El bitcoin ha perdido la mitad de su valor desde mediados del pasado mes de mayo, momento en el que cotizaba en el entorno de los 49.000 euros. En el momento en el que se escribe este artículo la moneda refleja un valor de mercado de unos 25.000 euros.
Vuelve de nuevo a la cotización que tenía en enero de 2021. Desde ese momento y hasta abril-mayo, no dejó de subir, impulsada, entre otras cosas, por la decisión de empresas de peso de acuñarlo como forma de pago. Fue el caso, por ejemplo de Tesla. No obstante, semanas después Elon Musk dio marcha atrás, con la correspondiente caída de su valor.
A pesar de haber perdido la mitad de su capitalización de mercado, si analizamos por cuánto se compraba un bitcoin hace exactamente un año, la moneda habría triplicado su valor. El 16 de julio de 2020 su coste era de unos 8.000 euros.
No obstante, si se analiza el comportamiento del bitcoin en una horquilla temporal más amplia, el resultado es una clara tendencia ascendente. Su forma de crecer es con picos y bajos, pero los picos siempre suelen estar por encima de los valles.
En 2015 cotizaba a unos 350 euros. Tres años más tarde, en 2018, llegó a valorarse en unos 16.000 euros, para después volver a caer al entorno de los 3.000 euros en febrero de 2019. A partir de ahí creció hasta los 9.000 euros hasta que aproximadamente en noviembre de 2020 comenzó una espiral ascendente que le llevó hasta los 63.000 euros de techo en abril de este año.
En la actualidad ya se han minado o se encuentran en circulación -eliminando los robados o extraviados- en torno a un 90% del total de los 21 millones de bitcoins que habrá en circulación en unos años
Los expertos en criptomonedas aseguran que el crecimiento se produce siempre que sucede un nuevo halving. Veamos qué es este termino.
Cuando se programó el bitcoin -no hay que olvidar que es una moneda virtual- se estableció una única cantidad de monedas en circulación. En concreto, 21 millones. Su creador, Satoshi Nakamoto -no se sabe si es una persona o grupo de personas, ni tampoco quién está detrás- resolvió que la moneda se iría poniendo en circulación de forma paulatina.
Mineros de bitcoin
Ese goteo de monedas depende de una figura denominada 'minero'. Se trata de aquellos que tratan de encontrar los bitcoins, de certificar las operaciones realizadas con la criptomoneda. Esto solo se puede hacer con ordenadores preparados para minar, que tienen un gran consumo de energía.
Cuando un 'minero' encuentra un bloque de esta criptomoneda, recibe una recompensa -en la propia moneda virtual- que le anima a seguir buscando más moneda virtual. El halving no es más que la reducción a la mitad, cada cuatro años, de la recompensa por encontrar bitcoins que reciben los 'mineros'.
Los creadores de esta criptomoneda consideraron en su día que el hecho de que la recompensa por minar bitcoins se reduzca cada cuatro años a la mitad incrementará el valor de la moneda, dado que el interés por minarlos decrecerá, con lo cual habrá menos flujo de moneda en circulación. La realidad es que es un hecho que ha venido sucediendo de forma más o menos regular desde que vio la luz hace once años. Cuando se produce un halving, la moneda suele cotizar mejor los meses posteriores. El último halving tuvo lugar en mayo del año pasado y, como puede observarse en el gráfico, el resultado fue un fuerte crecimiento de la criptomoneda.
"La recompensa de bitcoin se redujo a la mitad, pasando de 12,5 bitcoins por bloque minado a 6,25 bitcoins, lo que afecta directamente al concepto de flujo", explica Jorge Soriano, CEO de Criptan, un servicio que permite a cualquiera entrar en el mundo de las criptomonedas de manera sencilla.
En la actualidad ya se han minado, o se encuentran en circulación -eliminando los robados o extraviados-, en torno a un 90% del total de los 21 millones de bitcoins que habrá en circulación dentro de unos años, cuando todos se hayan encontrado.