado el deporte en una gran industria?

R: Con matices, ¿eh? Por ejemplo, los Juegos Olímpicos tienen vetada la publicidad, salvo para las marcas que están dentro del programa de patrocinadores constantes del Comité Olímpico Internacional. Y eso, por cierto, es algo injusto, pues hay marcas que apoyan a deportistas durante toda su trayectoria, pero no lo pueden hacer en su momento de máxima exposición mediática.

P: Hablemos de la política y el deporte. ¿Están influenciados los jueces de las competiciones por los países con mayor peso en los Juegos?

R: Los jueces son muy injustos, a veces, en los deportes en los que no hay una cinta que se corte o principio y un final. Es verdad que los reglamentos de todos estos deportes tratan de evitar las tendencias partidistas que suele haber por parte de algunos jueces, pero a la hora de la verdad siempre hay decisiones controvertidas. Ahora, por ejemplo, se está revisando toda la competición de boxeo de los Juegos de Río; y van a empezar a revisar algunos combates de Tokio porque se han dado victorias incomprensibles. El COI está supervisando este tipo de acciones para tratar de hacer el juego lo más limpio posible.

P: Reitero: deporte y política, unión muchas veces indeseada...

R: Es que el deporte muchas veces se ha utilizado para hacer ver que algunos países podían tratar de tú a tú a las principales potencias. Me estoy refiriendo claramente a la URSS, cuando utilizó a sus deportistas para quedar por encima de cualquier país de la OTAN. Ahora eso lo hacen Rusia o China. Son formas de propaganda que se hacen a partir del medallero.

Muchas veces se ha utilizado para hacer ver que algunos países podían tratar de tú a tú a las principales potencias

P: Se ha sido muy hipócrita con el dopaje.

R: Eso es un escándalo. No sé si has visto la película Ícaro. Ahí se puso encima de la mesa algo que se sospechaba, y es el dopaje a los participantes rusos en los Juegos de Invierno de Sochi. Cuando, unos años después, el responsable del laboratorio explicó la metodología, fue un escándalo. Claro, el tipo está ahora con identidad suplantada en Estados Unidos, casi como un testigo protegido.

P: En España fue la Operación Puerto... cuánto ídolo tramposo...

R: Mira, con el dopaje pasa una cosa, y es que cualquiera que tenga conocimientos sobre un deporte específico puede sospechar del rendimiento extraordinario de algunos deportistas, pero sin pruebas no puede hacer nada. Y los médicos especialistas en este tipo de trampas cuentan con tecnología sofisticada y saben bien cómo tienen que hacer la alquimia de productos dopantes, productos enmascaradores y tiempos de espera... Hay un enorme cinismo a este respecto, pues se celebran victorias mientras se mantienen las sospechas. ¿Recuerdas a Armstrong o a 'Juanito' Müller?

P: A éste le apodaba la prensa Juanito, pero, tras dar positivo, volvieron a bautizarle como Johann.

R: Es lo que decíamos antes: cuando aparece un deportista como éste y gana medallas, todos se ponen a su lado para hacerse la foto; pero cuando da positivo, ya nadie quiere saber nada. Hasta se niega su existencia.

P: ¿Cuál ha sido su mayor decepción a este respecto?

R: Lo que más me ha dolido ha sido el caso de Marta Domínguez. Fue un choque importante porque no me lo esperaba; y eso que los especialistas en atletismo me advirtieron de que no era normal, que sus tiempos no eran acordes a la progresión que había tenido antes del cambio de entrenador.

Cualquiera que tenga conocimientos sobre un deporte específico puede sospechar del rendimiento extraordinario de algunos deportistas, pero sin pruebas no puede hacer nada

P: Cada deporte tiene su dopaje...

R: Claro. Fíjate, en gimnasia tienen que alcanzar un peso determinado y a veces utilizan dopantes para perder líquidos de forma rápida (y arriesgada). Pero es que hay veces que es evidente y desespera a los que no lo hacen. Es decir, a los que no son tramposos. Mira Lidia Valentín, que ya tiene tres medallas. Ella me decía a mí que iba a las competiciones a sabiendas de que había algunas competidoras que iban hasta arriba. Y ha tenido que esperar al re-análisis de las muestras para que se confirmara que había competido contra dopadas.

P: No sé si mucha gente sabe que usted estudió a la vez que trabajaba en una UVI...

R: Empecé a trabajar de auxiliar de clínica en la Ruber, en el turno de noche, y fue cuando empecé a gestionarme mis propios gastos: primero el COU y la selectividad; y luego la carrera. Traté de estudiar mucho para sacar matrículas de honor y tener que pagar menos en la siguiente matrícula.

P: Sacó la oposición de RTVE...

R: Tuve la suerte de que en el año 86-87 convocaron una buena oposición en RTVE y ahí aproveché para entrar. Sentí que no podía perder ese tren.

P: Y llegó a aspirar a presidir RTVE...

R: Todo lleva su tiempo en la vida. No puedes subir al quinto piso de un edificio de golpe. Mira, yo entré de becaria y conocí la manera de trabajar de la corporación y de cada departamento. Ese conocimiento me permitió, ya tras sacar la oposición, conocer todas las áreas y las partes informativa, económica, comercial, jurídica... Por eso, cuando se convocó un concurso público para entrar en el Consejo de Administración de RTVE, decidí participar. Era una buena forma, además, de que el deporte estuviera representado en ese órgano.

P: Consideró que estaba preparada para hacerlo...

R: Eso es.

P: Pero al final el factor político...

R: Todo lo que yo podía hacer, lo hice. El problema es que los intereses de los partidos son diferentes a los generales a veces. Y cuando les interesa tener a determinadas personas y tendencias dentro del Consejo para salvaguardar sus intereses, no hay nada que hacer. Yo nunca he formado parte del juego político. Yo me he dedicado al deporte. Por eso, había una laguna en mi currículum que fue imposible de solventar.

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