"Lo más preocupante para los fondos son los resultados de la alianza del PSOE con Unidas Podemos y las iniciativas del futuro gobierno sobre intentar congelar las rentas de alquileres por decreto en base a índices que no corresponden al mercado. Lo que proponen es una medida desacertada, una barbaridad", afirma Mikel Echavarren en conversación con Vozpópuli, que ha desvelado anteriormente un clima de tensión en el sector inmobiliario tras el pacto del abrazo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
El consejero delegado en España de la consultora inmobiliaria Colliers, en cuya lista de clientes sobresale el fondo inmobiliario o 'fondo buitre' con mayor presencia en España Blackstone, considera que la potencial regulación del alquiler parte "de un diagnóstico erróneo del PSOE y sobre todo de Podemos de que los precios están subiendo por una actividad especulativa de los fondos".
Blackstone, señalado por analistas como un agente que "mete la nariz donde hay negocio sí o sí, con grandes rentabilidades", ha manifestado ya su malestar con la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez y la proyectada creciente intervención en el alquiler, que califican de "discriminatoria".
La situación actual de subida de precios proviene de una falta de oferta, y no de los fondos, que representan un 4-5% del mercado inmobiliario"
Echavarren, en cualquier caso, esgrime que en los fondos "hay preocupación pero no alarmismo", ya que "casi todos los fondos están enfocados en Madrid y confían en que la Comunidad de Madrid (gobernada por el Partido Popular y Ciudadanos con el apoyo de Vox) pueda hacer de barrera, paraguas, frente a una medida desacertada", en su opinión, como la que parece que impulsará el posible Gobierno central PSOE-Unidas Podemos.
"No le vamos a decir a los inversores que no inviertan, si al mercado lo tocas por un lado, te sale por otro, hoy el 32% del precio final de la vivienda es el precio del suelo, defenderemos un modelo liberal con seguridad jurídica de colaboración público-privada", esgrimen desde el PP madrileño. El propio Gobierno central en funciones del PSOE comprometió 100 millones al cabo de este año en activar la urbanización de suelos para la explotación por promotores y fondos privados de 20.000 nuevas viviendas, y llegó a prometer al ladrillo una ley menos restrictiva en materia urbanística para superar la "parálisis del sector".
"Diagnóstico erróneo"
"La situación actual de subida de precios proviene de una falta de oferta, y no de los fondos, que representan un 4-5% del mercado inmobiliario", señala Echavarren, poniendo en duda el grado de conocimiento en la materia de los políticos, en especial de Unidas Podemos y Más País, en la línea de otras fuentes del sector que reivindican que las "medidas regulatorias" de Francia y Alemania no han surtido los efectos esperados y no pueden compararse con las "bonificaciones fiscales al arrendatario" del gobierno socialista de Portugal.
"El 95% de la oferta que está en alquiler no se ha diseñado para el alquiler, adolece de cuestiones como su gran tamaño, lo que ha acabado obligando al propietario a fijar un precio de alquiler por encima de los 800-1.000 euros mensuales rápidamente. Y la nueva oferta de los fondos como Axa, Hines o Ares va precisamente encaminada a edificaciones más reducidas", apunta el director ejecutivo de Colliers. Paralelamente, incide en que "los fondos que adquirieron activos hace cinco años se están planteando una rotación de activos".
El 95% de la oferta que está en alquiler no se ha diseñado para el alquiler"
Respecto a un posible 'frenazo' en el mercado de la compraventa de vivienda como el percibido, con matices, por las promotoras, Echavarren asegura que se observan en el mercado situaciones "dispares", con demanda, en su visión, activa de suelo en Madrid pero "desaparición" de la demanda en puntos de Valencia o la Costa del Sol, donde ha mediado una "sobreoferta". La consultora Gloval estima que en España existen todavía unas diez millones de viviendas sobrevaloradas o en riesgo de burbuja ante una desaceleración económica.
Sin embargo, a juicio de Echavarren, es pronto para hablar de una crisis. "Este año, la aplicación patosa de la nueva Ley de Crédito Hipotecario lastra las estadísticas, retrasando las entregas de viviendas entre dos y tres meses. Hemos tenido además varias elecciones y mensajes en diferentes direcciones, todo eso hay que tenerlo en cuenta antes de hablar de una ralentización".