Desde hace años se viene repitiendo un mantra desde algunos sectores del independentismo catalán: 'Madrit ens roba' que tiene su variante en el "España nos roba". Pero la realidad, según un informe sobre la inversión en obra pública en Cataluña realizado por Sociedad Civil Catalana, es que ni Madrid roba a Cataluña ni invierte menos. Según los datos arrojados por el informe, el Gobierno de España invirtió en la pasada legislatura en Cataluña un 41% más que en Madrid.
Según los datos de la Asociación española de empresas constructoras de ámbito nacional (SEOPAN), a lo largo de los últimos cinco años, Cataluña ha recibido de la administración central una inversión en obra pública de 2.254 millones de euros, frente a los 1.603 millones invertidos en la Comunidad de Madrid, lo que supone un 40,6% más. Además, si se centra los datos en el ejercicio de 2015, el Gobierno central invirtió un 52% más en Cataluña que en Madrid, una diferencia que se ha ido consolidando con el tiempo.
El Estado fue la primera administración inversora en obra pública en Cataluña entre 2011 y 2015, con un 45% más que el ejecutivo autonómico
Pero la inversión respecto a Madrid no es el único punto que recoge el informe que desmonta el repetido mantra del 'Madrit ens roba', y es que la administración central ha sido en 2015 la primera administración inversora en obra pública en Cataluña, un 45% más que Ejecutivo autonómico dirigido durante esos años por Artur Mas. Según los datos de SEOPAN, el Gobierno central invirtió 536 millones durante el ejercicio pasado, un 19,5% más que la Generalitat.
La Generalitat invierte menos que el resto de autonomías
Por otra parte, el informe denuncia un déficit de inversión en infraestructuras por parte de la Generalitat de Cataluña. Mientras que los restantes gobiernos autonómicos destinan por término medio un 1,7% de su presupuesto a la obra pública, el ejecutivo catalán destina a esta partida menos del 1%, apuntan en su informe SCC, que señala que "la recurrente falta de inversiones del Gobierno catalán conlleva una pérdida de competitividad para la economía de Cataluña".