Son días de máxima tensión en la flamante 'Vela' de BBVA. En menos de una semana, el banco ha destituido a dos de sus grandes ejecutivos, cercanos a la antigua cúpula de la entidad. El pasado viernes, Antonio Béjar tuvo que dejar su cargo como presidente de DCN, promotora participada mayoritariamente por BBVA, y este martes, el banco hizo lo mismo con Eduardo Arbizu, responsable jurídico del banco desde 2002.
La salida del primero se produjo después de declarar ante el juez y ser el único de los ocho imputados que decidiera hacerlo. De hecho, su testifical fue la que abrió la veda para la imputación como persona jurídica del banco.
El contrato de Béjar lo blindaba ante su posible salida de DCN, ya que contemplaba su vuelta ala entidad una vez fuera de la promotora. Fuentes del banco aseguran que "en aplicación de sus políticas y procedimientos laborales, está valorando la situación", pero por el momento no tiene un puesto definido.
Y es que el banco se encuentra en una encrucijada, ya que la Fiscalía dio un paso atrás y retiró sus medidas cautelares contra Béjar. En concreto, retiró la petición de libertad bajo fianza de 500.000 euros que había solicitado el viernes. Por lo que no habría ningún motivo por el cual no podría volver a la vida profesional.
Cuatro días más tarde, el siguiente en salir por la puerta de las oficinas de Las Tablas fue Eduardo Arbizu, hombre de confianza de Francisco González y responsable de los servicios jurídicos del banco entre 2002 y 2018. Arbizu era uno de los hombres elegidos por el consejo del banco para supervisar la investigación interna, según publicó El Confidencial.
Hasta la fecha, el jurista no ha sido imputado y el banco ha rechazado hacer declaraciones sobre los motivos de su salida y si ésta, guarda relación con la investigación interna.
FG se enteró por los medios
Entretanto, Francisco González, a través de un comunicado ha hecho sus primeras declaraciones públicas. El banquero defiende su gestión y añade que es "muy importante afrontar la investigación abierta con total transparencia, y ayudar a deslindar posibles actuaciones individuales de carácter irregular, si las hubiera, de la actuación del banco en su conjunto, que no me cabe duda, ha sido intachable y con un cumplimiento por encima de lo exigible en materia de gobierno corporativo y cumplimiento normativo".
"Desde que se abrió la pieza BBVA, he estado máximamente interesado en colaborar con la justicia, con la mayor transparencia y objetividad, al objeto de identificar y esclarecer lo más rápidamente las posibles irregularidades que se hayan podido producir", subraya.
González recalca que tiene "la mayor confianza en el Grupo BBVA, en sus órganos de gobierno y sus profesionales, y por supuesto, todos confiamos plenamente en que los órganos judiciales esclarecerán cualquier actuación contraria a la legalidad".