El Gobierno tendrá que responder sobre la "brecha de seguridad" en Correos con motivo de las cartas con material pirotécnico de los últimos días, que fueron enviadas por correo ordinario y 'esquivaron' los controles de seguridad de la compañía. En concreto, el PP ha solicitado al Ejecutivo respuestas sobre la protección de los empleados de Correos, así como sobre "el silencio" del presidente de la empresa.
Este miércoles, los diputados del grupo popular en el Congreso Celso Delgado y Ana Belén Vázquez han registrado varias preguntas en la Cámara Baja, pidiendo la respuesta por escrito del Gobierno sobre el papel de Correos en el envío de estos sobres. Los diputados populares, que exponen en su registro los diferentes episodios de cartas peligrosas detectadas en los últimos días, preguntan al Gobierno: "¿Qué medios ha dispuesto Correos para eliminar la brecha de seguridad que supone la existencia de envíos postales peligrosos, y así evitar la puesta en riesgo de la vida de los trabajadores de Correos en la cadena de admisión, tratamiento y reparto, así como de la ciudadanía a la que prestan el servicio público postal?".
Ante la falta de información por parte de la compañía pública, el grupo popular también cuestiona: "¿Cuáles fueron las razones por las que esos envíos ordinarios no fueron detectados por los sistemas de seguridad de Correos que tienen como finalidad la de evitar que envíos potencialmente peligrosos circulen por la red postal?". Y continúa: "Tras conocerse la existencia del primero de los envíos al presidente del Gobierno, ¿la dirección de la compañía estatal postal dio instrucciones o avisos para reforzar la seguridad en Correos?".
Basándose en la información aportada por el Ministerio del Interior, los diputados populares interrogan al Gobierno ante "el supuesto de que, tras conocerse la existencia del primero de los envíos al presidente del Gobierno, la dirección de Correos diese instrucciones de refuerzo de la seguridad, ¿cómo es posible que no dieran resultado, como lo acreditan posteriores envíos de cartas peligrosas?". Y concluyen apuntando a la dirección de la empresa: "¿Cómo se explica el silencio absoluto del presidente de Correos, Juan Manuel Serrano Quintana, ante la alarma generada en la compañía estatal pública por la presencia de cartas peligrosas en la cadena de admisión, tratamiento y reparto?".
Correos ha mantenido estos días silencio absoluto sobre estos episodios, remitiéndose a su colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "en la investigación que se está llevando a cabo". En lo que respecta a sus empleados, la compañía pública se ha dirigido a ellos de forma interna para solicitarles "máxima colaboración", atendiendo a si aparecen en sus dependencias sobres como los interceptados, y que "extremen la precaución", por el contenido de los mismos.
La Policía investiga los buzones de Correos
La Policía mantiene dos líneas de investigación en torno a las cartas sospechosas recibidas en los últimos días. En un primer momento se hicieron cargo de los paquetes los agentes de los Tedax y de la Policía Científica, encargados de asegurar la seguridad tras la recepción de los envíos y de recoger las pertinentes pruebas para tratar de dar con los remitentes. Las pesquisas recaen ahora en la Comisaría General de Información, que, bajo supervisión del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, investigan la autoría.
Una de las vías que estudia la Policía se centra en las cartas con material pirotécnico en su interior. Cabe recordar que hasta la fecha se han enviado seis paquetes a personas o instituciones relacionadas con el envío a Ucrania de material de defensa: una al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; otra, a la ministra de Defensa, a Margarita Robles; una carta a la Embajada de Ucrania en Madrid y otra a la de Estados Unidos; otro envío se detectó en la empresa armamentística Instalaza, en Zaragoza; y otro más -que no se llegó a detonar- en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz.
En estos casos, la Policía sospecha que se trata del mismo autor, al tener todos los paquetes las mismas características e idéntico sello postal. La carga pirotécnica también es la misma, así como el mecanismo instalado para su deflagración. De acuerdo a un escrito remitido por la Fiscalía, el origen de los envíos tuvo lugar en la provincia de Valladolid. Como contó Vozpópuli, la Policía pone el foco en un centenar de buzones ordinarios de Correos ubicados en la región, al entender que el remitente lo depositó en alguno de ellos.
La segunda vía de investigación la ocupan las cartas con ojos de animales en su interior, enviados a la Embajada de Ucrania en Madrid -en dos ocasiones- y, al menos, a los edificios consulares del país presidido por Volodimir Zelenski ubicados en las ciudades de Barcelona y Málaga. En este caso los envíos se produjeron desde el extranjero, en consonancia con episodios similares que se han registrado en otras legaciones diplomáticas de Ucrania en Europa. El envío de ojos de animales es una práctica habitual en Rusia, en claro gesto de amenaza al destinatario.