Distintas constructoras nacionales están empezando a alegar las dificultades planteadas por el estado de alarma vinculado al coronavirus para justificar incrementos en los precios de proyectos de obra cerrados previamente con promotoras, según apuntan fuentes de mercado a este medio.
"Son empresas que van muy ajustadas en sus márgenes y buscan cualquier resquicio para compensarlo; la covid será uno de ellos", apuntan fuentes del mercado.
La situación del ladrillo nacional ya era algo complicada antes de que estallara la pandemia. En febrero de 2020, 12 empresas del sector (conformada por unas 50-60 medianas empresas a nivel nacional) habían caído en situaciones que bordeaban la quiebra, tal y como apuntaban desde la Asociación de Promotores Constructores de España a este medio.
Ofertas a la baja
"Se comprometió mucha obra en 2017, en parte por la sensación de repunte y en parte porque se trata de por sí de un negocio con bajo margen y en él se busca volumen para atenuar pérdidas. Muchas constructoras se comprometieron con promotores a proyectos cerrados a un precio que les ha sido finalmente imposible cumplir", señalan desde una de las principales promotoras de España a Vozpópuli.
"Las promotoras, sobre todo las grandes, tienen sus planes de contingencia, pero las constructoras de la clase media, a la que se encargan la mayor parte de los proyectos en España, no tienen muchas alternativas, y algunas de ellas fueron inicialmente muy optimistas. Ofrecieron bajo en 2017 y tuvieron que acabar ejecutando alto, con casos de un 20% de sobreprecio... y eso conduce al concurso".
"Ya había entonces, antes de la covid, litigiosidad entre constructoras y promotoras por reclamos de sobrecostes sobre proyectos con precios cerrados, y ahora parece que se relanzará el asunto, habrá lío porque las promotoras también afrontan ahora una mayor incertidumbre. Es una crisis importante", apuntan paralelamente fuentes jurídicas.
Suba de deudas en el ladrillo y recorte de las aseguradoras
De acuerdo a la patronal de los distribuidores de materiales de la construcción, la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac), los impagos a las empresas del sector por parte de sus clientes han crecido un 6% de media. Pese a ello, las aseguradoras han reducido ya un 30% de media el riesgo que respaldan en el sector.
"El sector (construcción) afrontaba antes del brote de coronavirus un aumento del riesgo crediticio, principalmente para las empresas de menor tamaño", han estimado desde la aseguradora Crédito y Caución, la principal del mercado. "Debido a la recesión en curso, las empresas se ven afectadas por el aplazamiento de proyectos y la reducción del volumen de pedidos, especialmente en los segmentos de obra pública y construcción residencial. Se prevé que el valor añadido de la construcción se reducirá en casi un 9% en 2020, y se espera que los retrasos en los pagos y las insolvencias vuelvan a aumentar".
"Ahora estamos percibiendo un creciente interés por parte de las constructoras de utilizar la fuerza mayor de la covid y las reestricciones, por ejemplo, al transporte, y aparentes problemas derivados de lo anterior para el suministro de materiales, como nuevo resquicio para reclamar incrementos en los precios, del 10-15% para según qué partidas de proyectos cerrados previamente", apuntan desde un importante despacho de abogados con experiencia en la materia. "Paralelamente, las promotoras podrían hacer reclamos por demoras en los proyectos, si bien las obras de construcción, con excepción de las de reforma, solo se vieron suspendidas dos semanas".
La visión de las subcontratas
"Se está ralentizando bastante la actividad. El verano es un momento fuerte para el sector y este año no lo va a ser. Estamos preocupados", avisa por su parte Manuel Lyon, secretario general de la Asociación de Excavadores y Transportistas de la Construcción de la Comunidad de Madrid, AMAEXCO, que representa la voz de las subcontratas (unas 1.000 en España).
"Los precios de suministros y materiales no han subido en los últimos meses. Tampoco ha sufrido variación la mano de obra, hasta el momento los costes de construcción siguen siendo los mismos, en la construcción se ha destruido empleo, contratos que finalizaron en los principios de la pandemia, pero los famosos ERTEs no se han dado en cantidades importantes como en otros sectores. En construcción pura el suministro y la mano de obra no está siendo un problema por lo que los posibles incrementos no se ven muy justificables, dado que no se trasladarán a la cadena de la subcontratas, como así se debería hacer ya que en construcción la subcontrata es la gran interviniente en la ejecución de las obras en un porcentaje muy superior que en otros sectores", afirma Lyon.
"Es de entender que las promotoras no querrán moverse un milímetro de lo firmado, ya que la incertidumbre que se afronta por precios y financiación condicionada a ventas y la subida de impuestos que nos vaticina el Gobierno anticipan una tormenta perfecta. El otoño se presenta muy calentito".